Las 11 diferencias entre sexo y género
¿Qué diferencias entre sexo y género encontramos? Mientras que el sexo es un concepto biológico y bastante objetivo, el género es una construcción psicosocial, mucho más subjetiva.
En este artículo explicaremos en qué consiste cada uno de estos conceptos. Además, hablaremos de 11 diferencias entre ellos. ¡No te lo pierdas!
¿Qué es el sexo y qué es el género?
El sexo tiene diferentes definiciones: la ‘condición orgánica, masculina o femenina, de los animales y las plantas’, ‘los órganos sexuales’ y el ‘conjunto de seres pertenecientes a un mismo sexo’ (sexo masculino y femenino). Engloba un conjunto de características, físicas y biológicas, definidas genéticamente, que determinan si un ser vivo es macho, hembra o intersexual.
En cambio, el género es el ‘grupo al que pertenecen los seres humanos de cada sexo, entendido este desde un punto de vista sociocultural en lugar de exclusivamente biológico’. Es decir, no tiene que ver con la suerte genética del individuo, sino con las ideas culturales asociadas a ella.
Así, a grandes rasgos, podemos decir que el sexo es la condición biológica de la persona. Por otro lado, el género es una construcción psicosocial de lo que se espera que haga una persona de un determinado sexo (engloba actitudes, roles, comportamientos, etc.).
El género incluye roles, comportamientos y atributos construidos socialmente, que son considerados “apropiados” para una persona según su sexo biológico (por ejemplo, ser sensible si eres mujer, o no llorar en público si eres hombre).
Las 11 diferencias entre sexo y género
Sin más preámbulo, comentamos las 11 diferencias entre sexo y género. ¿Sabrías encontrar alguna más?
1. Construcción social vs. biología
Como decíamos en la introducción, una de las principales diferencias entre sexo y género tiene que ver con el propio concepto. De esta forma, mientras que el sexo engloba elementos desarrollados biológicamente (sin que exista capacidad para alterarnos), el género es una construcción social (que puede modificarse, y donde intervienen nuestras ideas y expectativas).
2. El sexo es biológico y el género, cultural
Relacionada con el punto anterior, otra diferencia que encontramos entre sexo y género es la siguiente: el sexo es una “etiqueta” que responde a características biológicas como los órganos sexuales, las hormonas o la dotación cromosómica. En cambio, el género responde a algo cultural, a una construcción psicosocial (y no a la biología).
3. El género es algo simbólico y el sexo no
El género es algo simbólico, que viene dado por nuestras características sexuales. En cambio, el género es, como decíamos, una construcción social (por lo que es un concepto simbólico).
La etiqueta del género se refiere a cómo la sociedad, en su conjunto, determina qué es masculino y qué es femenino. Así, la sociedad nos otorga unos roles y unos comportamientos esperados según nuestro sexo.
4. El sexo determina el rol reproductivo
La función reproductiva de hombre y mujer es diferente, y esto no depende de su género, sino de su sexo. Así, el sexo comporta un rol reproductivo diferente en cada persona, cosa que no ocurre con el género (que puede hacer que experimentemos este rol de forma diferente, pero que no lo cambia).
5. Continuo frente a categórico
El género está mediado por la cultura; esto quiere decir que podemos ver cómo lo “masculino” y lo “femenino” difiere de una persona a otra. Y esto dependerá mucho de la vivencia y opinión de cada persona (por lo que el género se sitúa en un continuo).
En cambio, el sexo no se sitúa en un continuo, sino que es algo más bien categórico. Aunque puede presentarse de formas poco comunes, para definirlo encontramos una serie de criterios que permiten valorarlo como masculino o femenino. Estos tienen que ver con: las gónadas, los genitales y los cromosomas, principalmente.
6. El sexo es objetivo; el género, subjetivo
Dado que el sexo viene definido por características biológicas objetivas (y medibles), podemos decir que se trata de un concepto objetivo. En cambio, el género, al no responder a características biológicas objetivas, es mucho más difícil de medir (por ello se trata de un concepto mucho más subjetivo).
7. El género es exclusivo del ser humano
Otra de las diferencias entre sexo y género tiene que ver con el hecho de que el género es exclusivo de los seres humanos, y el sexo es propio de cualquier ser vivo. Así, en la naturaleza, la distinción entre sexos es algo común en todos los seres vivos con reproducción sexual.
En cambio, en el caso del género, este nace de una interpretación abstracta de estos sexos. Y esta interpretación solo puede aplicarse al ser humano. Para entenderlo mejor; un gato puede ser masculino (gato) o femenino (gata), pero al gato no podrán aplicársele los conceptos de género masculino o femenino.
8. El género es propio de animales con pensamiento abstracto
El sexo se identifica o localiza en plantas y peces (además de en animales) y, en cambio, el género solo se puede definir en animales con una capacidad elevada de pensamiento abstracto. El máximo representante de estos animales es el ser humano.
Esto se debe al hecho es que el género es, en gran parte, una construcción social. Para desarrollar este tipo de construcciones, se requiere de una semántica y de sistemas de símbolos sobre lo que implica “ser” masculino o femenino.
9. El sexo es algo estático
El sexo es algo estático, en el sentido de que depende de elementos objetivables que, de forma natural, no se modifican, mientras que el género es una construcción “en movimiento”, dinámico. El género, además, puede ser “negociado” en las interacciones y en otras acciones.
10. El género puede estar basado en estereotipos
El género, al ser una construcción social, está basado en muchos casos en estereotipos. En realidad, los roles de género con frecuencia se crean basándose en estos estereotipos sociales de lo que se cree que tiene más relación con el hombre o con la mujer.
En cambio, el sexo es algo objetivo que no está basado en estereotipos, sino en la biología. Lo que ocurre es que a raíz de los estereotipos asociados al sexo, surgen los roles de género, por ejemplo.
11. Existen enfermedades asociadas al sexo, pero no al género
Una mujer puede sufrir una piómetra, pero no un cáncer de próstata. Es decir, al conllevar órganos diferenciados los unos de los otros, habrá dolencias exclusivas de cada sexo. Sin embargo, esto no ocurre con el género.
Si hay enfermedades asociadas al género, no es por su propia naturaleza, sino por la presión social al respecto. Por ejemplo, las personas de género no binario suelen tener un mayor riesgo de padecer enfermedades mentales como la depresión o los trastornos de ansiedad, pero estos provienen de la violencia y la opresión que las atraviesan, no del género que tengan en sí.
Como vemos, existen diferencias notables entre sexo y género. Aunque se trata de conceptos relacionados, porque uno de ellos (el sexo) suele influir, y mucho, en el otro, son conceptos que debemos diferenciar.
“La cosa es ser como, seguro en lo que se es, que va más allá de las líneas de género y orientación sexual”.
-Adam Lambert-
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