Fármacos Z: descubre cómo actúan

¿Qué son los fármacos Z? ¿En qué se diferencian del resto de hipnóticos? ¿Qué efectos secundarios tienen? ¡En este artículo te lo contamos!
Fármacos Z: descubre cómo actúan
Gorka Jiménez Pajares

Escrito y verificado por el psicólogo Gorka Jiménez Pajares.

Última actualización: 31 octubre, 2022

Los fármacos Z son un tipo de medicamento que se diferencia del resto de agentes hipnóticos en la duración de su acción y en sus efectos secundarios. Hay 3 fármacos Z: el zolpidem, la zoplicona y el zaleplon. Existen multitud de fármacos para el tratamiento del insomnio, pero los fármacos Z provocan poca o ninguna alteración de la arquitectura del sueño.

El insomnio tiene numerosas causas y puede estar implicado en el inicio, agravamiento o recaída de muchos trastornos psiquiátricos. Sin embargo, también puede ser un síntoma de que algo no marcha bien. Dormir es una necesidad básica del ser humano y los estudios recomiendan que, de adultos, lo recomendable sería dormir entre 7 y 9 horas diarias.

¿De qué hablamos cuando nos referimos a arquitectura del sueño?

El sueño es un proceso fisiológico regulado por hormonas conectándose y desconectándose entre sí. Es un gran circuito eléctrico y químico. Cuando hablamos de arquitectura del sueño, nos referimos a las fases por las que atraviesa el cerebro desde que estamos despiertos hasta que estamos profundamente dormidos:

  • Fase I o de adormecimiento: se produce sueño de manera muy ligera, nuestros músculos comienzan a relajarse y nuestros ojos presentan movimientos lentos.
  • Fase II o de sueño ligero: disminuye el ritmo cardíaco y el respiratorio, la temperatura y nuestros ojos prácticamente no se mueven.
  • Fase III o de transición: es la fase en la que nuestro cerebro se prepara para el sueño profundo. Nuestros músculos se encuentran relajados y aparece un tipo de ondas características del sueño profundo: las ondas delta.
  • Fase IV o de sueño profundo: tanto la respiración como el ritmo cardíaco se encuentran enlentecidos. Predominan las ondas delta. Esta es la fase reparadora del sueño.
  • Fase V o fase MOR: se llama así porque es la fase en la que característicamente soñamos. Cuando soñamos, nuestros ojos se encuentran moviéndose como si viéramos lo que estamos soñando de verdad, en vigilia.

El sueño es un proceso cíclico. Nuestro cerebro tarda aproximadamente 90 minutos en comenzar por la fase I y acabar en la V. Estas se repiten a lo largo de las 8 horas que solemos dormir. Así que, de media pasamos unas 5 veces por noche por cada una de estas fases.

Mujer dormida profundamente
Los fármacos Z no tienen efectos secundarios en la conciencia, el aprendizaje y la memoria.

Una aproximación a la neurobiología del sueño

Estamos despiertos (en vigilia) o dormidos en función de los estímulos que recibimos y del grado de activación que tenemos. En nuestros cerebros existen unas moléculas llamadas neurotransmisores que se encargan de regular los mecanismos que nos hacen estar despiertos. Son las moléculas que controlan cuánto y cómo de activados estamos

¿Qué es un neurotransmisor y un receptor?

Un neurotransmisor es una llave. Dos neurotransmisores clave regulan los interruptores del sueño y de la vigilia: la histamina y el GABA.

  • Histamina: es uno de los neurotransmisores que regulan la vigilia. Cuando hay mucha histamina, estamos despiertos. Pero cuando hay poca, nos da sueño. Por eso, los antihistamínicos que podemos tomar para la gripe producen sueño. Porque nos rebajan (anti) la cantidad de histamina en las zonas del cerebro que se encargan del sueño.
  • GABA: actúa con la función contraria a la histamina. Es el principal responsable de que nos durmamos. Podemos decir que el GABA es un neurotransmisor inhibidor porque “apaga” las regiones cerebrales que se encargan de que estemos despiertos.

De un modo pedagógico, podemos concebir el funcionamiento cerebral como un sistema eléctrico lleno de circuitos. En neurobiología, a los circuitos que controlan el sueño y la vigilia se les denominan s istema reticular activador ascendente Este sistema contiene interruptores de apagado y de encendido. Los que son relevantes para el tema que tratamos aquí son:

  • El interruptor del apagado: es la región cerebral que se encarga de hacer que nos quedemos dormidos, el promotor del sueño. Está localizado en una región que se llama núcleos preópticos ventrolaterales (POVL), en el hipotálamo. Cuando esta región se activa, produce el neurotransmisor GABA.
  • El interruptor del encendido: es la región con la función contraria y cuando se activa, produce el neurotransmisor histamina y nos despertamos. Se localiza en el interior de los núcleos tuberomamilares (NTM) del hipotálamo.

Estos mecanismos actúan de una manera especial que se conoce como mecanismo flip-flopno pueden estar los dos encendidos ni apagados a la vez. Cuando uno está encendido, el otro necesariamente debe estar apagado y viceversa.

En nuestro cerebro tenemos múltiples llaves para múltiples cerraduras. La cerradura que aquí nos interesa, por su relación con los Fármacos Z, se denomina GABA-A. El receptor o cerradura GABA-A funciona muy bien para el neurotransmisor o llave GABA. Así, cuando GABA y GABA-A se unen, como una llave en su cerradura, producen sueño.

Además, el cerebro también responde a la cantidad de luz que hay en nuestro entorno. Cuando estamos en lugares iluminados o es de día, la luz hace que una región del cerebro se apague. A esta zona se le conoce como el núcleo supraquiasmático, y se sitúa en el hipotálamo. Cuando la luz disminuye, esta zona del cerebro deja de estar apagada: el núcleo supraquiasmático se activa y segrega una hormona que también induce la somnolencia: la melatonina.

Tratamiento farmacológico del insomnio

Podemos entender el insomnio como un estado de activación durante la noche, producto de un cerebro sobreactivado. Desde una perspectiva neurobiológica podemos explicarlo como la activación del interruptor de encendido por la noche.

Los fármacos que reducen la activación cerebral son aquellos que cuando necesitamos dormir, pero no podemos fuerzan que se active el interruptor de apagado. Como este mecanismo es, recordemos, un mecanismo flip-flop, necesariamente el interruptor de encendido se desactivará. Entre los fármacos hipnóticos podemos encontrar las benzodiacepinas, los antihistamínicos y los fármacos Z.

Las benzodiacepinas

Los hipnóticos benzodiacepínicos o benzodiacepinas actúan como llaves para la cerradura GABA-A: producen sueño. Son fármacos que sirven tanto para inducir al sueño (hipnóticos), como para reducir la ansiedad (ansiolíticos). Ejemplos de benzodiacepinas son el lormetazepam, el lorazepam, el clonazepam, el diazepam, o el alprazolam.

¿Qué efectos secundarios presentan? Entre otros:

  • Producen adicción con su uso continuado. Por eso, recomendamos que consultes con tu especialista cómo tomarlos.
  • Pueden generar síntomas similares a la resaca cuando nos despertamos.
  • Cuando los dejamos de tomar, pueden producir un incremento del insomnio: el insomnio de rebote.
  • También interfieren con la memoria a largo plazo.

Los antihistamínicos

Si recordamos, la histamina era el neurotransmisor que activaba el interruptor de encendido. Si introducimos un fármaco que reduzca la cantidad de histamina, el interruptor de encendido dejará de estar activo. Y como el mecanismo es un flip-flop, automáticamente el otro interruptor, el interruptor de apagado se encenderá. Esto es lo que hacen los antihistamínicos. Ejemplos de fármacos antihistamínicos son la doxilamina o difenhidramina.

¿Qué efectos secundarios presentan? Entre otros:

  • Somnolencia.
  • Mareos y cefaleas.
  • Fatiga.
  • Boca seca y estreñimiento.
  • Visión borrosa.
  • Vértigos.
Mujer con mareo
El uso de antihistamínicos puede provocar mareos, fatiga y cefaleas.

Fármacos Z

Los fármacos Z se sintetizaron durante los primeros años de la década de los 80 y su efecto hipnótico y sedante es parecida al producido por las benzodiazepinas. Los fármacos Z, zaleplón, zolpidem y zoplicona, actúan también como llaves que se unen al receptor o cerradura GABA-A, pero de una manera un poco distinta a como lo hacen las benzodiacepinas.

Estos fármacos se unen de tal manera a GABA-A que no producen tanta tolerancia (menos efecto tras mucho tiempo tomando el fármaco), ni dependencia (insomnio de rebote después de interrumpir bruscamente el tratamiento). Carecen de efectos secundarios conocidos sobre la conciencia, la memoria y el aprendizaje.

  • Zoplicona: es un fármaco con efectos sedantes, hipnóticos, miorelajantes o relajantes musculares, y anticonvulsivos. Aunque solamente se ha aprobado su uso para el tratamiento del insomnio. El efecto adverso que más se ha descrito es el sabor amargo persistente en la boca (disgeusia), la sequedad de boca (xerostomía), la dificultad para despertarnos, la somnolencia y la cefalea. Su efecto dura entre 4 y 5 horas.
  • Zolpidem: cuando se administra en dosis bajas no produce ni dependencia ni tolerancia. Entre los efectos del zolpidem podemos encontrar su acción sedante, mayor que su acción ansiolítica, es decir, nos duerme más que nos relaja. Está indicado como tratamiento a corto plazo del insomnio. Uno de sus efectos adversos más particulares son las alucinaciones. Su efecto dura entre 1,5 y 2,5 horas.
  • Zaleplón: es un fármaco al que se le atribuyen varias acciones. Es sedante, hipnótico, relajante muscular y anticonvulsivo. No produce tolerancia ni amnesia, ni alteraciones motoras al día siguiente a la toma del fármaco. De los tres fármacos Z, es el que tiene un efecto más corto: solo 1 hora.

Por su corta duración, los fármacos Z están indicados en el insomnio de inicio, es decir, el que se presenta cuando nos cuesta dormir. No son fármacos tan efectivos en el insomnio de mantenimiento (cuando nos despertamos muchas veces a lo largo de la noche), ni para el insomnio mixto (cuando nos cuesta mucho dormir y, además, nos despertamos muchas veces durante la noche).

Por muy clara que haya sido la exposición de este artículo, recuerda que estamos hablando de un fármaco que incide directamente sobre la actividad de nuestro cerebro. Así, te recomiendo que antes de empezar a utilizarlo lo hables con tu médico y sigas sus indicaciones.


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