Desarrolla tu energía masculina para alcanzar tus metas
¿Eres una persona muy creativa, idealista y soñadora, pero tienes dificultades para alcanzar tus metas? ¿Tienes muchas ideas, proyectos y talentos, pero te resulta difícil materializarlos? Esto puede ocurrir cuando no sabemos desarrollar y aprovechar nuestra energía masculina, ese impulso de acción y decisión que habita en todos nosotros.
Esta no es una cuestión de géneros: en cada ser humano encontramos estas dos tendencias opuestas y complementarias que son la energía masculina y la femenina. Sin embargo, es común que las mujeres (por los propios roles de géneros) tengan más dificultades para conectar con esta parte activa, firme, disciplinada y segura.
Esto no es de extrañar, pues estas características no son fomentadas durante la infancia de las niñas. Incluso aquellas mujeres que las exhiben pueden ser tildadas de arrogantes y dominantes. Esto puede generar un temor a ser rechazadas por adoptar estas actitudes tan necesarias para la vida. Sin embargo, si deseamos progresar, ser exitosos y vivir en armonía, todos hemos de aprender a integrar y equilibrar ambas energías.
¿Qué es la energía masculina?
La energía masculina (al igual que la femenina) es un arquetipo, una representación de ciertas características mentales y emocionales y determinadas tendencias de comportamiento. En este caso, se relaciona con la lógica, la acción y la firmeza. Esta energía está orientada al éxito, es proactiva, resolutiva y competitiva.
Si la energía femenina nos conecta con la emocionalidad, la cooperación, el fluir y el recibir, la masculina nos acerca al análisis racional, el individualismo y la determinación. Para alcanzar una meta o sacar adelante un proyecto necesitamos ambas: la reflexión y la originalidad en primera instancia, pero la disciplina y la acción en segundo lugar.
Si rechazas tu energía masculina, es probable que tus ideas, tus sueños y tus objetivos se queden en el aire; que no encuentres la fuerza y la decisión para ponerlos en marcha y obtener resultados. En caso de que te sientas identificado o identificada con esta situación, te proponemos algunos pasos para desarrollar tu energía masculina.
¿Cómo desarrollar la energía masculina para alcanzar tus metas?
Cabe mencionar que a nivel social se promueven y se premian ciertas características de la energía masculina, pero en su vertiente negativa. El individualismo excesivo, la competitividad que destruye al prójimo y la falta de empatía no son el camino a seguir. Para alcanzar tus metas y hacerlo en armonía, abraza el lado luminoso de la energía masculina de las siguientes formas:
1. Aprende a marcar objetivos
¿Ya tienes una idea clara de lo que deseas desde hace tiempo? ¿Ya has reflexionado, soñado e imaginado cómo sería lograrlo? Bien, esto es necesario, pero no suficiente: es momento de marcarte objetivos claros. Define de forma lógica y operativa cuál es la meta y cuáles son los pasos a seguir.
Pon los pies en la tierra y asume esta tarea más práctica y menos creativa. Plásmalo por escrito si es necesario. La energía masculina nos insta a tener dirección, a ser claros respecto a los próximos pasos a seguir. Realiza una planificación organizada y con la que puedas comenzar desde este mismo momento.
2. Toma acción y decisiones
Es natural que el temor y las dudas nos asalten a la hora de ponernos en marcha, especialmente si en nosotros predomina una energía femenina. Para romper esta inercia, toma acción ya, incluso con la incertidumbre de la mano. Da ese primer paso que has diseñado con valentía y sin contemplaciones. A medida que comiences a caminar, irás desarrollando más firmeza y seguridad.
Sé proactivo, no esperes al momento perfecto, a tenerlo todo controlado o a que alguien venga a llevarte de la mano. Toma decisiones, realiza cambios y avanza en firme. Si fallas, podrás reajustar tu plan y aprender de la experiencia, pero no te permitas seguir paralizado. Es el propio acto de tomar acción el que te dará el impulso que estás esperando.
3. Persevera y ten disciplina
Cuando no hemos desarrollado la energía masculina, es común que nos dejemos llevar por la autocomplacencia. Sentir que ya estamos haciendo suficiente y ser demasiado permisivos con nosotros mismos es, muchas veces, una excusa para no esforzarnos. Si nos asentamos en esta tendencia es probable que nunca alcancemos la meta, que iniciemos multitud de proyectos y no concluyamos ninguno.
Ser perseverantes y disciplinados es comprometernos con aquello que, sabemos, debemos hacer. Es mantenernos firmes ante la pereza y la desmotivación que pueden surgir en el camino. Haz a un lado tu parte emocional, la que actúa en base a apetencias y preferencias, y cumple el compromiso que tienes contigo mismo.
4. No temas competir
Por último, en ocasiones no nos atrevemos a ir tras nuestras metas por miedo a lo que otros puedan pensar de nosotros. Por temor a ser tachados de “ambiciosos” y “egoístas”. Sin embargo, la energía masculina nos invita a confiar en nuestras capacidades y proyectos, a exponer sin miedo lo que podemos aportar, a tener claro el valor de nuestras propuestas para poder transmitírselo a otros sin dudar.
Es posible que prefieras trabajar en equipo, que estés más centrado o centrada en tus relaciones personales, en ofrecer cuidado y apoyo a otros. Pero, si deseas materializar tus objetivos, has de ser capaz de competir, priorizarte y actuar de forma individual sin culpas. Recuerda que esto no implica dañar a nadie y no te convierte en una mala persona.
En suma, desarrollar la energía masculina es permitirse expresar ese potencial de firmeza, autoconfianza y empuje que habita en todos nosotros. Abraza tu lado racional, decidido y disciplinado, pues es el complemento perfecto para que esa creatividad que posees pueda dar frutos.
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