Qué es el género fluido y cómo saber si lo soy
Martín trabaja en una cafetería durante el día como barista, también estudia un grado en Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Madrid. Muchas veces se percibe con el género que coincide con su sexo biológico, pero otras veces como mujer o bien no se siente como ninguno. Esta dualidad en la expresión e identidad de su género lo convierte en una persona de género fluido.
En un mundo en el que la sexualidad está organizada en función de lo masculino y lo femenino; las historias como las de Martín permiten que florezca un universo de colores y posibilidades que acoge la diversidad y autenticidad de cada persona.
Estas otras identidades desafían el orden impuesto y plantean posibilidades diversas de habitar el género. Por tanto, se convierten en fuente de curiosidad e inspiración; pero también de discriminación y rechazo. Prepárate para sugerirte en un relato que trasciende las barreras del género y celebra la belleza de ser quien realmente eres.
¿Qué es el género fluido?
El género fluido, o genderfluid, es un tipo de identidad de género no binaria que se caracteriza por ser dinámica, flexible y no estática. Fluye en función del momento, el tiempo y las situaciones.
Para comprender mejor este concepto, se debe tener en cuenta la definición y la distinción entre género no binario, identidad de género, expresión de género y cisgénero:
- Identidad de género: se entiende como la vivencia subjetiva de cómo experimentamos la relación con nosotros mismos, nuestra corporalidad, nuestra sexualidad y nuestras formas de habitar el mundo.
- Expresión de género: hace referencia a la forma en la que materializamos y hacemos pública nuestra identidad en el escenario social. En una sociedad cisnormativa como la nuestra, está organizada alrededor del binarismo masculino-femenino.
- Género no binario: alude a aquellas personas cuya identidad de género o expresión de género no se acopla con las categorías binarias hombre/mujer o masculino/femenino. Pueden identificarse como género queer, género fluido, género no conforme, entre otros términos que reflejan la experiencia individual del género.
- Cisgénero: cuando la identidad de género de una persona coincide con el sexo que se refleja en su certificado de nacimiento original. En la mayoría de los contextos, se emplea como lo opuesto a transgénero.
De esta forma, el género fluido rompe con el binarismo de género y muestra que la identidad de género no tiene por qué restringirse de forma única a uno de los dos polos. Se puede conceptualizar el género fluido como una identidad de género no binaria de carácter dinámico que experimenta una amplia gama de expresiones y vivencias de género a lo largo de la vida.
¿Cuál es la diferencia entre género fluido y no binario?
Como acabamos de señalar, el género fluido se inserta dentro de las fronteras del género no binario. Por tanto, se tratan de dos conceptos relacionados; aunque por supuesto tienen sus matices. Después de todo, bajo la etiqueta «no binario» se agrupan varias identidades diferentes, como por ejemplo genderqueer, pangénero, demigénero y agénero (por solo nombrar algunas).
La cuestión es entender que el término «no binario» recoge a todas aquellas identidades y expresiones que no se sienten conformes con el binarismo hombre/mujer y masculino/femenino. En el caso específico del género fluido, quienes se perciben como tal no tienen un género establecido o no encuentran comodidad dentro del espectro de género disponible.
Características del género fluido
Dado que es posible que aún persistan muchas dudas sobre qué es el genderfluid, procedemos a recoger una serie de características distintivas para aclarar el panorama:
- El género fluido es una identidad en sí misma que no se limita a una categoría de género específica ni a un rol en particular.
- Ser de género fluido no significa lo mismo para cada persona. Por lo tanto, no se expresa siempre de la misma manera y no hay una fórmula para transitar el género.
- Implica una experiencia de género que cambia de forma permanente.
- Los cambios no tienen que ser constantes. Por ejemplo, pueden pasar años o décadas antes de que ocurra uno. En otros casos, por supuesto, puede variar en cuestión de días u horas.
- Dichos cambios pueden ocurrir solo en la identidad, solo en la expresión; o en ambos.
- Tal y como advierte Harvard Health Publishing, la fluidez de género puede ser una manera de explorar el género antes de elegir una expresión o identidad de género estable. Para otros, puede ser una experiencia indefinida o permanente.
- La expresión de género en las personas de género fluido se basa en la autenticidad y comodidad en cada momento en particular. No se limitan de forma única a las categorías asociadas de forma tradicional con la masculinidad y feminidad.
- No todas las personas que experimentan cambios en su expresión o identidad de género se identifican como de género fluido.
De nuevo, la experiencia es muy variable; así que no se pueden limitar las características de quienes se identifican a sí mismos como género fluido. Con todo, estas ideas permiten comprender mejor que el género es un espectro y que hay experiencias más allá del binarismo.
¿Cómo es una persona de género fluido?
Las personas que se identifican con el género fluido sienten que tanto su identidad como su expresión de género fluctúan entre la posibilidad de percibirse como hombres, mujeres; ambos de forma simultánea o, incluso, ninguno de los dos.
Así, por ejemplo, hay prendas de vestir y manifestaciones estéticas que se consideran propias y apropiadas para cada género. Pero las identidades de género fluido, como Martín, transgreden estos códigos y lo expresan de forma creativa. Así, reinventan el género de formas novedosas y no preestablecidas.
¿Cómo saber si soy una persona de género fluido?
Las dudas y las confusiones no solo están presentes en una sociedad diseñada para asimilar el sexo y el género a través de dos polos, también lo están en quienes lo experimentan en carne viva. Sin el ánimo de limitar las respuestas a identificarse o no dentro de este espectro, los siguientes interrogantes pueden advertir una asociación:
- ¿No te sientes cómodo con el género que te asignaron al nacer, pero tampoco acabas de sentir que perteneces del todo al otro género?
- ¿Sientes que tu identidad de género es algo inestable, con momentos en lo que te sientes más masculino y otros más femenino?
- ¿Te identificas con elementos de ambos géneros, sintiendo que aspectos asociados a la masculinidad y la feminidad te definen?
- ¿Usas indistintamente los pronombres de género (él/ella) o prefieres pronombres de género neutro como «elle»? ¿No te molesta cuando la gente se confunde con tus pronombres?
- ¿Tu estilo de vestir no se adscribe a ningún género y varía entre los dos? ¿Te gusta vestir con prendas que no se asocian a tu sexo, pero también con las que sí, dependiendo de cómo te sientas en ese momento?
Ni azul ni rosa: la importancia de los pronombres
En el caso de las personas de género fluido, el acto del reconocimiento se ha convertido en una importante lucha política por la visibilidad y la aceptación de la diversidad. A raíz de esto, hay cada vez más iniciativas para normalizar el hecho de preguntar por el pronombre de preferencia hasta convertirlo en una práctica habitual.
Si bien para muchas personas la discusión sobre el lenguaje inclusivo es banal e innecesaria, para la comunidad LGBTIQ+ y los movimientos feministas resulta de vital importancia que se genere visibilidad y reconocimiento desde el lenguaje.
Quienes defienden estas iniciativas afirman que estrategias como utilizar la palabra persona para evitar hacer asignaciones binarias de género, o preguntar por los pronombres de preferencia, pueden hacer más inclusivo el lenguaje. Esto contribuye a generar una sociedad más respetuosa con la diferencia y más consciente de la riqueza de la diversidad.
Además, este carácter transgresor del binarismo de género hace que las personas que se identifican como genderfluid enfrenten distintas formas de discriminación y violencia.
No te vayas sin leer: Gender bender o trasgresores de género
Un universo de colores: desmontando estereotipos
El acto de nombrar y el hecho de tener un nombre nos inscribe en regímenes lingüísticos preestablecidos y en identidad de género que menudo se alinean con nuestro sexo biológico.
Sin embargo, muchas personas no se limitan a estos confines. La identidad de género es un aspecto vibrante y diverso, donde la fluidez desafía las etiquetas binarias. Celebrar el género fluido es abrir un mundo de posibilidades, donde la autenticidad brilla en todos los colores del arcoíris.
La aceptación de la diversidad de género es un paso vital hacia una sociedad más inclusiva y comprensiva, donde cada individuo tiene el espacio para ser quien es, sin limitaciones impuestas por las expectativas tradicionales.
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