El movimiento slow, un nuevo enfoque para saborear la vida

El movimiento slow es una alternativa al frenético ritmo de vida occidental que aboga por tomarse tiempo para saborear cada instante.
El movimiento slow, un nuevo enfoque para saborear la vida
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 24 febrero, 2022

Antes de hablar del significado de slow, presta atención a lo siguiente. En Francia hay un tren que viaja a 574.8 km/h. En Japón hay un McDonald’s que promete servir tu hamburguesa en menos de 60 segundos. Y en Estados Unidos hay un barbero famoso por realizar 34 recortes en una hora. Son hechos que, por lo general, producen admiración. Asociamos rapidez con eficacia y productividad.

Sin embargo, esta cultura donde queremos obtenerlo todo de forma rápida e inmediata, trae aparejado un aumento del estrés. No saboreamos nuestra comida, no cultivamos el arte de hacer las cosas bien hechas. En otras palabras, no disfrutamos el viaje por estar tan enfocados en llegar a nuestro destino.

El resultado de todo ello es una vida apresurada, desconectada del medio natural y de nosotros mismos. Vivimos en ciudades anónimas, repletas de individuos que corren sin saber hacia dónde se dirigen. Por eso muchas personas han adoptado el punto de vista Slow.

¿Qué es el movimiento Slow?

Mano señalando cara feliz

Slow (lento, en inglés, opuesto a fast, rápido) es un movimiento que propone tomarse el tiempo necesario para producir algo de calidad, disfrutar el proceso y adaptarse al ritmo natural del planeta. Se originó en los años ochenta, en protesta por el establecimiento de un restaurante de comida rápida en una parte histórica de una ciudad italiana.

Así, este movimiento comenzó estando relacionado específicamente con el tema de la comida, defendiendo el arte de producir un plato original, saludable y delicioso, en vez platos estandarizados. Desde sus inicios, se enfatizó la idea de que comer no significa solo “llenar nuestro tanque de gasolina” para seguir hacia adelante. Por el contrario, se trata de una experiencia social que puede y debe ser placentera.

Este enfoque innovador fue adoptado más tarde por muchos grupos diferentes y ha sido implementado en diversos campos. Por lo tanto, lo que comenzó siendo un interesante “cuestionamiento gastronómico” terminó convirtiéndose en toda una filosofía de vida que nos ofrece una alternativa al desfrenado ritmo occidental.

Ámbitos de aplicación

Moda

Hoy en día las modas cambian a cada instante. Con la producción en masa, muchos opinan que la calidad de la ropa popular ha bajado tanto que hasta la describen como ‘desechable.’ Los zapatos, camisas, pantalones se rompen después de usarlos solo unas cuantas veces.

Cada vez es más común encontrarse con un vestido igual que el tuyo al asistir a un evento grande donde habrá muchas personas. Por ello, en la actualidad es difícil afirmar que la ropa representa una expresión de la individualidad. En un mundo con costumbres tan efímeras en el vestir, el enfoque Slow en la moda se centra en fabricar piezas clásicas de calidad que duran años, si no toda la vida.

Construcción

A diferencia de las casas dentro del tejido urbano, las cuales parecen estar todas cortadas con el mismo patrón, los hogares slow permiten que la persona se sienta conectada con su entorno. Para lograrlo existen una serie de recomendaciones a tener en cuenta a la hora de construir tu propio hogar slow.

En primer lugar es muy beneficioso hacer un buen uso de la luz natural, esto permite que tu organismo se conecte con los ritmos naturales y tus patrones sueño-vigilia sean más adecuados y saludables. Por otro lado, son preferibles los espacios abiertos y multifuncionales que se adapten de forma flexible a tus actividades.

Además, es recomendable escoger una una ubicación cercana a tu lugar de trabajo. De esta forma podrás ir caminando, lo que te ayudará a realizar ejercicio y disfrutar de un agradable paseo al aire libre.

Vida slow

De todos los ámbitos de aplicación, sin duda, el más sencillo y beneficioso es el personal. Adoptar los principios de la filosofía slow en tus patrones de pensamiento seguramente cambiará tu forma de ver la vida. Aquí te presentamos algunos de ellos para que puedas comenzar a ponerlos en práctica:

  • Valora las relaciones sociales y dedica tiempo a forjar un vínculo de calidad con quienes te rodean
  • Sal de la rutina y explora nuevos lugares y perspectivas
  • Frena las prisas y disfruta cada momento, vive con intensidad, implícate en tu presente
  • Practica la introspección, conócete y conéctate contigo mismo
  • Aprende a mantener la calma, la serenidad y la paciencia. Comienza a fluir con los acontecimientos y suelta el control

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  • Cabanilla, E. (2011). Turismo lento o slow tourism para disfrutar de los pequeños detalles. 
  • Kalpana
  • , (5), 33-36. Rivas, D. El movimiento lento en su contexto socioeconómico.

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