Enoclofobia o miedo a las multitudes
Seguro que conoces a alguien que tenga miedo a las multitudes: a estar en medio de mucha gente, en discotecas, manifestaciones, centros comerciales… Pueden que te digan comentarios como “siento que me ahogo” o “me da miedo que ocurra una avalancha“. También puede que seas tú mismo quien lo padece. Se trata de la enoclofobia.
Sin ir más lejos, el desastre del Madrid Arenas en el año 2012 se relaciona con este fenómeno, ya que cinco personas perdieron la vida estando en medio de una gran multitud. En este artículo, hablaremos de lo que implica esta fobia específica, de por qué aparece y de cómo podemos tratarla. Además, indagaremos en la cuestión de hasta qué punto es normal temer las multitudes.
Enoclofobia o miedo a las multitudes: ¿qué es?
La enoclofobia (también denominada demofobia) es una fobia específica que se traduce en un miedo intenso, irracional y desproporcionado a las multitudes (es decir, estar en situaciones o espacios con mucha gente aglomerada, por ejemplo un centro comercial, una manifestación, etc.).
Otro de sus síntomas es la evitación de dichas situaciones (o la resistencia de las mismas con elevada ansiedad). Las fobias específicas, como el caso de la enoclofobia, se categorizan en el DSM-5 como trastornos de ansiedad.
Por otro lado, debemos diferenciar el miedo de una fobia. Los miedos son adaptativos y hasta cierto punto normales (son respuestas del organismo ante situaciones de peligro, reales o imaginadas); en cambio, en las fobias ese miedo es excesivo y desproporcionado, además de paralizante (interfiere en la vida del individuo).
El miedo a las multitudes o enoclofobia es más frecuente en mujeres que en hombres y suele aparecer a la edad adulta temprana (aunque también podría aparecer antes o después).
“Sé que pueden llamarme orgulloso, pero odio las multitudes”.
-Walter Savage Landor-
¿Un miedo irracional?
Aunque una de las características de las fobias es que el miedo que se esconde tras ella es irracional, también es cierto que muchas de ellas esconden una parte de verdad. ¿A qué nos referimos? A que muchos de los miedos que acaban desencadenando una fobia provienen en realidad de miedos primitivos, es decir, de miedos que nuestros antepasados ya tuvieron por razones evolutivas, y en búsqueda de la supervivencia (por ejemplo miedo a las alturas, a los tiburones, a las serpientes, al fuego…).
En el caso del miedo a las multitudes, ¿sería lógico tenerlo? En parte sí y en parte no; racionalmente, es lógico que tengamos miedo de estar en medio de una multitud, ya que dentro de ella podríamos llegar a morir ahogados; también es más fácil que nos roban, o que nos golpeen sin querer, etc. Sin embargo, insistimos; cuando hablamos de fobia significa que ésta ya interfiere en la vida de la persona, y además, le produce un intenso malestar.
Diferencias con la agorafobia
Conviene diferenciar el miedo a las multitudes (enoclofobia) de la agorafobia; en el caso de la agorafobia, el miedo aparece ante la posibilidad de no poder escapar en una situación de emergencia o de padecer un ataque de pánico y no poder recibir ayuda. Aunque la agorafobia pueda darse en espacios con mucha gente no es requisito imprescindible y por ello difiere de la enoclofobia.
Causas del miedo a las multitudes
¿Por qué se produce el miedo a las multitudes? Generalmente, las fobias se “aprenden” (no nacemos con ellas) a través de diferentes procedimientos; por experiencias directas traumáticas con el objeto o situación fóbica, por observación (procedimiento vicario), etc.
Así, una persona que haya sufrido una situación en la que se haya sentido abrumada, con falta de aire/sensación de ahogo o incluso aplastada en medio de una multitud, podría desarrollar enoclofobia (es decir, por una experiencia traumática). También puede desarrollar miedo a las multitudes alguien que haya experimentado un ataque de pánico en medio de una de ellas (lo que también se relaciona con la agorafobia).
Por otro lado, hay autores que hablan de que ciertas personas poseen una vulnerabilidad (genética) a padecer ansiedad o trastornos de ansiedad. Es por ello que si a esta vulnerabilidad le sumamos una situación traumática o haber observado personas que desarrollan miedo a las multitudes (aprendizaje vicario), es más probable que se desarrolle este tipo de fobia.
Síntomas
Los dos síntomas primordiales del miedo a las multitudes, como ocurre con toda fobia específica, son: ansiedad o miedo intenso, irracional y desproporcionado al objeto o situación fóbica (en este caso, las multitudes) y evitación de dichas situaciones. Eso sí, en lugar de aparecer evitación, también puede darse que la persona resista ir a los sitios con muchísima gente, pero con elevada ansiedad (o bien con un amuleto, siempre acompañada, etc.).
Más allá de lo comentado, los síntomas de la enoclofobia son de tres tipos diferentes:
- Cognitivos: pensamientos irracionales del tipo “voy a morir aplastado”, “me voy a ahogar”, etc.
- Fisiológicos: taquicardia, mareos, vómitos, palpitaciones, sudoración excesiva, etc.
- Conductuales: la ya mencionada evitación.
En relación a los síntomas fisiológicos, especificar que estos pueden asemejarse a los que aparecen en un ataque de pánico, e incluyen:
- Temblores.
- Malestar.
- Hiperactivación.
- Dolores de cabeza.
- Opresión/dolor en el pecho.
- Sensación de falta de aire.
- Hiperventilación.
- Etc.
¿Cómo superar el miedo a las multitudes?
Según la Guía de tratamientos psicológicos eficaces de Pérez et al. (2010), en terapia psicológica existen dos tratamientos que han demostrado ser eficaces para tratar las fobias específicas: la terapia por exposición y la terapia cognitiva. En la terapia por exposición, en el caso de la enoclofobia, se expondría al paciente gradualmente a las situaciones fóbicas, a través de una jerarquía de ítems.
Por otro lado, a través de la terapia cognitiva, se intentarían modificar los pensamientos irracionales o disfuncionales asociados al miedo a las multitudes, como por ejemplo “moriré ahogado“, “me van a aplastar“, etc. Esto último se hace, principalmente, a través de la reestructuración cognitiva, que implica cambiar la forma de pensar por otro más realista y adaptativa.
Por otro lado, también se han utilizado ansiolíticos a la hora de reducir la sintomatología de los trastornos de ansiedad; sin embargo, para conseguir resultados profundos, verdaderos y a largo plazo, lo ideal será siempre recibir ayuda psicológica, a través de la psicoterapia. Por último, piensa que una fobia específica, al igual que se “aprende”, también se puede desaprender.
El objetivo es que los síntomas que están intrínsecamente asociados o unidos a la situación de estar con mucha gente, queden desemparejados y el cuerpo ya no los desarrolle ante tales situaciones. Así que, si quieres superar el miedo a las multitudes porque realmente este problema está interfiriendo en tu día a día, no lo dudes: ¡pide ayuda!
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- American Psychiatric Association –APA- (2014). DSM-5. Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Madrid: Panamericana.
- Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen I y II. Madrid: McGraw-Hill.
- Pérez, M., Fernández, J.R., Fernández, C. y Amigo, I. (2010). Guía de tratamientos psicológicos eficaces I y II. Madrid: Pirámide.