El reloj de nuestro cuerpo

El reloj de nuestro cuerpo
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 23 agosto, 2023

Los ritmos circadianos, para empezar, son los cambios que ocurren en relación a la mente, el comportamiento y la biología y tienen una duración de unas 24 horas. Se relacionan con el ciclo de la luz del sol y la oscuridad donde se vive la persona. No sólo modifica a las personas, sino también a los animales, las plantas y los organismos unicelulares (bacterias y algas). El estudio que se encarga de los ritmos circadianos se llama “cronobiología”.

Estos sirven para poder sincronizar la actividad corporal y la conducta según los cambios que se producen en el entorno. El cuerpo humano regula por sí mismo los ritmos circadianos, aunque también hay factores externos que influyen, sobre todo la luz.
Los cambios lumínicos están relacionados a la supervivencia, son vitales para todos los seres, ya sea que se trate de animales diurnos o nocturnos. Los roedores pequeños como los lirones o las ardillas voladoras, así como los mamíferos del tipo comadreja cazan por la noche ya que evitan el acecho de los depredadores que salen cuando es de día. Así, cuando el sol está presente permanecen escondidos y aprovechan la luna para buscar su alimento. De esta manera, los ritmos circadianos ayudan a organizar una conducta y optimizan la adaptación al ecosistema.

En los seres humanos, algo que indica la presencia de los ritmos circadianos es el típico “abrir los ojos antes de que suene el despertador”. Si eso te ocurre seguido es porque están ajustados y funcionan a la perfección. Este mecanismo interno nos permite anticiparnos a ciertos eventos que ocurren a diario o periódicamente. Ya que estamos habituados a despertar siempre a la misma hora, el cuerpo ya está “programado” a dormir hasta un momento puntual (esto se cumple si siempre nos acostamos a la misma hora también). Sin que lo programes, el cuerpo se despierta en ese momento justo.

La clave está en respetar la regularidad y el orden de los horarios. Si mantienes tu agenda a raya y siempre cumples con las horas para dormir, comer, trabajar, estudiar, etc, los ritmos circadianos funcionarán perfecto. Si contrario a ello hacemos un desbarajuste de los horarios, tenemos diferentes horas para levantarnos, acostarnos, cenar o almorzar, el cuerpo se va desequilibrando, por lo cuál los ritmos circadianos estarán influidos negativamente, por lo cuál puedes notar que descansas menos o te sientes con sueño por más de que hayas dormido ocho horas seguidas.

Se ha descubierto que existe un componente genético relacionado a los ritmos circadianos. Los experimentos indican que éstos se heredan. Además, son independientes a la temperatura ambiente. Si ello fuera así, los animales no podrían estimar el tiempo cuando aumentan o disminuyen los grados, esto sería entones un gran problema para la cadena alimentaria y los diferentes ecosistemas.

Se sabe también que los ritmos circadianos son resistentes al efectos de diversas sustancias químicas que sin afectan al sistema nervioso, pero si existen algunos medicamentos que hacen mella en ellos.

Los factores que alteran los ritmos circadianos: trabajos con turnos rotativos o nocturnos, fármacos, cambio de zona horaria por viajes (conocido como jet lag), embarazo y abuso en el consumo de bebidas alcohólicas.

¿Cuál es la diferencia con el reloj biológico?

Se suele decir mucho en relación al “reloj biológico” y en la mayoría de los casos nos estamos refiriendo a los ritmos circadianos. Si bien no son lo mismo están bien interconectados. El reloj biológico controla los ritmos circadianos que poseen los diferentes grupos de células, las cuáles se distribuyen por el cuerpo. Entones, el reloj biológico actúa como una especie de “ordenador central” y está en el cerebro, se lo conoce como NSQ (núcleo supraquiasmático). Influye en ciertas actividades que realizamos a diario como por ejemplo el sueño, la conducta sexual, el hambre o el rendimiento intelectual, sea para el estudio o para el trabajo.

Imagen cortesía de sparkstudio


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