La espiral del silencio: cuando callamos por miedo al rechazo
La espiral del silencio define una conducta en la que alguien (una minoría) opta por callarse su opinión por temor a las represalias del grupo dominante (la mayoría). Si lo pensamos bien, este fenómeno social es algo que todos hemos experimentado alguna vez. Es la inquietud soterrada que uno siente al percibir que su punto de vista difiere del que asume el resto del entorno.
Para dar un ejemplo de esta teoría, Hans Christian Andersen nos dejó una curiosa fábula. Imaginemos a dos tejedores que se presentan ante un poderoso emperador y su corte. Le explican que han elaborado la ropa más hermosa del mundo, una cuyo tejido solo es visible para las personas inteligentes.
Lo cierto es que esos dos tejedores eran unos embaucadores que van de reino en reino engañando a los incautos. Sin embargo, a pesar de ello, siempre tienen éxito, porque nadie se atrevió nunca a decir que no veían nada. Así, cuando el emperador se colocó aquellos ropajes inexistentes, todos elogiaron sus vestiduras a pesar de que lo único que veían era su desnudez.
El temor a ser señalados, rechazos y ser las voces que difieren ante una mayoría nos aboca irremediablemente a esa espiral silenciosa tan habitual en nuestra sociedad. Lo analizamos a continuación.
“La mitad del mundo tiene algo que decir, pero no puede; la otra mitad no tiene nada que decir, pero no calla”.
-Robert Frost-
¿En qué consiste la espiral del silencio?
La espiral del silencio es una teoría que tiene su origen en la comunicación de masas y la ciencia política. Fue propuesta por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann en 1977, a raíz de su exitoso libro La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social.
La intención de la autora con este trabajo era comprender por qué algunas personas optan por callarse determinadas opiniones, hechos o vivencias frente a grupos que intuyen que no van a compartirlas. Así, lo primero que nos puede venir a la mente es por “miedo”. Porque esta dinámica de comportamiento es algo que muchos vemos con frecuencia en los entornos laborales.
Por ejemplo, ante situaciones de acoso, abundan los que prefieren callar lo que ven por temor a la presión del grupo, perder el trabajo o, más aún, ser el próximo en sufrir esas conductas de intimidación. En efecto, Noelle-Neuman explicó que la espiral del silencio se alimenta en realidad de dos tipos de miedo: el de quedar aislados y el de sufrir posibles represalias.
Una de las teorías más investigadas de la psicología de la comunicación
La teoría de la espiral de silencio nos dice que lo más probable es que estemos dispuestos a comunicar nuestras opiniones si creemos que coinciden con las de la mayoría. Por contra, si tenemos la sensación de que aquello que sentimos u opinamos no está en consonancia con aquello que asumen los demás, lo común es no decir nada. Por no expresar y refugiarnos en el silencio.
Este tipo de reacción tan recurrente entre los grupos sociales siempre ha sido objeto de estudio por parte de la psicología de la comunicación. De este modo, estudios más recientes, como los realizados por la Universidad de Viena, señalan algo interesante.
Las personas que se sienten parte de la mayoría se perciben a sí mismas más dominantes. Además, sus opiniones se tornan ruidosas y persistentes. Lo curioso es que esas opiniones de la gran masa no siempre son verídicas ni consistentes. Sin embargo, basta con que un grupo amplio defienda algo para que ese enfoque se vuelva más mayoritario. A pesar de que exista una minoría que opine lo contrario y opte por guardar silencio.
La mayoría de nosotros queremos sentirnos aceptados y respetados por los demás. En ocasiones, esto nos aboca a tener que fingir que estamos de acuerdo con las opiniones ajenas. Aunque en nuestro interior, defendamos lo opuesto.
¿La ley del silencio es reflejo de nuestra cobardía? En absoluto
Llegados a este punto es posible que más de uno asuma que la ley del silencio es el reflejo de nuestra cobardía. Nada más lejos de la realidad. Fingir que estamos de acuerdo con la mayoría es el reflejo de nuestro instinto de supervivencia.
La politóloga Noelle-Neumann explicó que las personas disponemos de un sexto sentido: el órgano cuasi-estadístico . Este radar interno nos permite sondear el clima de opinión de nuestro entorno para meditar nuestras actuaciones y respuestas. Si percibimos que hay una opinión dominante, lo más común es que nos ajustemos a dicha perspectiva.
La razón de por qué aplicamos la espiral del silencio responde a nuestra necesidad básica por no sentirnos aislados. También por no sufrir las posibles represalias de los demás. Recordemos una vez más que los seres humanos somos criaturas sociales, y pocas cosas son tan traumáticas como ser rechazados, vivir en el aislamiento… O ser atacados.
Cuanto más amplia sea esa brecha entre la opinión propia (minoritaria) y la de los demás (mayoritaria) mayor será la probabilidad de que recurramos al silencio o peor aún, asumir el enfoque de la gran masa.
El poder de los medios para manipular nuestra percepción social
Este dato no deja de ser interesante. Los medios y la publicidad son grandes hostigadores y moldeadores de la espiral del silencio. Pensemos en ello. Las redes sociales son a día de hoy nuestra ventana para ver y entender el mundo. Es muy frecuente que en ese escenario digital fluyan opiniones que de pronto se vuelven mayoritarias.
Vemos mensajes y noticias que se vuelven virales e incluso a influencers defender determinados puntos de vista. De pronto, ese sexto sentido que Noelle-Neumann definió como órgano cuasi-estadístico se da cuenta de que el clima de opinión va en una dirección muy marcada. ¿Qué pasa si nos atrevemos a ofrecer un punto de vista del todo opuesto?
Lo más probable es que seamos víctimas de una campaña de acoso y derribo en redes sociales. Por ello, en muchas ocasiones, optamos por caer en picado en esa espiral del silencio que, como los tres monos sabios de Confucio, eligen no ver, no oír y callar.
Aunque, tengámoslo presente: hay veces en las que merece correr el riesgo. Seamos una voz solitaria en medio de la gran masa, porque al fin y al cabo vale la pena ser coherentes con nuestros principios y valores.
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- Noëlle-Neumann, Elisabeth. La espiral del silencio. Opinión pública: nuestra piel social, Paidós. Barcelona, 1995.
- West, Richard y Turner, Lynn. Teoría de la comunicación: Análisis y Aplicación. McGraw-Hill. Aravaca, 2005.