Fritz Perls, un personaje curioso en la historia de la psicología
Friedrich Salomon Perls, más conocido como Fritz Perls, fue un médico, psiquiatra y psicoanalista alemán a quien se le considera el padre de la “Terapia Gestalt”. Se trataba de un hombre contradictorio y fascinante que pasó su vida entera entre los círculos intelectuales, debates teóricos y viajes por todo el mundo.
Nació en Berlín, el 8 de julio de 1893, en un gueto judío. Tuvo dos hermanas mayores, Else y Grete. Su padre, Nathan, era comerciante de vinos y frecuentemente se ausentaba del hogar. Su madre, Amalia, venía de una familia pequeño burguesa y le imprimió un profundo interés por el arte, que acompañó toda la vida a Perls.
“La meta de la terapia es asegurarnos que el paciente llegue a conocer cuando se experimenta a sí mismo, cuando percibe su mundo y cuando hace uso de su intelecto”.
-Fritz Perls-
Durante una entrevista, Grete describió la infancia de su hermano como algo “salvaje”. Era un niño difícil, aunque buen estudiante. Entró a hacer la secundaria en el Mommsen-Gymnasium de Berlín, un centro educativo bastante severo, en donde se respiraba antisemitismo por todos los rincones.
Perls fue expulsado cuando tenía 13 años de edad. Como castigo , su padre lo obligó a trabajar como aprendiz en una bombonería. La relación de Perls con su padre siempre fue muy conflictiva.
En su diario definió a su progenitor como un hombre hipócrita y de doble moral, que odiaba a su madre y la engañaba con otras mujeres. Tan fuerte llegó a ser ese rechazo por el padre que Perls se negó a ir a su funeral.
Fritz Perls y su encuentro con la filosofía y el psicoanálisis
Por iniciativa propia, Fritz Perls retomó sus estudios en un colegio de orientación humanista, el Askaniches Gymnasium. En aquella época conoció a Max Reinhardt, un director de teatro que cultivó en él la afición por ese arte, la cual perduró hasta su muerte.
Más adelante, inició sus estudios en medicina. Poco después comenzó la Primera Guerra Mundial y Perls se alistó como voluntario de la Cruz Roja. Esta experiencia lo marcó profundamente, aunque solo habló de ella muchos años después en su biografía titulada “La vida en la agonía de los fosos: horror de vivir y horror de morir”.
En 1920 Fritz Perls recibió su título como médico en la Universidad Frederick Wilhelm de Berlín. Luego se especializó en Neuropsiquiatría. Después conoció al filósofo Friedlander, cuya influencia sería determinante para su obra.
En 1923 decidió viajar a Nueva York, pero regresó frustrado porque no le permitieron convalidar su título allí debido a que no sabía hablar inglés. Su malestar lo llevó a iniciar un psicoanálisis con Karen Horney. Este hecho cambió su vida.
Perls quedó fascinado con el psicoanálisis y se planteó el objetivo de convertirse en analista. Sin embargo, tuvo que trasladarse a Frankfurt para ocupar el puesto de asistente junto a un psiquiatra llamado Kurt Goldstein, que trabajaba con los postulados de la psicología Gestalt.
Allí conoció a Laura Possner, una estudiante que se convirtió en su esposa dos años más tarde, pese a que su familia y su psicoanalista de entonces, Clara Happel, estaban en desacuerdo con esa relación. Perls tenía 36 años y Laura solamente 24.
Un año después comenzó a ejercer como analista en Viena y en 1928 se hizo terapeuta de tiempo completo en Berlín. Entre esta fecha y 1930, Perls hizo psicoanálisis con Eugen Harnick y luego con Wilheim Reich. Este último había sido discípulo del propio Freud, pero se había apartado de sus postulados. Buena parte de la teoría que después desarrolló Perls, se inspiró en el enfoque de Reich.
El nacimiento de la Terapia Gestalt
Tras la ascensión de Hitler al poder, Fritz Perls huyó a Holanda, pero allí no le dieron permiso para trabajar. Después de pasar grandes penalidades con su esposa y su hija recién nacida, Ernst Jones le ayudó a conseguir un trabajo como psicoanalista didáctico en Johannesburgo (Sudáfrica).
Junto con su esposa Laura, fundaron allí el Instituto Sudafricano de Psicoanálisis. En 1936 fue invitado a un congreso en Praga y allí expuso unas tesis que causaron gran revuelo. Esto le produjo un fuerte malestar y se apartó entonces del psicoanálisis tradicional.
Con la ayuda de su esposa, Perls comenzó a darle forma a sus propios planteamientos. En 1942 se trasladó a Nueva York y publicó su primer libro “Yo, hambre y agresión. Una revisión de la teoría y del método de Freud”.
Cuatro años más tarde conformó “El grupo de los siete”, con otros intelectuales. En 1951 apareció lo que muchos consideran La Biblia del nuevo enfoque: “Terapia Gestalt: excitación y crecimiento de la personalidad humana”.
La nueva obra vio la luz gracias a los aportes del poeta Paul Goodman, que le dio forma literaria a varias de sus páginas. Se trata de un texto complejo que recoge tesis de la Psicología de la Gestalt, el psicoanálisis, la fenomenología, el existencialismo y el pragmatismo americano. Más adelante Perls también añadiría algunos postulados del budismo, tras un viaje que hizo a Japón.
El destino teórico de la Terapia Gestalt fue contradictorio. En 1956 Perls se separó de Laura y los dos le dieron a las tesis un camino diferente.
Mientras que Laura y Paul Goodman se mantuvieron totalmente fieles a los principios iniciales, Perls se apartó de ese punto de vista y terminó incorporando principios del Zen, así como lineamientos de los kibbutz israelíes. Al final de sus días, se comportaba más como un gurú que como un terapeuta. Murió de un ataque al corazón, después de un largo viaje.
Los planteamientos de la Terapia Gestalt
De una forma muy sintética y simplificada, podría afirmarse que la Terapia Gestalt es una corriente que pone especial énfasis en la forma como los sujetos experimentan su realidad, antes que en los hechos que experimentan.
No apuntan hacia lo que le ocurre a un individuo, sino a la forma como este lo percibe. En otras palabras, hace hincapié en los procesos y no en los contenidos. Este enfoque forma parte de la psicología humanista y sostiene tres principios fundamentales:
- En énfasis en el aquí y el ahora. Para la Terapia Gestalt, los seres humanos no perciben el pasado, el presente y el futuro como realidades separadas. Por el contrario, los tres tiempos conforman una unidad que solo tiene presente. Tanto el pasado como el futuro son proyecciones de ese presente. Por lo tanto, de lo que se trata es de trabajar sobre ese “aquí y ahora” para encontrar la forma de resolver dificultades y acceder a una vida con mayor autorrealización.
- La toma de conciencia. Para acceder a un mejor nivel de bienestar es necesario hacer una observación minuciosa sobre uno mismo. Esa es la base para que se puedan diseñar nuevas maneras de formular la experiencia que se vive “en el aquí y el ahora”. Es un camino que apuesta replantear la perspectiva desde la que contemplamos lo que no sucede y señala la necesidad de abordar la experiencia personal con una nueva mirada.
- Asumir la responsabilidad. El proceso de concientización debe llevar a un punto en que sea posible asumir las consecuencias de las acciones. Si se aceptan los errores y se elaboran hipótesis sobre los riesgos que entraña la forma de actuar, se consigue autonomía. De este modo se le puede dar una dirección a la existencia, con más libertad y significado.
En últimas, la Terapia Gestalt de Fritz Perls propone un proceso de intervención sobre el individuo, destinado a que este logre re-elaborar sus representaciones de la realidad y se oriente hacia una vida más autónoma y centrada en sus propias potencialidades. Este enfoque ha tenido aplicación tanto en el campo clínico, como en el campo social, e incluso laboral.
Bibliografía:
Biografía de Fritz Perls. (2017). Fritzgestalt.com.
Biografía de Friedrich Salomon Perls. (2017). Psicomundo.org.
Chicón, M. (2017). Fritz Perls: Biografía y Teorías Principales – Lifeder. Lifeder.
Sarrió, C. (2017). Fritz Perls: Inicios de la Terapia Gestalt – Parte 1. Terapia Gestalt Valencia Clotilde Sarrió.