Envejecer en casa: alternativas para nuestros mayores
El incremento del número de personas mayores y de la esperanza de vida está originando un aumento de la población. Teniendo en cuenta lo que dice la ONU (2019), el aumento de la población mayor de 65 años está a punto de convertirse en una de las transformaciones sociales más significativas del siglo XXI.
Este envejecimiento conlleva consecuencias para casi todos los sectores de la sociedad. Hacerse mayor implica, en mayor o menor medida, una deterioro de las capacidades de las personas. Por ello, en ocasiones, necesitamos alternativas para facilitar la vida de nuestros mayores, sobre todo a aquellos que deseen envejecer en casa.
Según datos del informe “Perspectivas de la población mundial 2019“, en 2050, una de cada seis personas en el mundo tendrá más de 65 años (16%). Así, ese mismo informe citado anteriormente estima que el número de personas de 80 años o más se triplicará, de 143 millones en 2019 a 426 millones en 2050.
Como dice la Sociedad Española de Medicina Geriátrica (SEMEG) un deterioro funcional y, por tanto, la pérdida de autonomía de las actividades básicas de la vida diaria puede acabar en la institucionalización. Por ello, hoy queremos hablar acerca de las facilidades y alternativas existentes para que las personas mayores puedan tener una buena calidad de vida a lo largo de la vejez.
“Cuando me dicen que soy demasiado viejo para hacer una cosa, procuro hacerla enseguida”.
-Pablo Picasso-
Adaptaciones alternativas para envejecer en casa
En la actualidad, ha cambiado mucho el modelo de vivienda. Ahora mismo, tenemos varias formas que permiten a las personas mayores mantener su independencia lo máximo posible y envejecer en su casa:
- Viviendas tuteladas.
- Viviendas intergeneracionales.
- Cohousing.
Pero, ¿qué pasa cuando quieren mantener su vivienda tradicional? Hay otras formas de facilitarlo:
- Debemos eliminar las barreras que existan en el domicilio. Evitar las escaleras para el acceso a la vivienda y para la deambulación dentro de la misma. De igual manera, si fuera necesario, ensanchar las puertas para permitir el paso a sillas de ruedas y similares.
- Otra de las medidas a llevar a cabo sería sustituir la bañera por un plato de ducha al mismo nivel del suelo. Además, colocar barras de sujeción, suelo antideslizante e, incluso, sillas de baño.
- En la cocina, por ejemplo, sería conveniente poner a una altura baja todo lo necesario. Debemos evitar que los mayores se agachen o se suban para alcanzar los útiles. En cuanto a la vitrocerámica, existen alternativas con sistema de temporizador y con autoapagado.
- Disponer de sensores de humo o de caída en el domicilio. Estos dispositivos están al alcance de los usuarios de algunos servicios públicos como la teleasistencia.
- Buena iluminación.
- Evitar alfombras o adornos a nivel del suelo para prevenir caídas o tropiezos.
- Instalación de barandillas en los pasillos para facilitar la deambulación sin ayudas técnicas dentro de la casa.
Adaptaciones del entorno urbano
Debemos tener en cuenta que las personas, según avanzan en edad, presentan más limitaciones físicas. Esto, por lo tanto, implica dificultad para enfrentar las barreras arquitectónicas, el tráfico o la inseguridad ciudadana, entre otros.
Así, esas dificultades que nos encontramos en el entorno generan caídas, atropellos y, por ende, una sensación de miedo entre los mayores que provoca su aislamiento e inactividad.
Por ello, queremos remarcar algunos aspectos que facilitarían la vida a las personas mayores (García, Sánchez y Román, 2019):
- Equipamiento de los entornos de recursos públicos: dotar de infraestructuras tales como hospitales, centros de día, centros de mayores…
- Establecimientos necesarios para el desarrollo de su vida cotidiana: farmacias, supermercados, tiendas…
- Eliminación de barreras arquitectónicas: escaleras, rampas con mucha inclinación… Así como aprovisionar de asientos y baños públicos.
- Incorporación de una buena señalización, además de una iluminación que de una mayor seguridad.
Servicios y prestaciones destinados a las personas mayores
- Telasistencia: este sistema se caracteriza por ser un servicio de prevención y acompañamiento. En muchas ocasiones, es la propia administración pública la que lo oferta. Es inmediato y permanente. Además, aporta seguridad tanto al mayor que desea permanecer en su domicilio y envejecer en casa, como al resto de la familia.
- Servicio de ayuda a domicilio: es una prestación destinada a facilitar el desarrollo o mantenimiento de la autonomía personal. Al contrario de lo que mucha gente cree, no es un servicio doméstico de limpieza. Su objetivo es fomentar la independencia de los usuarios ayudando y apoyando en las actividades básicas de la vida diaria.
- Servicio de comida a domicilio.
- Prestación de cuidados en el entorno familiar o similar: esta prestación es una ayuda económica que se da al cuidador principal que atiende a la persona mayor o dependiente. Sería una de las alternativas destinada a personas mayores que no quieren o no pueden disfrutar de la ayuda a domicilio.
En definitiva, dotar y proveer de todas estas facilidades y recursos a las personas mayores no solo sería un beneficio para ellos. Debemos tener en cuenta que todos, en algún momento, seremos mayores. La calidad de vida en esta etapa de la vida es su derecho y nuestra obligación.
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- Aguilar Aguirre, I. (2019). Envejecimiento activo: la vivienda como centro de la estrategia. García-Valdez, M. T., Sánchez-González, D., & Román-Pérez, R. (2019). Envejecimiento y estrategias de adaptación a los entornos urbanos desde la gerontología ambiental.
- Estudios demográficos y urbanos
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- Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social
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