Eutimia en el trastorno bipolar: la calma tras la tormenta
En mayor o menor medida, todos tenemos la noción de que el trastorno bipolar se caracteriza por alteraciones extremas del estado de ánimo, que pueden ir desde la depresión hasta la manía. Sin embargo, algo menos conocido es el hecho de que estos dos extremos no se van alternando constantemente entre sí. Realmente existe entre ellos un periodo tranquilo de aparente normalidad. Esta calma entre las tormentas es lo que se conoce como eutimia en el trastorno bipolar.
Al contrario de lo que se piensa, y a diferencia de lo que ocurre en otras patologías como el trastorno límite, los cambios en el estado de ánimo de los pacientes bipolares no son súbitos ni momentáneos. Es decir, la persona no experimenta variaciones durante el día. Por el contrario, tanto los episodios de manía como los depresivos suelen tener una duración de semanas o meses. Pero, además, tiene lugar un periodo interepisodios en el que la persona se encuentra libre de síntomas.
Entonces, ¿qué es exactamente la eutimia? ¿Cuál es la duración de estos espacios de calma? ¿Se encuentran realmente los pacientes en un estado de normalidad similar al que precedió a la enfermedad? ¿Hay algo que pueda hacerse para prolongar el tiempo en eutimia? Abordamos todas estas cuestiones a continuación.
¿Qué es la eutimia en el trastorno bipolar?
El trastorno bipolar se caracteriza por la presencia de distintos tipos de episodios que afectan drásticamente el estado de ánimo. Así, durante los episodios maníacos o hipomaniacos el paciente experimenta hipertimia. Esta se manifiesta como un ánimo anormalmente elevado que se acompaña de euforia, exceso de actividad, verborrea y toma de riesgos incontrolada.
Por otro lado, durante los episodios depresivos aparece un estado de ánimo hipotímico, caracterizado por pérdida del placer y el interés, pensamientos de culpa, alteraciones del sueño y el apetito y hasta ideas de suicidio. Incluso es posible que se presenten episodios mixtos que combinen manifestaciones de los dos anteriores.
De este modo, la eutimia en el trastorno bipolar hace referencia a los periodos entre la hipotimia y la hipertimia; momento en que el paciente se encuentra libre de síntomas, en un estado de sosiego y normalidad.
Eutimia es una palabra proveniente del griego que significa ‘buen ánimo’, indicando en este caso un ánimo apacible y estable; en contraposición a los extremos de los otros episodios.
En esta fase, la persona se encuentra en un estado de bienestar y relajación, teniendo el control sobre sus propios sentimientos. Está en posesión de sus facultades mentales y sus habilidades sociales y se desenvuelve con normalidad.
¿La eutimia implica ausencia de síntomas?
En primera instancia, se considera la eutimia como una fase de remisión. En ella, el ánimo se estabiliza y el paciente se normaliza. De este modo podría decirse que recupera el nivel previo a los episodios, manteniendo un funcionamiento diario normal. Sin embargo, ciertos estudios han encontrado hallazgos que ponen en duda esta definición.
Estos plantean que incluso en eutimia los pacientes bipolares pueden presentar algún tipo de enlentecimiento o deterioro cognitivo. Aparecen problemas de concentración, de aprendizaje o de memoria incluso en este intervalo interepisódico.
No obstante, aún no se ha determinado con claridad si estos cambios cognitivos son el resultado de la enfermedad, de la predisposición propia del paciente o de algún efecto secundario de la medicación administrada.
¿Cómo prolongar este estado?
Uno de los principales objetivos en el trabajo con estos pacientes es lograr mantener la fase de eutimia en el trastorno bipolar. No obstante, es importante recalcar que no es posible alcanzar una estabilidad absoluta. La eutimia es un periodo de remisión, mas no de curación o recuperación. Estos pacientes siempre tendrán una disposición a experimentar con mayor intensidad los diferentes estados emocionales.
Sin embargo, un buen tratamiento tiene una gran relevancia en este propósito. El tratamiento farmacológico adecuado unido a la psicoeducación puede ayudar a la persona a mantener y prolongar el estado de eutimia.
Comprender el trastorno y contar con herramientas personales útiles para hacerle frente puede marcar una importante diferencia. Por ello, es de vital importante potenciar la adherencia al tratamiento.
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