7 fortalezas de las personas altamente sensibles: ¿te identificas?
Las fortalezas de las personas altamente sensibles dan forma a una personalidad muy particular. Cada vez disponemos de más instrumentos, estudios y trabajos para identificar y comprender este rasgo psicológico. Sabemos que son empáticos, reflexivos y que hay muchos estímulos que les resultan estresantes y hasta dolorosos.
Tienen, como todo el mundo, sus puntos débiles y sus notables virtudes. Asimismo, se da otro hecho. A pesar de que el tema de la alta sensibilidad es cada vez más popular desde que Elaine N. Aron publicó su libro El don de la alta sensibilidad en 1996, a día de hoy se dan por válidas ideas que no son del todo acertadas.
Las personas altamente sensibles no son necesariamente introvertidas. No es un rasgo de personalidad propio del sexo femenino; también es común en los hombres. Asimismo, su sensibilidad no es sinónimo de fragilidad, en buena parte de los casos, albergan fortalezas de las que muchas veces no son conscientes.
“Escuchan casi todos los sonidos, notan cada movimiento y procesan la expresión del rostro de cada persona. Y eso significa que simplemente caminar por un espacio público puede ser un asalto a sus sentidos…”.
-Andre Sólo-
¿Cuáles son las fortalezas de las personas altamente sensibles?
Una fortaleza psicológica define una virtud, un talento, una habilidad particular para afrontar dificultades. Esta dimensión no tiene nada que ver con la resistencia física, con soportar inclemencias o presiones. Define sobre todo diversos matices de una personalidad. Pinceladas que enriquecen y dan una imagen propia a cada persona.
Cabe señalar que las fortalezas de carácter fueron definidas por los psicólogos Christopher Peterson y Martin Seligman en 2004. Tras un largo trabajo de investigación, lograron crear el famoso Manual de fortalezas y virtudes humanas que, a día de hoy, es una referencia para comprender el potencial humano.
Así, es más que interesante saber que las personas altamente sensibles presentan unas características propias. Profundicemos.
1. Autenticidad, lo que ves es lo que son
Una de las fortalezas de las personas altamente sensibles es su autenticidad. No saben fingir ni contemplar la mentira como una opción. Asimismo, aparece otro tipo de realidad. No solo son personalidades incapaces de recurrir al engaño, sino que además no pueden invertir tiempo, esfuerzos y voluntad en prácticas que no encajan con sus valores.
Esto hace que les cueste mantener trabajos que no sintonizan con sus principios, con sus intereses o códigos personales. En estos casos, es común que sufran estrés, ansiedad, llegándose a sentir mentalmente sobrepasadas.
2. Perspectiva: inteligencia emocional y social
La “perspectiva” entra dentro de lo que Seligman y Peterson definieron como fortalezas cognitivas. En este caso, consiste en un enfoque mental orientado a la conexión y comprensión humana. Son personalidades hábiles en sintonizar con las realidades sociales y emocionales ajenas.
No solo les define su empatía, algo que les caracteriza es la preocupación por los demás, por las injusticias, por comprender las necesidades de los otros… Disponen de un enfoque (perspectiva) muy amplio que les facilita salir de sí mismos para tomar contacto con lo que les rodea.
Es cierto que pueden sentirse afectados por las realidades de los demás desde un punto de vista emocional. Sin embargo, también es importante destacar ese aspecto cognitivo tan prototípico en ellos: la preocupación, el interés, la necesidad por reflexionar y comprender al ser humano.
3. Fortalezas de las personas altamente sensibles: el cuidado y el autocuidado
Una de las fortalezas de las personas altamente sensibles es el cuidado y el autocuidado. Estas personalidades, según un estudio realizado en la Universidad de Melbourne, disponen de competencias altamente valiosas en estas dimensiones:
- Son personas que a lo largo de su vida desarrollan unas actitudes muy valiosas. Disfrutan de la soledad, de la conexión con la naturaleza y también de las prácticas contemplativas. Esas áreas favorecen el bienestar interno. Son dinámicas que les permiten regular sus emociones y hallar el equilibrio en un mundo a menudo lleno de caos para ellas.
- Practican la compasión y la autocompasión. Les define su capacidad para hallar significados vitales, propósitos con los que seguir adelante. Transmiten positivismo y esperanza, facetas que son clave para ayudar a los demás, para ser guías y valiosos apoyos.
4. La reflexión, la necesidad por comprender el por qué de las cosas
Al final, llega un momento en que las personas altamente sensibles entienden su lugar en el mundo. Les cuesta más o menos años, más o menos batallas perdidas y algún duro desencuentro. Sin embargo, la mayoría lo hacen, comprenden cómo son y cómo desenvolverse en la cotidianidad y en sus relaciones con los demás.
Esto lo consiguen gracias a su valiosa capacidad de reflexión e introspección, caminos todos ellos para poder comprender el por qué de las cosas.
5. La creatividad, el genio de la sensibilidad emocional
Hay una de las fortalezas de las personas altamente sensibles que ellos mismos reconocen. Porque lo llamativo es que no siempre aprecian sus anteriores valías, sin embargo, sí admiten que son hábiles en las tareas creativas. Si esto es así es porque tienen su refugio psicológico en todas esas prácticas en las que la mente se libera, juega, innova y conecta con el arte.
Sus enfoques siempre se esparcen y deleitan con la música, el dibujo, las manualidades… Sus sensibilidades necesitan de esos espacios para sentirse libres y realizarse.
6. La humildad, el reflejo de los corazones sencillos
Las personas con alta sensibilidad destacan por su sencillez y humildad. Saben bien cómo son. Conocen sus límites, sus debilidades y defectos. Esa visión precisa que tienen de sí mismos les permite actuar siempre con precisión, sin grandilocuencias, sin necesidad de aparentar, sin sobredimensionar nada.
No les agrada competir, ni estar por encima o por delante de nadie. Esto hace que no se adapten a escenarios laborales agresivos basados en la competitividad. Asimismo, a pesar de que presentan notables virtudes, no siempre sacan partido de ellas, prefieren diluirse, no llamar excesivamente la atención…
7. El amor, una de las fortalezas de las personas altamente sensibles
En efecto, el amor también es una fortaleza psicológica. ¿En qué sentido? En la capacidad para saber darse a los demás, en cuidar de las relaciones, en comprender cuáles son las bases de este sentimiento. Y no hablamos solo de las relaciones afectivas.
Si el amor es una de las fortalezas de las personas altamente sensibles es por su sabiduría a la hora de entender en qué consiste esta dimensión. Es cuidar, es dar cariño sin atosigar, respetando espacios y necesidades. Es saber que el cariño se basa en la reciprocidad, en la comunicación emocional y no en la comunicación violenta.
El problema es que esta personalidad cuida cada uno de estos aspectos. Sin embargo, no siempre recibe lo que da, pero aún así no desiste. Es fiel a sus principios, a sus esencias. La alta sensibilidad no es algo que uno elija, se viene con ello y es así como se entiende la vida, las relaciones, la propia existencia…
Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- Acevedo, B. P., Aron, E. N., Aron, A., Sangster, M. D., Collins, N., & Brown, L. L. (2014). The highly sensitive brain: an fMRI study of sensory processing sensitivity and response to others' emotions. Brain and behavior, 4(4), 580–594. https://doi.org/10.1002/brb3.242
- Black, B.A., Kern, M.L. A qualitative exploration of individual differences in wellbeing for highly sensitive individuals. Palgrave Commun 6, 103 (2020). https://doi.org/10.1057/s41599-020-0482-8