Deja de imaginar y experimenta lo real: las bases de la terapia Gestalt
La imaginación nos abre las puertas a la fantasía, pero a la vez nos aleja de la realidad y nos abstrae del momento presente. El creador de la terapia Gestalt, Fritz Perls, habla de cómo esta terapia nos invita a vivir en el presente utilizando el espacio que dejan las suposiciones sobre el futuro cuando nos libramos de ellas. Solo con los pies en el suelo vamos a poder conectar con este instante. Lo demás, por importante que puedan ser sus consecuencias, no está pasando ahora mismo.
La terapia gestalt se enmarca dentro de psicología humanista, que concibe al ser humano como un ser global, con una mente, unas emociones y un cuerpo que forman un todo. Este tipo de terapias ayudan a las personas a asumir la responsabilidad de lo que les ocurre y a fomentar su propia autorrealización y desarrollo personal. Se trata de una psicoterapia que va más allá de sus aplicaciones clínicas y se puede tomar como un estilo de vida.
“La terapia gestáltica se distingue más por lo que evita hacer que por lo que hace. Sostiene que basta con estar conscientes; que para que se produzca un cambio no se necesita nada más que presencia, estar consciente y responsabilidad”
-Claudio Naranjo-
Influencias de la terapia gestalt
Este corriente de psicoterapia fue creada a lo largo de los años 50 por Fritz Perls, psiquiatra y médico que junto a su esposa, Laura Perls, psicóloga de formación, sintetizaron sus aprendizajes en una terapia en sí misma. Incluye los principios de la psicología de la gestalt, con conceptos como el de figura y fondo, y los reutiliza para crear una terapia específica.
La terapia hace mucho énfasis en la concepción del individuo entendido como una totalidad (gestalt). Según Perls, el hombre tiende de modo natural a completar su existencia, aunque la gestalt puede quedar incompleta, repitiendo asuntos pendientes, del pasado en el presente, sin permitir que nuevas figuras (asuntos) afloren al presente.
Algunas influencias que han dado lugar a la terapia gestalt son: el psicoanálisis, con sus mecanismos de defensa, las religiones orientales, el budismo, la filosofía existencial, la fenomenología, el teatro y el psicodrama entre muchos otros. Autores como: Paul Goodman e Isadore From han contribuido para que el enfoque se desarrolle más allá de la terapia, extendiéndose a diferentes ámbitos sociales y personales.
¿Qué es la terapia gestalt?
La terapia gestalt es un enfoque que se centra en las potencialidades de la persona, cambiando la visión de patología por una visión del individuo con recursos propios y con capacidad de autorregularse. Es un enfoque terapéutico que se centra más en el proceso que en el contenido. El terapeuta no va a preguntar tanto:- ¿por qué? sino ¿cómo? de manera que pueda entender el proceso y no las causas de la conducta.
La gestalt pone mucho énfasis en las sensaciones físicas subjetivas y en las emociones, de esta manera intenta ayudar a desbloquear los asuntos pendientes que tenga la persona que está en un proceso de terapia. Este abordaje tiene aspectos comunes con el mindfulness, ya que pone su empeño en ayudar a las personas a aceptar lo que está pasando, en vez de proponerles nadar a contra-corriente.
“Sé como tú eres, de manera que puedas ver quién eres y cómo eres. Deja por unos momentos lo que debes hacer y descubre lo que realmente haces”.
–Fritz Perls-
Además, uno de sus conceptos fundamentales es el darse cuenta o “awareness”, es decir, la toma de consciencia del momento presente. Asimismo, antepone la parte espontánea al control, el permitir vivir lo que uno está pasando y sintiendo en vez de evitarlo y resistirse. Por ejemplo, si sientes una emoción, la terapia gestalt va a facilitar que la expreses espontáneamente en vez de inhibirlo o encarcelarlo.
Los conceptos básicos de la terapia gestalt
La terapia gestalt tiene como objetivo principal fomentar y aumentar el apoyo que nos prestamos a nosotros mismos (o que estamos en disposición de prestarnos), para que la persona tome consciencia de la responsabilidad que tiene en su propio bienestar psicológico. Hay conceptos importantes que se usan a lo largo de la terapia para conseguir ese propósito. Vamos a ver cuáles son:
El darse cuenta
La toma de consciencia es un paso fundamental para que la persona pueda darse cuenta de cómo está pensando, sintiendo y actuando ante unas circunstancias concretas. Cuando estos tres ejes no están alineados se produce un malestar importante. Sólo a partir de esta toma de consciencia, se pueden cambiar las circunstancias en el momento presente.
El “aquí y ahora”
En la terapia gestalt, se entiende el presente como único escenario posible, ya que se vive como un “todo”. Por tanto, si se trabaja el pasado, se aborda como si estuviera pasando en el momento actual. Por ejemplo, si la persona sufrió bullying en el pasado, el terapeuta le va a pedir que explique la experiencia como si estuviera pasando ahora mismo. De esta manera, el terapeuta le da pie para que rescate las emociones pasadas y pueda trabajar con ellas y gestionarlas desde el aquí y ahora.
La responsabilidad
Se invita a la persona a hacerse responsable de su conducta, de sus pensamientos y de sus emociones, incluso si son negativos. La auto-responsabilidad de uno mismo genera mayor sensación de libertad y autonomía en las personas. De esta forma adquieren una capacidad mayor para asumir los errores y aprender de ellos. Un ejemplo que se usa mucho es ayudar a la persona a que hable en primera persona y se apropie de sus palabras.
¿Cuál es el papel del terapeuta gestalt?
El psicoterapeuta gestalt acompaña a la persona o cliente ( no le llaman paciente porque entienden a la persona como un sujeto activo de la terapia) para facilitarle el proceso de maduración hacia la adultez. En este enfoque la relación terapéutica es horizontal, esto significa que el terapeuta no sabe más que el cliente.
El psicoterapeuta solo facilita y no da consejos, sino que ayuda a la persona a que encuentre las habilidades que necesita para regularse y fortalecerse. Así, la persona es la “experta” de su vida, y no hay lugar para que le digan “lo que tiene que hacer”. De esta forma se le devuelve la responsabilidad y se favorece su autonomía personal.
En definitiva, el objetivo de la terapia gestalt es facilitar un proceso emocional donde el cliente pueda responsabilizarse de sus emociones, y asuma el precio de vivir en congruencia y honestidad con ellas. La honestidad, la franqueza y la presencia son valores fundamentales para entender esta terapia.
Bibliografía:
Peñarrubia, F. (1998). Terapia Gestalt: La vía del vacío fértil. Alianza Editorial.
Martorell, JL. (2008). Psicoterapias. Ediciones Pirámide.
Latner, Joel (1994). Fundamentos de la Gestalt. Cuatro Vientos.