El acoso escolar o bullying
El bullying se define como el maltrato o acoso por parte de una varias personas, dentro del entorno escolar. Generalmente, se trata de agresiones físicas o de maltrato psicológico.
No se debe confundir con el mobbing, que es el acoso y maltrato laboral, por parte de los jefes o el jefe, y de algunos compañeros.
Las personas que han sufrido algún tipo de acoso escolar o “bullying” pueden tener las siguientes consecuencias emocionales:
-Tristeza, melancolía que podría desencadenar en depresión. La víctima suele tener pensamientos muy negativos sobre su persona provocándole una baja autoestima. Sería importante indagar en esos pensamientos para poder mejorar el estado emocional.
-Bajo rendimiento escolar o laboral: la víctima de un acoso deja de tener motivación por los estudios o trabajo, ya que podría llegar a creer que su valía personal es nula y por lo tanto deja de luchar por mejorar.
-Incapacidad para tomar decisiones: Pueden necesitar siempre alguien de confianza como apoyo, como voz de la verdad. La personalidad queda muy mermada y pueden convertirse en personas muy dominables, con el peligro de que se junten con malas compañías que les lleve por el mal camino.
-Autoestima muy baja: Al haber sufrido maltrato, la persona deja de amarse a sí misma, creyendo que si han sido escogidos para abusar de ellos es porque no tienen valor.
-Cansancio y desmotivación: El dolor que sienten por dentro les causa un gran desaliento y pocas ganar de hacer actividades, ni siquiera de ocio. Tienden al aislamiento y a sufrir momentos de ausencia con el mundo exterior, por ello es importante prestar atención a la víctima y animarla a que haga cosas y tenga la mente muy ocupada con actividades.
-Sensibilidad extrema a lo que ocurre en el exterior, tomándose cualquier suceso de forma personal. Suelen creerse culpables de todo y merecedores del daño recibido.
-Desconfianza hacia la sociedad debido al daño recibido. Incluso las personas que quieran ayudarles deberán ir muy poco a poco para ganarse su confianza.
EL AGRESOR TAMBIÉN ES UNA VÍCTIMA
Normalmente un niño que decide hacer daño a otro, tiene problemas. Puede que algo vaya mal en su entorno familiar, tenga carencias afectivas, necesitan desahogar el odio que llevan dentro y atacando sienten una sensación de poder que aparentemente les hacen olvidar los demás problemas.
Carecen de empatía, piensan que siendo agresores no serán víctimas pero tarde o temprano también acabarán sufriendo las consecuencias de haber hecho daño a los demás. Suelen ser niños con incapacidad para relacionarse satisfactoriamente, arrastran muchos problemas y la manera de ocultarlos y de engañarse a sí mismos, sería dañando a los demás.
Aunque aparentemente den una imagen de fortaleza y poder, en el fondo no se sienten bien consigo mismos.
EL AGREDIDO NO ES ESCOGIDO POR SER MÁS O MENOS VÁLIDO
Si una persona ha sido víctima de un maltrato, sería positivo que supiera que ella no ha sido escogida porque valga menos que los demás ni porque sea merecedora de recibir un castigo. Los agresores escogen a quien tiende a no quejarse, a quien no pone resistencia, pero nada tiene que ver con la valía personal.
De hecho hay grandes estrellas que han sido víctimas de “bullying”, como Sandra Bullock, Tom Cruise, Eva mendes, Kate Winslet, etc… salieron adelante volviendo a confiar en ellos mismos y lograron no sólo hacer vida normal, sino sacar hacia afuera sus grandes talentos como actores. A menudo las personas más talentosas son las más acosadas, ya que destacan, son diferentes a los demás y en la etapa de la niñez y adolescencia, lo diferente es rechazado.
8 CONSEJOS PARA CURAR LAS HERIDAS DEL ACOSO
1-Vigila tu diálogo interior, procura que esté libre de odios y desprecio personal, recuerda que fuiste una víctima y el haber sufrido acoso no tiene nada que ver con la valía personal.
2-No dejes de hacer actividades ya que tener la mente ocupada es de vital importancia y si es en compañía de seres queridos o buenas amistades mucho mejor.
3-Perdón interior. Odiar y maldecir a los acosadores no arregla las cosas, sería bueno reflexionar sobre los problemas que arrastran los agresores y cambiar el odio y rencor por pena, ya que sufren algún tipo de patología social y se descargan con las buenas personas, sensibles e incapaces de hacer daño.
4-Fomenta tus habilidades. Es importante dedicar tiempo a halagarse por las virtudes que se poseen. Después de un acoso, la autoestima queda muy resentida, por ello sería bueno tratar de desarrollar las virtudes practicando la actividad en la que se sobresale positivamente.
5-No dejes que los errores de los demás te afecten a ti. Recuerda que un acosador lleva a cuestas muchos problemas, por ello nada de lo que te dijera o hiciera debería ser tomado de forma personal, ya que el problema era del acosador y tú simplemente tuviste la mala fortuna de cruzarte en su camino.
6-Stop al auto-rechazo y auto-castigo. Evita pensamientos autodestructivos, cada vez que sientas que no mereces la pena, recuerda que esos pensamientos son sólo las secuelas de una agresión, pero son pensamientos erróneos porque tú eres una persona muy valiosa que merece volver a ser feliz.
7-Cuídate más que nunca. Trata de llevar una vida sana, buena alimentación, practicar ejercicio, arreglarse, etc.. todo el cuidado que uno mismo pueda dedicarse mejorará el estado emocional.
8-Todo sucede por algo. Es bueno pensar que todo en esta vida ocurre para enseñarnos algo. El camino de la vida nos pone muchas espinas por delante pero cada vez que algo se supera, la persona se renueva, madura y crece.