La despersonalización crónica: cuando no te reconoces a ti mismo

En ocasiones, cuando la tensión emocional no puede ser procesada, la despersonalización aparece como una salida para permitirnos seguir siendo funcionales.
La despersonalización crónica: cuando no te reconoces a ti mismo
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 19 abril, 2021

¿Alguna vez te sentiste observando tu vida como cuando ves una película? ¿Te miraste al espejo y no reconociste la imagen que te devolvía? Este tipo de síntomas, que pueden resultar perturbadores y abrumadores, son propios de la despersonalización. Muchas personas llegan a experimentarlos en algún momento concreto; sin embargo, cuando se vuelven persistentes o recurrentes, podemos estar ante un trastorno de despersonalización crónica.

El procesamiento de la información interna y externa puede llegar a ser complicado, especialmente en momentos de tensión o situaciones de abuso prolongado. Por ello, el organismo puede desencadenar reacciones defensivas que nos permitan continuar funcionando incluso en condiciones de estrés extremo.

La despersonalización es un proceso que suele aparecer de forma frecuente en personas que padecen ansiedad.

Generalmente la sensación dura unos segundos o minutos y la persona vuelve a la normalidad. No obstante, puede suceder que esta se prolongue durante horas, días o meses; e incluso que reaparezca o se mantenga volviéndose un trastorno crónico. En estos casos deja de ser funcional y comienza a generar serios problemas y un gran malestar a quienes la padecen.

Chica confusa

¿Qué es la despersonalización crónica?

La despersonalización crónica se define como la presencia de experiencias persistentes o recurrentes de distanciamiento de los propios procesos mentales o del cuerpo. Es decir, se siente una desconexión del sí mismo que normalmente resulta muy difícil de explicar para quienes la sienten. Algunas de las vivencias más comunes son las siguientes:

  • Sentir que se ha perdido la noción del tiempo.
  • Percibir lo que se vive como si fuera un sueño o una película, como si todo fuese falso o irreal.
  • Incapacidad de reconocer el cuerpo como propio, no identificarse ante la imagen del espejo o sentir que no se es un ser humano.
  • Grandes dificultades a la hora de sentir emociones o de conectar afectivamente con los demás, sensación persistente de desvinculación.
  • Los recuerdos se experimentan de forma anómala. La persona puede ser capaz de recordar lo que ocurrió pero sentirse como si eso le hubiese sucedido a otra persona.
  • Sentirse como un autómata que no tiene control sobre lo que hace o dice.
  • La realidad parece incolora, sin vida o cubierta por una niebla o un vidrio empañado.

¿Cómo se relaciona con otros trastornos?

Como puedes imaginar, se trata de una vivencia realmente desagradable y angustiosa. Sin embargo, a quienes la padecen les resulta difícil trasladar a palabras su experiencia subjetiva, e incluso en ocasiones tienden a ocultar lo que viven por miedo a ser juzgados. Con frecuencia, esto hace que pasen varios años hasta que la persona obtiene un diagnóstico acertado.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la despersonalización se solapa con frecuencia con otros trastornos, especialmente con la desrealización y los desórdenes de ansiedad. Además, esta se detecta como síntoma en un 60 % de los casos de otras patologías como depresión, trastornos psicóticos o consumo de sustancias.

No obstante, existen ciertos factores que pueden ayudar a diferenciar la despersonalización de otras patologías. Ante todo, la duración prolongada de las sensaciones de irrealidad nos alerta de que podemos estar ante una despersonalización crónica. Pero, además, quienes la sufren son conscientes de que sus percepciones son anómalas, y esta conciencia de enfermedad no suele aparecer, por ejemplo, en los trastornos psicóticos.

Adolescente confuso

Tratamiento de la despersonalización crónica

Los síntomas de despersonalización pueden remitir por sí solos si han surgido a raíz de un evento concreto de gran tensión emocional. Sin embargo, una vez el trastorno ha pasado a ser crónico, es necesaria una intervención dirigida.

Las sensaciones de irrealidad interfieren con las actividades cotidianas y las relaciones sociales y generan un gran sufrimiento. Por ello, el objetivo consiste tanto en abordar las situaciones estresantes que pueden hallarse en el origen del trastorno como en aportar recursos a la persona para recuperar la funcionalidad a pesar de la presencia de los síntomas.

Las técnicas cognitivo-conductuales ayudan a manejar los pensamientos obsesivos respecto a la sensación de irrealidad y a trasladar la atención a otras tareas.

Por su lado, las técnicas de enraizamiento pueden ser efectivas para que la persona tome conciencia de la realidad en el momento presente. En cualquier caso, se trata de una intervención complicada que requiere una inversión importante de energía.


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  • Infante, E., Irizo, I. (2010) Etiopatología para la despersonalización tardía y crónica sin inducción hipnótica. Recuperado abril de 2021, de https://psiquiatria.com/trabajos/7cof144714.pdf
  • Cruzado, L., Núñez-Moscoso, P., & Rojas-Rojas, G. (2013). Despersonalización: más que síntoma, un síndrome. Revista de neuro-psiquiatría76(2), 120-125.

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