Curiosidades sobre la mente emocional
Nuestro cerebro se encuentra constituido por una parte emocional y otra más racional o pensante. En ocasiones, ambas se combinan para ayudarnos en nuestro día a día, mientras que en otros momentos cada una gestiona por su lado aquello que se le presente.
En la actualidad, la mayor parte de información que tenemos se refiere a la parte más racional de nuestro cerebro. Pero, ¿qué es lo que diferencia a la mente emocional?, ¿cuáles son sus características? A continuación te desvelamos algunas curiosidades sobre la esfera emocional de nuestra mente.
La mente emocional es más rápida al actuar
La mente emocional se caracteriza por ser más rápida que la mente racional, poniéndose en acción casi de inmediato, sin detenerse a considerar lo que está haciendo, actuando de manera automática, siendo generalmente sus respuestas más imprecisas.
Tal es su velocidad, que suele hacer imposible la reflexión analítica, labor característica de la mente pensante o racional. Y al final de lo ocurrido, cuando las cosas vuelven a su lugar, nos sorprendemos preguntándonos por qué lo hemos hecho, indicando esto que la mente racional está comenzado a activarse, de una manera mucho más lenta.
La rapidez de la mente emocional produce un secuestro de la mente pensante denominado secuestro emocional
Existe una modalidad de procesar la información más lenta que es llevada a cabo por nuestra parte racional, pero la que desempeña nuestra parte emocional es más rápida, sucediendo casi sin darnos cuenta y fiándose de las primeras impresiones, captando todo de una vez, dejando a un lado la evaluación de los detalles.
Aunque nos asuste esta reacción rápida que puede ser errónea a veces, también tiene sus ventajas, ya que la mente emocional puede captar una realidad (emocional) en tan solo unos instantes, elaborando una serie de juicios inmediatos que nos indican en quién debemos confiar o de quién podemos cuidarnos.
Paul Ekman, psicólogo pionero en el estudio de las emociones, explica en relación al apoderamiento que las emociones tienen sobre nosotros antes de que seamos conscientes, que cumplen un papel adaptativo, otorgándonos la posibilidad de movilizarnos a dar una respuesta ante situaciones o cuestiones urgentes sin que perdamos el tiempo en pararnos a reflexionar sobre cómo tenemos que actuar.
Por otro lado, la modalidad más lenta de respuesta emocional sería aquella donde primero se reflexiona antes de conducir al sentimiento. Siendo aquí más conscientes de nuestros pensamientos, jugando éstos un rol determinante de las emociones.
Tiene una increíble sensación de certeza
Las acciones que se originan en la mente emocional conllevan además una sensación de certeza poderosa, constituyendo una manera desconcertante de ver las cosas para la mente racional en ocasiones.
Es como si la mente emocional fuera nuestro radar en alerta para percibir los peligros que nos acechan, constituyendo juicios intuitivos que al elaborarse con tanta rapidez en ocasiones pueden llegar a ser erróneos.
Es infantil
En muchas ocasiones, la mente emocional es infantil como dice Daniel Goleman en uno de sus libros. Y cuánto más infantil sea, más intensa será la emoción.
Para entenderlo, Goleman nos pone algunos ejemplos como el pensamiento categórico o de todo o nada, en el que no hay escala de grises o el pensamiento personalizado, en el que los hechos se perciben centrándonos en nosotros mismos.
Es decir, la mente emocional tiene a sus creencias como realidad absoluta, echando a un lado toda evidencia que lleve un sentido contrario. Para la mente emocional lo que se siente siempre es lo real, aún cuando nuestra forma de sentir proceda de una manera errónea de pensar.
Por eso cuesta tanto a veces razonar con una persona cuando se encuentra conmocionada emocionalmente, experimentando su secuestro emocional, ya que no importa la lógica de los argumentos si éstos no se moldean a la convicción emocional de ese momento.
Responde a las huellas del pasado
La mente emocional tiene la capacidad de responder ante una situación que presente algunos rasgos semejantes a un recuerdo del pasado, activando los sentimientos que acompañaron al suceso en cuestión.
La mente emocional reacciona en el presente como si se hallara en el pasado debido a esos rasgos comunes que presente la situación, desempeñando una función selectiva.
Imagen cortesía de Sandra Stipan