Facebook sabía que Instagram causaría daños a los adolescentes
La noticia salió publicada el 14 de septiembre de este año en un artículo en The Wall Street Journal. Según un informe de este medio, Facebook sabía/conocía que era probable que Instagram causara daños a los adolescentes, teniendo un fuerte impacto sobre su salud mental. Todos aquellos jóvenes con una personalidad más vulnerable y una baja autoestima correrían el riesgo de sufrir diversos trastornos psicológicos.
Es llamativo saber que las grandes tecnológicas, como Facebook, realizan estudios de manera periódica. Lo hacen para comprender el comportamiento de los usuarios y, a su vez, el efecto del uso de sus plataformas, así como de los cambios que realizan en ella. Instagram es uno de los medios con más usuarios y a su vez de los más analizados. Como bien sabemos, en esa aplicación, la imagen lo es todo.
Cuando uno hace scroll (desplazar la pantalla en el móvil) queda atrapado por una sucesión de fotografías en las que el texto suele ser mínimo. En ese universo digital se abren ventanas a las que nuestros jóvenes se asoman de manera muy temprana. Escenarios, sobre todo, visuales, que condicionan las construcción de sus propios relatos.
Esos portales son completamente irreales, universos artificiales donde los influencers son referentes y modeladores sociales para los jóvenes. La vida que muestran dista mucho de la vida que tienen.
A esto se le añaden otros factores que ahora analizaremos y que refuerzan la premisa de que las redes sociales pueden ser un peligro para la salud mental.
Entender la vida solo a través de lo que sucede en redes sociales hace que nuestros jóvenes se sientan necesitados de consultar a cada instante sus actualizaciones para no perderse nada.
Facebook sabía que Instagram causaría daños a los adolescentes
The Wall Street Journal publicó (para sus suscriptores) el estudio que la gran tecnológica fundada por Mark Zuckerberg y sus compañeros realizó hace unos años.
Como es bien sabido, Facebook adquirió Instagram en el 2011 por dos mil millones de dólares y, de momento, el negocio les ha salido rentable a pesar, eso sí, de conocer que podía ser una tecnología peligrosa para sus potenciales usuarios.
En este trabajo se pusieron en evidencia datos e informaciones que en realidad no son nuevos para muchas empresas y para muchas de las instituciones que regulan el mercado tecnológico.
Un ejemplo, la investigación que realizó la Universidad de Kentucky ya expuso datos preocupantes. El uso de redes sociales, como Instagram, provoca que los adolescentes se sientan cada vez más inseguros, insatisfechos y frustrados con las circunstancias que viven.
Instagram y la perfección irreal
Facebook sabía que Instagram podía causar daños a los adolescentes. Sin embargo, no parece haber tomado demasiadas medidas para salvaguardar su salud mental. De este modo, algo que pudo ver en su investigación interna es que el uso de Instagram reduce de manera significativa la autoestima en las adolescentes que no se sienten bien con su propio cuerpo.
Por otro lado, el 40 % de los usuarios de Instagram indicaron sentirse cada vez menos atractivos. Con ello, quedan además en evidencia varios datos. El primero es que los niños y los adolescentes no son conscientes de que gran parte de las imágenes que hay en ellas no son reales.
Tampoco entienden que ese universo de personas aparentemente perfectas crea expectativas e ideales de belleza del todo inalcanzables. Esto provoca que, poco a poco, sus esquemas corporales y la visión que tienen de ellos mismos queden del todo distorsionados. Asumiendo incluso que su imagen no entra en los parámetros de lo socialmente aceptable.
The Wall Street Journal insiste en que Mark Zuckerberg y todo su equipo sabían de antemano que esta aplicación iba a ser “tóxica”, en especial, para las adolescentes. La cultura de Instagram crea un entorno en el que solo vale la perfección.
Depresión y pensamientos suicidas: Facebook sabía que Instagram causaría daños
La tiranía del like y la dependencia absoluta de las pantallas está llevando a muchos jóvenes a la depresión, a los trastornos de ansiedad e incluso la ideación suicida. Trabajos de investigación como los realizados en la Escuela de Medicina Johns Hopkins ponen en evidencia esta realidad tan preocupante.
Desde la llegada y la difusión de las redes sociales hace dos décadas, la vida de los jóvenes y los adolescentes ha cambiado por completo; en especial en materia de salud mental. La incidencia de la depresión y las conductas suicidas se ha elevado, hasta el punto de que el suicidio es la principal causa de muerte entre los 10 y 34 años.
La sensación de estar perdiéndose cosas si no están conectados y la obsesión por los constantes refuerzos a sus fotos y publicaciones les aboca a construir un estilo de vida poco saludable. Asimismo, se da otro hecho. Sus cerebros, en especial a esas edades, están programados para compararse con los demás de manera constante.
Esto que en el pasado nos pudo resultar útil para evolucionar y aprender los unos de los otros, en la era digital no tiene ningún sentido. Porque están tomando como referentes modelos irreales e inalcanzables.
La importancia de la educación y la prevención
Facebook sabía que Instagram causaría daños a los adolescentes y, sin embargo, no ha variado ni uno de sus mecanismos para reducir este impacto. Es más, los algoritmos de esta aplicación nos sugieren más cuentas relacionadas con aquello que miramos. Es decir, si una adolescente sigue a una influencer que explica cómo perder peso, recibirá más publicidad del mismo tema.
¿Qué puede hacerse ante esta realidad tan preocupante? La solución no está en prohibirles su uso, como bien sabemos, esto serviría de poco. Lo realmente útil es la educación y la prevención.
Trabajar aspectos como la autoestima, la aceptación del propio cuerpo y el focalizarse en otras dinámicas que vayan más allá de las pantallas y los anclen al mundo real es esencial y necesario. Tengámoslo presente, por su salud, por su felicidad.
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