7 frases de Audrey Hepburn que te inspirarán
Las frases de Audrey Hepburn nos demuestran que era algo más que una cara con ángel. En ellas, se desprende una filosofía de vida basada en la sencillez, en el valor de la autoestima, la fortaleza de la mujer y ante todo, en esa preocupación constante por el ser humano y los más débiles. De hecho, no podemos olvidar la gran labor humanitaria que marcó gran parte de sus últimos años.
A día de hoy nadie puede negar que Audrey Hepburn es uno de los iconos más deslumbrantes de la historia del cine. Su nombre sigue siendo toda una referencia en el mundo del arte y de la moda. Su estilo continúa imitándose y sus películas son, a ojos de la mayoría, maravillosos tributos a una época casi dorada destinada a hacernos soñar de forma indefinida.
“Cualquier persona que no crea en los milagros no es realista”
-Audrey Hepburn-
La recordamos en “Sabrina”, en “Desayuno con diamantes”, en “My Fair Lady” o en “Dos en la carretera”, sin embargo no todos saben que antes de esa carrera impoluta y luminosa en el mundo del celuloide, Audrey Hepburn conoció la adversidad más profunda en piel propia. En el libro “Audrey Hepburn, an intimate portrait” de Diana Maychick se relatan sus años en los Países Bajos durante la ocupación alemana, un testimonio que sin duda nos invita a entender un poco más la personalidad de su protagonista.
Aquellos años comprendidos entre 1939 y 1945, ella y su familia sufrieron de hambruna. Sus tíos y dos de sus medios hermanos fueron deportados a campos de concentración y fue testigo de múltiples ejecuciones en las calles. Su salud se resintió gravemente en aquella época, sufrió una grave desnutrición y anemia aguda, además de problemas respiratorios que dejaron huella de forma permanente en su cuerpo.
La entrada de los Aliados y Naciones Unidas en los Países Bajos supuso no solo su salvación, sino un hecho que la marcaría de por vida. Una huella que definiría su actitud, su humildad y su interés constante por ayudar a los más necesitados. Estas son algunas de las frases de Audrey Hepburn que contienen la esencia más inspiradora de su personalidad…
1. “Solo la gente sencilla sabe qué es el amor. La gente complicada trata tanto de causar impresión que pronto agota su paciencia”
Una de las virtudes que mejor caracterizó a esta actriz fue su sencillez. Más allá del glamour, de ese mundo sofisticado que la rodeaba, su rostro, su actitud y sus mensajes contenían esa esencia, humilde y siempre contagiosa, que tanto la caracterizaba y que a su vez defendía.
La gente sencilla es al fin y al cabo la más sensata, la que no entiende de orgullos ni envidias y sabe desprenderse de lo innecesario para priorizar lo que más cuenta: el amor, el respeto, la atención por el otro…
2. “Mi vida no se basa en fórmulas o en teorías, sino en el sentido común”
¿Qué entendemos a día de hoy por sentido común? Este es sin duda un término que a veces usamos a la ligera, sin profundizar en él. Sentido común no es más que el conjunto de conocimientos y creencias con claros denominadores comunes: ser prudentes, equilibradas y lógicas. Hace referencia también a ese saber interior que uno mismo desarrolla por la propia experiencia y donde logra entender al fin y al cabo, qué es lo más conveniente en cada momento…
3. “A medida que crezcas, descubrirás que tienes dos manos; una para ayudarte a ti mismo y otra para ayudar a los demás”
Esta es otra de las frases de Audrey Hepburn más conocidas. Un hecho que se desprende de sus biografías es que a pesar de estar siempre muy involucrada en labores humanitarias y en la importancia de ayudar a los demás, nunca descuidó su crecimiento personal.
Si sus años de infancia y adolescencia no fueron fáciles debido a la guerra y a la carencia, sobrevivir a la vorágine del mundo del cine tampoco fue sencillo. Tenía muy claro que necesitaba un punto de referencia: ella misma. De ahí que intentara siempre tener los pies en el suelo y la mano en el corazón.
4. “Nací con una enorme necesidad de afecto y una terrible necesidad de darlo”
Hasta lo más fuertes caen, lo sabemos y Audrey Hepburn no pudo evitar en más de alguna ocasión la visita de la depresión. Fue esa enemiga siempre cercana, esa sombra cargada de recuerdos, de necesidades y de contradicciones.
La necesidad de ser amada y ofrecer a la vez su corazón y afecto a los demás, la llevó a más de una decepción. No obstante, gran parte de esos vacíos sanaron en su madurez y sobre todo cuando se dedicó a su labor humanitaria.
5. “Para tener hermosos ojos, mira por el bien de los demás. Para tener hermosos labios, pronuncia solo palabras de bondad. Y para el equilibrio, camina con la certeza de que nunca estás sola”
En las frases de Audrey Hepburn se desprende a menudo una idea, un concepto importante: la belleza física carece de valor sin esos atributos emocionales y psicológicos que perfilan a las personas más bonitas. Aquellas que saben practicar la bondad y el respeto por los demás, además del siempre imprescindible auto-cuidado.
6. “Se puede saber más de una persona por lo que dice de los demás que por lo que los demás dicen de ella”
Esta es otra de las frases de Audrey Hepburn que nunca pasará de moda. En todo contexto y en todo entorno, siempre nos encontraremos al colectivo de los “escampa-rumores”, al “corre ve y dile” o al “ultracrepidiano”. Personas que hablan sin saber, que opinan sin conocimiento de causa y critican hasta la extenuación.
Este tipo de prácticas definen ante todo a quien las lleva a cabo. Mucho cuidado con ellas.
7. “Tengo que estar sola muy a menudo. Soy feliz si paso del sábado al lunes sola en mi apartamento. Así es como me repongo”
La soledad puntual, que uno mismo elige, controla y gestiona es saludable y nos permite reponernos de los problemas y presiones de la vida. Audrey Hepburn también lo sabía. Aunque la cercanía de los suyos siempre fue imprescindible para ella, entendía la importancia de los espacios personales, de esos rincones privados donde reiniciarse.
Para concluir, estamos seguros de que más de uno se habrá sentido identificado con estas frases de Audrey Hepburn. No hay duda de que esa luz que dejó en el mundo del cine trascendió más allá de las pantallas para inspirar a numerosas generaciones. Fue una mujer amable, amante del buen humor, de las cosas sencillas que dan sentido a la existencia. Una mujer que quiso también dejar huella en UNICEF y que sin lugar a dudas lo consiguió…