Estrategias para hablar de temas sensibles
Sexualidad, metas de vida, sentimientos, relaciones y amistad son algunos de los temas sensibles que más problemas nos pueden causar al momento de hablar de ellos. La dificultad para tratar cada tema es diferente en cada persona, ya que depende mucho de la personalidad y características propias. Un tema que no tiene importancia para unos, es de excesiva importancia para otros.
Por esto, hoy vamos a brindar algunas estrategias para hablar de temas sensibles que nos pueden venir muy bien si queremos abordar algunas de las temáticas mencionadas. Porque no tenemos por qué no hablar de ellas.
Prepárate para la conversación
Hay algunas cosas que debemos tomar en cuenta antes de iniciar una conversación sensible, de esta forma podremos entender mejor nuestros motivos y tener argumentos más sólidos. Los aspectos más importantes a tomar en cuenta son los sentimientos, creencias e ideas. Este proceso resulta complicado, pero es necesario para tener una conversación más fácil y precisa.
“Solo cuando la mente está libre de ideas y creencias puede actuar correctamente”.
-Jiddu Krishnamurti-
Las preguntas que te pueden ayudar a organizar mejor tus ideas y argumentos antes de iniciar una conversación sobre un tema sensible son las siguientes:
- ¿Cuál es la situación que me está generando esta situación negativa?
- ¿Qué sentimientos estoy teniendo?
- ¿Cómo podría mejorar o cambiar la situación?
- ¿Busco estar bien o sólo estar tranquilo/a?
- ¿Qué busco conseguir?
- ¿Qué consecuencias tendrá esta situación en mi futuro?
- ¿Cuáles son las mejores soluciones?
- Si viera a otra persona en mi situación, ¿qué le recomendaría?
Desde luego que estas preguntas son muy complicadas de responder y necesitarás tiempo para pensar las soluciones. Pero una vez que hayas pasado por este proceso, te será más fácil mantener la conversación sobre esos temas sensibles que te están afectando.
Durante la conversación
Si ya estás listo para llevar a cabo esa conversación, lo primero que debes hacer es eliminar todas las distracciones posibles. Esto implica apagar celulares, televisión, computadora, etc. Cuando estés listo, comienza exponiendo tus sentimientos.
Habla de forma clara y directa sobre lo que estás sintiendo y pensando. Es importante que te expreses totalmente, que dejes ver tus sentimientos (frustración, estrés, tristeza, etc.) pero que no trates de culpar o atacar a la otra parte.
Cuando te hayas expresado, será momento de escuchar a la otra persona. Debes estar dispuesto a escuchar sin interrupción y de forma atenta, de la misma forma en que tú lo fuiste.
Consejos generales que debes tomar en cuenta
Por último, aunque quizá se trate de una conversación que abarca un tema sensible para ti, es importante tomar en cuenta los sentimientos de la otra persona. Algunas veces hacemos comentarios con los que buscamos defendernos, pero que lastiman a los demás y no ayudan a solucionar la situación.
También es vital escuchar activamente a la otra persona. Esto implica prestar atención a lo que nos dice, en lugar de enfocarnos en nuestro punto de vista. Una conversación de este tipo nos puede ayudar a definir límites y objetivos más claros.
“Cuando hablas, solo repites lo que ya sabes; pero cuando escuchas quizás aprendas algo nuevo”.
-Dalai Lama-
La importancia de hablar sobre temas sensibles
Los temas sensibles pueden provocarnos inseguridad, infelicidad, temor y colocarnos en situación que, creemos, serán negativas. Sin embargo, enfrentarnos a estas conversaciones puede ayudarnos a tomar control sobre ciertos aspectos que afectan nuestra vida. Pero lo más importante, hablar sobre temas sensibles ayuda a derrumbar nuestras limitantes.
¿Cómo abordas tú los temas sensibles? ¿Los evitas o los abordas? Te animamos a que pongas en práctica los consejos mencionados, para que a partir de ahora puedas tratarlos sin ninguna preocupación. Porque hablar sobre este tipo de temas es tan importante como si tratamos otros de otro tipo.
Cortesía de Carlos Magariños