¿En qué consiste la hipersomnia y cuál es su origen?
Se estima que la hipersomnia afecta, aproximadamente, a un 4-6 % de la población. Es una queja común que muchas veces no es completamente identificada… ni siquiera por quien la padece. Suele confundirse con cansancio o fatiga, y su origen puede ser muy diverso. Por ello, para atinar en la intervención, el mejor punto de partida es una evaluación precisa.
A pesar de que muchas personas hayan normalizado la presencia de esta somnolencia excesiva en su vida, las consecuencias son importantes. Con frecuencia aparecen problemas de concentración y de memoria.
Además, el humor se ve alterado y se produce una gran interferencia en las actividades cotidianas. A continuación, trataremos de conocer más acerca de esta condición neurológica y sus posibles causas.
¿En qué consiste la hipersomnia?
La hipersomnia es también conocida por el nombre de somnolencia diurna excesiva. Hablamos de un estado fisiológico que promueve el sueño en horas o momentos del día inapropiados. Así la persona experimenta una sensación subjetiva de sueño durante el día, que dificulta su normal funcionamiento. Para alcanzar un diagnóstico de hipersomnia es necesario que este síntoma tenga lugar a diario, durante al menos tres meses.
No siempre resulta sencillo identificar qué es exactamente lo que sucede. Muchos individuos pueden pensar que se encuentran excesivamente cansados sin tener muy claro el motivo por el que esto ocurre. Pero, para facilitar la detección de la hipersomnia, hemos de pensar en qué grado sentimos somnolencia en situaciones tales como:
- Viendo la televisión.
- Yendo como pasajero en un coche durante trayectos de una hora.
- Sentado en un espacio público, como el cine o una conferencia.
- Leyendo un libro.
- Descansando sentado después de comer.
Si es probable que durante la mayoría de estos casos sintamos una acuciante sensación de sueño, seguramente nos encontremos ante este síndrome. Sin embargo, las causas que lo provocan son variadas y pueden diferir de forma significativa entre una persona y otra. Así, será importante explorar el origen para poder poner remedio y paliar sus consecuencias.
¿Cuál es el origen de la hipersomnia?
Insuficiente cantidad o calidad del sueño
Para funcionar correctamente durante el día todos necesitamos disfrutar de periodos nocturnos de descanso suficientemente extensos y reparadores. Cuando, de manera crónica, dormimos menos tiempo del recomendado, la privación de sueño pasa factura. Así, puede encontrarse hipersomnia en quienes tienden a dormir cinco horas o menos cada noche, de forma continuada.
Esto puede ocurrir por problemas de insomnio como consecuencia de un estilo de vida en que la persona decide restringir sus horas de sueño por motivos laborales o sociales. De este modo les resultará difícil levantarse por las mañanas y podrán experimentar episodios bruscos de somnolencia durante el día.
Del mismo modo, si el sueño nocturno se ve interrumpido o fragmentado no resultará suficientemente reparador. Quienes padecen insomnio de mantenimiento, síndrome de piernas inquietas o trastornos respiratorios pueden despertarse en varios momentos durante la noche. Con el consiguiente decremento en la calidad del sueño y la aparición de hipersomnia.
Trastornos primarios del sueño
Varios trastornos cuentan con la hipersomnia como uno de sus síntomas principales. Por ejemplo, la narcolepsia suele dar inicio con una somnolencia diurna excesiva a la que, más adelante, se añaden otros síntomas como cataplejía, parálisis del sueño y alucinaciones hipnagógicas.
Igualmente, trastornos, como la hipersomnia idiopática o el síndrome de Kleine-Levin, cursan con este síntoma. En ellos se produce un aumento considerable de las horas totales de sueño, así como accesos, más o menos irresistibles, de sueño diurno.
Otras causas
Entre las múltiples causas de la somnolencia diurna excesiva, podemos encontrar también encefalopatías, traumatismos o demencias. Incluso, puede ser un síntoma en episodios depresivos o estar originada por el consumo de ciertos fármacos.
Se trata, en definitiva, de un síntoma común a numerosas condiciones orgánicas, neurológicas y psíquicas. Su presencia dificulta que quien la padece lleve una vida funcional y satisfactoria, ya que sus funciones cognitivas y su estado emocional pueden verse alterados.
Si piensas que tú, o alguna persona cercana a ti, podéis encontraros en esta situación será importante consultar con un especialista. En algunos casos este síntoma nos alertará de la presencia de otras condiciones que requieren intervención. Y, en otros, simplemente nos invitará a ser más cuidadosos y regulares con nuestros patrones de sueño.
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