¿Está alineada tu carrera laboral con tus propósitos?
¿Te has despertado alguna vez para ir a trabajar y has deseado que te tocase la lotería para no volver nunca más? Para muchas personas, ir al trabajo supone todo un martirio, ya sea porque creen que no les pagan lo suficiente o porque piensan que podrían estar en un puesto superior. Ahora bien, la pregunta que seguro nunca se han hecho es si está alineada su carrera laboral con sus propósitos.
En ocasiones, no somos conscientes de las razones por las que acabamos en un determinado trabajo. Quizás solo sea por dinero o tal vez por adquirir experiencia. Pero, ¿qué ocurre si este trabajo no coincide con nuestros propósitos, con nuestros objetivos laborales y personales?
Imaginemos que trabajamos como administrativos. Es un empleo que encontramos rápido y no nos supuso demasiado esfuerzo, pero el único motivo por el que nos mantenemos en él es por dinero. En realidad, lo que nos gustaría sería montar una gestoría, es decir, nuestro propósito es emprender.
Empujados por nuestro entorno, y como habíamos estudiado administración y dirección de empresas, escogimos la salida más obvia. No obstante, cada día es un agobio porque nuestro trabajo no nos llena del todo. Nos sentimos aburridos y sin ganar de ir. Sin embargo, el miedo, la comodidad y el dinero que recibimos a final de mes nos encadenan a seguir en ese empleo que no saboreamos del todo.
“El propósito de la vida no es ganar. El propósito de la vida es crecer y compartir”.
-Anónimo-
A veces, creemos que lo que estudiamos, aquello que define nuestra profesión, es lo que determina nuestra carrera laboral pero puede ser un grave error. La carrera laboral es un camino que tenemos que escoger de manera consciente y, si es posible, que se encuentre alineada con nuestros propósitos de vida.
Centrarnos en nuestros sueños
Así, nuestra carrera laboral no se reduce a conseguir un puesto de trabajo y ganar dinero. Pensar de esta manera provoca que muchas personas se encuentren insatisfechas, que cuenten los festivos para saber cuándo no tienen que trabajar y los días que les quedan para volver a tener esas ansiadas vacaciones. En definitiva, en vez de disfrutar de su empleo, lo experimentan como una cuenta atrás hasta los días libres.
Todo el mundo tiene un deseo, unos objetivos laborales, o lo que podríamos denominar también un sueño. Algo, quizás, vocacional, un trabajo que todos desempeñaríamos con gusto y que, si llegado el momento dejase de llenarnos, lo abandonaríamos sin temor para seguir avanzando y construyendo nuestra carrera laboral. De hecho, si esta se encuentra alineada con nuestros propósitos de vida no nos dejaremos atrapar por el miedo, la pereza y la comodidad.
“El miedo nos impide salir de la zona de confort; tendemos a la seguridad de lo conocido y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona”.
-Anónimo-
Ahora bien, ¿cómo empezar nuestra carrera laboral? No hay que soñar con imposibles, sino pararnos a analizar qué nos gusta hacer, en qué actividades o tareas somos buenos e incluso, en qué podemos mejorar. El siguiente paso es pensar la utilidad que puede tener eso a lo que nos gustaría dedicarnos. ¿Ayuda a los demás? ¿Facilita la vida a alguien? ¿Cuál es su principal aporte?
¿Cómo saber si vamos encaminados?
Aunque pensemos en todo lo anterior, puede surgirnos la duda de si estamos optando por el mejor camino. Para ello, podemos responder a las siguientes preguntas:
- ¿Cuántas metas hemos cumplido? No estamos hablando de dinero, sino de logros a nivel laboral. Si por mucho que lo pienses no crees haber cumplido ninguno, entonces tu carrera laboral y tu propósito no están alineados.
- ¿Nuestro trabajo está acorde con nuestros valores? El motivo por el que muchas veces no somos felices aunque ganemos dinero es porque nuestro trabajo no alberga ninguno de los valores que apreciamos o incluso, va en su contra.
- ¿Nos motiva nuestro trabajo? Esta es una pregunta muy importante. Si no tenemos oportunidades para desarrollar nuestras habilidades y ser productivos, y desarrollamos nuestro trabajo de manera automática, lo más probable es que nos estemos equivocando.
Las respuestas a estas preguntas pueden ubicarnos en qué punto estamos del camino y si quizás es un buen momento para replantearnos la situación. Quizás tan solo tengamos que ver el trabajo desde otra perspectiva o resolver algunos conflictos pendientes que nos están obstaculizando nuestro desarrollo laboral.
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”.
-Anónimo-
Existe una clara diferencia entre aquellos que tienen una carrera laboral satisfactoria y quienes solo se dedican a trabajar. Los primeros lo hacen por placer, les compensa estar en ese trabajo, les aporta algo. De alguna manera, su empleo les permite progresar poco a poco y mejorar en sus habilidades. Los segundos, ven el trabajo como una obligación que hay que soportar día tras día.
Nunca debemos conformarnos, no es cierto que no existan otras oportunidades. Ahora bien, nada se consigue sin empeño, esfuerzo y dedicación. ¿Por qué no sacar tiempo para formarnos en lo que en realidad nos gusta y así desarrollar la carrera laboral que nos sacará de la cama incluso cuando hayamos dormido escasas horas?
Todo es cuestión de voluntad, de ganas y de paciencia. Si queremos tener un trabajo satisfactorio, pensemos primero en nuestros propósitos para empezar a movernos y dirigirnos hacia ellos, aunque sea dando pasos muy cortos al principio.