7 curiosidades sobre los TCA
Más de 70 millones de personas padecen algún desorden de este tipo, que afecta más a mujeres que a hombres y tiene un impacto particularmente significativo en la adolescencia.
A pesar del visible avance que se ha hecho eliminando el estigma que pesa sobre la enfermedad mental, muchas de las personas que sufren trastornos de este tipo siguen enfrentando juicios muy duros por parte de la sociedad. Falsos mitos e ideas erróneas, como que los atracones de la bulimia son producto de la falta de voluntad.
Por eso, más que curiosidades sobre este grupo de trastornos, aquí encontrarás datos que te ayudarán a las personas que sufren un TCA. No te pierdas nada, pues en la información reside la capacidad de generar empatía hacia los demás.
7 hechos que no sabías sobre los TCA
Los TCA son afectaciones psicológicas de carácter grave que conllevan comportamientos anómalos en cuanto a la conducta de comer, como los atracones, provocarse el vómito o no comer durante días.
Estos trastornos son capaces de desencadenar enfermedades físicas graves y, en último término, la muerte.
1. Nadie desarrolla un trastorno de la nada
Los TCA no aparecen de repente. Son trastornos que provienen de diferentes factores: genéticos, sociales, psicológicos, familiares o personales. Por lo general, existe malestar con la propia imagen corporal que desencadena las conductas anómalas de alimentación.
2. No solo existen la anorexia y la bulimia
Aunque estos sean los trastornos más conocidos en la sociedad, existen muchos más que merecen la misma atención. Algunos ejemplos son los siguientes:
- Trastorno por atracón.
- Trastorno de la conducta alimentaria no especificado (TCANE).
- Pica.
- Trastorno por rumiación.
- Trastorno por evitación/restricción de alimentos.
- Ortorexia.
- Vigorexia.
- Adicción a la comida.
3. La edad de aparición está retrocediendo
Hasta hace pocos años, se había establecido el rango de aparición de estos trastornos entre los 13 y los 19 años. Sin embargo, cada vez aparecen más casos de pacientes que tienen entre 9 y 10 años de edad.
La prevalencia de los TCA es inexacta, pues una gran parte de las personas que los padecen no acuden nunca a terapia.
4. Los TCA se pueden dejar atrás
La idea extendida es que las personas que sufren estos trastornos los arrastran para toda la vida. Sin embargo, con la intervención adecuada y el apoyo de las personas cercanas al paciente, alrededor del 50-60 % de los casos llega a recuperarse. Por otro lado, un 20-3 0% lo hace parcialmente, y solo un 10- 20 % cronifica la enfermedad.
5. No solo aparecen en la adolescencia
Aunque la figura de la chica adolescente y extremadamente delgada es la imagen más representativa de este grupo de enfermedades (9 de cada 10 casos son mujeres jóvenes), existen casos en todas las edades. Hombres, niños, adultos, todo el mundo es susceptible de sufrir estos desórdenes.
6. Los TCA dejan secuelas
Para muchas personas, los TCA son sinónimos de una reducción significativa del índice de masa corporal. Sin embargo, son muchas las consecuencias que puede tener una afectación de este tipo:
- Psicológicas: trastornos coadyuvantes al trastorno alimenticio, como depresiones, problemas de adicción, ansiedad generalizada que, por supuesto, interfieren en la vida cotidiana y agravan en cuadro principal.
- Físicas: enfermedades derivadas del TCA, como hernia de hiato, problemas dentales, desnutrición, diabetes, fracción del esófago o hipertensión.
7. No son fáciles de diagnosticar
Puesto que los TCA cursan con otros trastornos muy a menudo, suele ser complicado hallar cuál de ellos es el origen del otro. Es decir, una depresión puede causar anorexia nerviosa, pero esta anorexia también puede derivar en una depresión. Es muy importante hacer un buen diagnóstico para emplearse a fondo con la raíz del malestar del paciente.
Por otro lado, se suele pensar solo en atracones y restricciones de ingesta cuando se trata de trastornos de alimentación, pero existen muchos otros síntomas no tan claros. Un ejemplo de ello es la restricción de ciertos tipos de alimentos hasta que se producen problemas de salud o comer cantidades muy pequeñas.
El papel decisivo de la sociedad y las tecnologías
Hablar de TCA únicamente desde la perspectiva genética o médica, incluso solo desde la psicología clínica, es demasiado reduccionista.
El contexto social, compartido en estos tiempos también de forma digital, juega un importante papel en la incidencia de los trastornos alimenticios. Cuestiones como la gordofobia, la promoción de dietas restrictivas o la sexualización de los cuerpos actúan como debilitadores de nuestro sistema mental frente a los TCA.
La empatía, además de ponerse en el lugar del otro, debe convertirse en lucha y acción contra todas las injusticias que se cometen en la sociedad. Además, es necesario desapegar a la alimentación de todo contexto que pueda favorecer el dolor y la culpa.
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