Hay una historia detrás de cada persona

Hay una historia detrás de cada persona
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 30 agosto, 2017

Hay una historia detrás de cada persona, unos pensamientos detrás de sus expresiones, unas emociones detrás de su sentir y un alma bajo su piel.

Cada uno de nosotros, a lo largo de este camino que es la vida, atraviesa momentos, vive experiencias y se encuentra con personas, que inevitablemente dejaran huella en alguna parte de nosotros. Incluso, aquellas circunstancias o personas que creíamos que pasarían inadvertidas, parecen resurgir más tarde de algún modo en nuestras vidas.

“Hay una historia detrás de cada persona. Hay una razón por la cual son como son. Piensa en eso antes de juzgar a nadie”

Estamos hechos de matices

Todo cuanto acontece, matiza nuestra experiencia y nuestro sentir de la manera que sea, a veces intensamente y otras tan solo de pasada; a veces conscientemente y otras sin darnos cuenta… nos dan luces y sombras, y también tonos a medias

Por eso, cuando a veces observamos a alguien y pensamos que tiene un comportamiento inesperado o inexplicable, ¿de qué nos sirve darle nuestra interpretación o nuestro sentido?

Mujer con flores en su espalda pensado en su historia

Nosotros tan solo lo entenderemos desde nuestra visión, que no es más que aquella que se compone de nuestras experiencias y vivencias, pero ¿qué sabemos acerca del otro?, ¿qué sabemos de su sentir?

Si ya de por sí es complicado adentrarse en las profundidades de uno mismo e intentar conocerse, cómo vamos a saber cuáles son las intenciones o motivaciones de los demás, o cómo esa persona está viviendo esa situación. Nos pasamos media vida intentando averiguarlas, y casi la otra media, juzgando sus comportamientos, como si no tuviéramos suficiente con hacernos cargo de nosotros mismos.

Juzgar desde nuestra realidad no sirve de nada

Cada persona tiene su historia y muestra sensibilidad hacia algunos aspectos más que a otros; como tú y como yo. Que para nosotros sea fácil o sencillo enfrentarnos a una situación o expresarnos de determinada manera, no quiere decir que para el otro tenga que ser así…

“El zapato que le ajusta a un hombre, le aprieta a otro; no hay receta para la vida que funciones en todos los casos”

-Carl Gustav Jung-

Zapatillas sobre suelo de madera

“Yo si fuera María descansaría más…”, “No entiendo como Raúl no deja a su pareja, yo no lo soportaría”, “Sería incapaz de llevar una vida como Cristina…”

A lo mejor esa persona tuvo una madre que le reprochaba constantemente y para la que nunca nada era suficiente y por eso necesita realizar todo a la perfección, sintiendo que puede mejorarse siempre… o quizás, tuvo una relación de pareja llena de críticas hacia su persona y ahora, le resulta imposible hacerse ver o mostrarse tal cual es…

Otra puede que haya deseado tanto el afecto ausente de sus padres, que se ha convertido en una buscadora de amor y cariño constante, o por el contrario se muestra reacia a recibirlo…

Hay más de un lado en cualquier historia y más de una respuesta a cualquier pregunta…

Es normal que si estuviésemos en las situaciones de otras personas, hiciésemos cosas distintas… Es que no somos ellos, ni hemos vivido su vidas. Tan solo sabemos un poco acerca de cómo vivir la nuestra. Y digo un poco porque, en ocasiones, creemos que vamos a reaccionar de una manera determinada y cuando nos encontramos en la situación, nos comportamos de otra distinta ….

En lugar de juzgarle, intenta comprender su historia

Debemos ver más allá de lo obvio y de la superficie y tener en cuenta que cada persona tiene su historia; un compendio de experiencias, sentimientos, emociones, encuentros, de variables biológicas y personales, a las que tenemos que sumar el poder de la situación y contexto.

Juzgar a ciegas, a la deriva, sirve. Sirve para errar.

No somos nadie para hacerlo y ni siquiera en una conversación se puede llegar a transmitir todo el sentir de un persona; a veces porque no se encuentren las palabras adecuadas, a veces porque asignando palabras ya estamos limitando la experiencia…

Pareja abrazada

Por el contrario, escuchar y tener en cuenta las historias, experiencias y sentimientos con los que se han construido las personas, nos ayudará a comprenderlas. Y a veces, si no podemos hacerlo no pasa nada, quizás nuestra propia situación lo haga imposible en esos momentos.

Tan solo recuerda que detrás de cada piel hay una persona, un alma fuerte pero también sensible que tiene sus heridas y cicatrices, que tiene su historia.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.