5 diferencias entre el estoicismo antiguo y moderno

El estoicismo se caracteriza por ser el arte de vivir. Sus enseñanzas estaban dirigidas al logro de una buena vida. Sin embargo, ¿en la modernidad es así? Te lo contamos en esta lectura.

Revisado y aprobado por la psicóloga Leticia Martín Enjuto.

Escrito por Jennifer Rojas

Última actualización: 14 septiembre, 2023

Los estoicos siguen una filosofía milenaria con influencia en la forma en que las personas abordan los desafíos de la vida. Sin embargo, a lo largo del tiempo, esta escuela experimentó cambios y adaptaciones. Debido a ello, en este artículo, exploraremos las diferencias fundamentales entre el estoicismo antiguo y el moderno.

Sobre todo, nos centraremos en lo que respecta a su ética, piscología, formas de abordar los objetivos vitales, las emociones y su práctica cotidiana, pues es un hecho que las enseñanzas de los estoicos de otrora llegaron a nuestros días. La prueba de ello es una pluralidad de libros al respecto. Y, si es así, algo tienen para decirnos.

¿Qué es el estoicismo?

La Enciclopedia Herder define al estoicismo como una corriente filosófica del período helenístico. Su fundador fue Zenón de Citio, quien le otorgó dicho nombre por el lugar donde se impartían sus enseñanzas: un pórtico.

Los estoicos sostenían que la filosofía se dividía en tres partes: lógica, ética y física. Cada una de ellas se corresponde con una dimensión del pensamiento estoico. Es decir, los postulados de esta filosofía abarcan dichas temáticas.

Así, la lógica se encarga de la ciencia del discurso y la retórica. Por otra parte, la ética se basa en un determinismo cósmico. Esto significa que el destino de las personas está decidido al margen de las acciones humanas. Por último, la física se fundamenta en el materialismo o la corporeidad de los cuerpos.

Diferencias entre el estoicismo antiguo y el estoicismo moderno

Durante el tiempo, el estoicismo cambió sus preceptos y enseñanzas. Si bien pueden tomarse a los antiguos de base, hubo modificaciones que dieron lugar a un cambio en su filosofía misma. En los siguientes apartados exploraremos las diferencias entre la corriente antigua y la moderna.

1. Distinciones éticas

La ética del estoicismo antiguo sostiene que el fin de la vida humana es la felicidad. Un artículo divulgado en la revista Hallazgos señala que esta dimensión no puede estar separada del conocimiento, tal como sucede en el estoicismo moderno. En este sentido, mediante el saber podremos ejercitarnos en realizar acciones virtuosas. Es de tal forma que alcanzaremos la felicidad.

Por su parte, en el estoicismo moderno nos encontramos con temáticas más centradas en el bienestar personal y la autorrealización. Un trabajo compartido en Cuadernos del Sur Filosofía sostiene que el ser humano actual es capaz de transformarse a sí mismo. Ello lo logra a través del pensamiento que tiene como meta la serenidad.

2. Aspecto psicológico

Es cierto que el estoicismo antiguo era considerado como la medicina del alma. Sin embargo, el énfasis puesto en el aspecto psicológico durante la modernidad desplaza el objetivo antaño. Con relación al tema, Donald Robertson en su libro Stoicism and the art of happiness (2018) sostiene que esta esfera busca cambiar nuestras emociones de manera racional y natural.

Los psicólogos terapista conductuales veían en el estoicismo antiguo un enfoque explícito. De esta manera, la psicología conductivo-conductual se inspira en las enseñanzas del estoicismo antiguo, en especial, en lo que concierne al modo en que nos afectan las emociones.

Los estoicos sostenían que aceptando las cosas que no podemos cambiar reconfiguramos el sentir al respecto. Entonces, la psicología en esta dimensión propone un cambio en lugar de un bloqueo emocional.

3. Objetivos y metas en el estoicismo antiguo y moderno

En la incertidumbre del día a día se complica enfocarnos en las grandes metas de la vida. Si alguien nos pregunta cuáles son nuestros objetivos a largo plazo, es probable que nos cueste dar una respuesta. William B. Irvine en su libro El arte de la buena vida (2019) menciona esta diferencia entre el estoicismo antiguo y el moderno.

Antes, los estoicos se centraban en grandes objetivos vitales que no tienen que ver con pequeñas y cotidianas metas, sino con un fin más grande. Se trataba del gran propósito de nuestra vida.

Ahora, hablar de ello quizás sea angustiante por los sentimientos de incertidumbre en los que estamos inmersos. Debido a esto, el estoicismo moderno se focaliza en las pequeñas metas y objetivos.

4. Emociones y sentimientos

El estoicismo moderno apunta más al tipo de personalidad estoica, muy diferente de la escuela de los estoicos antiguos. Se cree que una persona estoica es aquella que carece de emociones o que reprime sus sentimientos.

En realidad, los antiguos postulaban la eliminación de las emociones negativas que comprendían ira, tristeza, ansiedad y temor. En su lugar, proponían la presencia de emociones positivas como la alegría. El fin era lograr una vida armoniosa y serena. Pero de ninguna manera se trataba de ser por completo indiferentes a los sentimientos.

5. Estoicismo como práctica y forma de vida

Resulta difícil considerar al estoicismo moderno como una forma de vivir, tal como lo era en la antigüedad. Incluso, un artículo publicado por la revista Eidos, sobre el arte de vivir en Epicteto, sostiene que el vínculo entre la filosofía y la vida produce insatisfacción en la actualidad.

Es así como ya no se trata de enseñanzas que las personas interiorizan, sino de consejos. Podemos decir que el individuo es el destinatario de estas sugerencias que buscan la transformación personal que abarca lo siguiente:

• Dejar de lado el pasado.
• Minimizar las preocupaciones.
• Lidiar con insultos, tentaciones y vejez.
• Centrar esfuerzos en las cosas que podemos controlar.

Conclusión

El estoicismo tanto antiguo como moderno son dos ramas de una misma filosofía que vio su nacimiento en la antigua Grecia. A pesar de ello, presentan diferencias notables en su enfoque y aplicación.

Con anterioridad, la visión predominante era el logro de una vida virtuosa y ética. En la modernidad se enfoca más en la autorrealización y el control emocional llevado hasta un extremo: la insensibilidad. En ambos casos, la corriente plantea una visión de vivir centrada en el bienestar personal, la aceptación y la serenidad.