GABA, el neurotransmisor de la calma y la relajación

El ácido gamma-aminobutírico es uno de los neurotransmisores más relevantes, en especial cuando se trata de encontrar un estado de calma y salud mental.
GABA, el neurotransmisor de la calma y la relajación
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 16 julio, 2023

¿A menudo te sientes excitado, irritable o ansioso sin razón aparente? ¿Tienes dificultades para conciliar el sueño? Aunque puede haber varias explicaciones para esto, una posible causa es que en el cerebro haya una cantidad baja de GABA, uno de los neurotransmisores clave en la calma y la relajación.

Se trata de un aminoácido que regula la excitabilidad cerebral, mediante la inhibición del disparo excesivo de las neuronas, lo que da lugar a una sensación de tranquilidad. Es lógico pensar que regular sus niveles sería beneficioso, aunque como verás más adelante, esto es difícil de lograr según lo que sabemos en la actualidad.

¿Qué es y qué hace GABA?

El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es un aminoácido que también funciona como neurotransmisor. Es decir, que permite la comunicación entre neuronas. En este caso, su acción es inhibitoria, ya que su función es ralentizar la actividad cerebral. También está involucrado en aspectos como la visión, el sueño, el tono muscular y el control motor.

Se distribuye de manera amplia, tanto dentro (en el espacio intersináptico) como fuera del sistema nervioso central. Se encuentra en los intestinos, el estómago, la vejiga, los pulmones, el hígado, la piel, el bazo, los músculos, los riñones, el páncreas y en los órganos reproductivos.

Uno de los aspectos más destacables es su capacidad para minimizar el estrés y la ansiedad. Por ende, cuando este es bajo, la probabilidad de sentirnos abrumados y susceptibles a la estimulación, aumenta.

En ese sentido, un artículo publicado en la revista Nature señala que este neurotransmisor puede disminuir los pensamientos intrusivos y no deseados, que alimentan el estrés, la ansiedad, la depresión y otros trastornos psiquiátricos.



El equilibrio de la actividad cerebral

Para hablar de cómo funciona el ácido gamma-aminobutírico, hay que tener en cuenta otro neurotransmisor: el L-glutamato. Este es un subproducto natural de la producción de energía en el cerebro.

Estos dos neurotransmisores son complementarios y juegan roles opuestos en el cerebro. El L-glutamato, como principal neurotransmisor excitador, equilibra los efectos inhibitorios de GABA, y viceversa. Así, mientras que el primero acelera la actividad cerebral, el segundo la retarda.

Es más: estos químicos, además de trabajar juntos, también se pueden convertir, el uno en el otro. El L-glutamato es el precursor de GABA, y este, a su vez, puede reciclarse en L-glutamato, según sea necesario. El equilibrio adecuado entre ambos permite el funcionamiento neuronal saludable y un estado de ánimo armónico.

Síntesis y recepción del GABA

El GABA se sintetiza a partir de la descarboxilación del glutamato. Es decir, de la eliminación del grupo carboxilo (-COOH) de la molécula. Este proceso ocurre en el cerebelo, en los ganglios basales, en la corteza cerebral y en la médula espinal.

Los receptores del ácido gamma-aminobutírico están presentes en, al menos, el 30 % de las células nerviosas del cerebro. Los receptores son proteínas en la superficie de las células que se unen al GABA y permite que ejerza su efecto.

Existen 3 receptores para esta molécula:

  • GABA-A: situado en la membrana plasmática del terminal postsináptico. Es el que reacciona a las benzodiacepinas, como el diazepam. Es de tipo ionotrópico, lo que significa que su activación causa cambios rápidos en el flujo de iones.
  • GABA-B: se encuentra tanto en los terminales postsinápticos, como en los presinápticos. Es metabotrópico, lo que implica que su activación desencadena una serie de procesos más complejos dentro de la célula.
  • GABA-C: Es un subtipo del receptor GABA-A. Por ende, también es ionotrópico.

En conjunto, los receptores del GABA, desempeñan un papel crucial en la regulación de la actividad neuronal.

Disfunción de GABA: principales causas

En la mayoría de los casos, la disfunción de GABA puede atribuirse al estilo de vida. En ese sentido, un estudio publicado por Journal of Affective Disorders señala que las causas también pueden ser biológicas, combinada con factores externos, demasiado estrés, mala alimentación, falta de sueño, exceso de cafeína e intolerancia al gluten son causas de la disfunción de ácido gamma-aminobutírico.

De acuerdo a una investigación llevada a cabo por Leo Galland, profesional reconocido en el campo de la medicina integrativa, las bacterias intestinales producen este neurotransmisor. Por ende, cuando existe un desequilibrio entre las bacterias intestinales beneficiosas y perjudiciales, conocido como disbiosis, puede dar lugar a una producción insuficiente de GABA.

Además, el exceso de L-glutamato se convierte en GABA con la ayuda de la vitamina B6 y la enzima ácido glutámico descarboxilasa (GAD). La deficiencia de esta vitamina o una reacción autoinmune (causada por trastornos autoinmunes, diabetes, celiaquía o la enfermedad de Hashimoto) puede dar lugar a una baja presencia de ácido gamma-aminobutírico.

¿Cómo aumentar los niveles de GABA?

La manera más objetiva de aumentar la disponibilidad de GABA a nivel cerebral es mediante algunos fármacos específicos para ello. Algunos cambios en el estilo de vida pueden resultar de utilidad, aunque su efectividad es bastante limitada y difícil de medir.

Suplementos artificiales

Existen suplementos que contienen una forma sintética de este neurotransmisor. Sin embargo, no hay un acuerdo claro sobre si funcionan en realidad. Aunque muchas personas dicen que les son útiles, no hay suficiente evidencia científica al respecto para respaldar esta afirmación. Antes de recurrir a ellos, es aconsejable consultar con un profesional especializado.

Alimentación

Para mantener un nivel saludable de GABA de forma natural, la alimentación es fundamental. Los investigadores han analizado el contenido de este neurotransmisor en una amplia variedad de alimentos, como por ejemplo:

  • arroz integral,
  • brotes de cebada o de soja,
  • frijoles negros y azuki,
  • maíz,
  • espinacas,
  • patatas,
  • batatas,
  • té verde.

Además, un estudio realizado en el Departamento de Biotecnología del Instituto Indio de Tecnología Guwahati, señala que los alimentos probióticos aumentan el ácido gamma-aminobutírico. Alimentos como el yogur, el kéfir, el kimchi y el chucrut contienen las cepas bacterianas productoras de GABA.



Por otra parte, es importante reducir la ingesta de cafeína, ya que inhibe la capacidad de este neurotransmisor para unirse a sus receptores. En su lugar, se puede optar por té, que contiene el aminoácido l-teanina, el cual incrementa los niveles de GABA.

Ejercicio físico

Otra forma muy eficaz de aumentarlo es hacer ejercicio. También el yoga es una actividad destacada. Una investigación publicada en la Revista de Medicina Alternativa y Complementaria, informa de los efectos positivos de la práctica de esta disciplina en el estado anímico, ansiedad y niveles de GABA.

Su relevancia en la salud

El GABA es una sustancia muy importante en el funcionamiento del cerebro y juega un papel relevante en la salud en general.

Este neurotransmisor aumenta las ondas cerebrales asociadas a un estado relajado (ondas alfa) y disminuye las asociadas con el estrés y la ansiedad (ondas beta). Por esto, sostenerlo en un nivel conveniente puede ser beneficioso para promover una sensación de calma y bienestar.


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