Los fenómenos más extraños de nuestra memoria
La memoria de los seres humanos no es como la de una computadora. No se trata de un simple almacén en donde se guardan datos, que luego se consultan cuando es necesario. El cerebro humano no es solamente intelecto, por eso los recuerdos no se guardan como datos objetivos e inalterables. Todo lo contrario: los recuerdos incluyen imaginación, emociones, discriminación de la información. En suma, la memoria es también creativa.
En los seres humanos, ni siquiera podemos hablar de una sola forma de memoria. Existen varias y cada una de ellas tiene sus propias características. Hay memoria semántica, que es la que preserva el lenguaje, y memoria episódica, que es la que graba hechos y situaciones. También hay memoria de corto, mediano y largo plazo.
En todas las formas de memoria las emociones ejercen una fuerte influencia. Se recuerda mejor aquello que resultó gratificante, que las situaciones frustrantes o traumáticas. Se olvida y se recuerda en función de lo que sentimos y necesitamos para vivir y sobrevivir.
Esta función puede sufrir alteraciones. Hay varios trastornos relacionados con la memoria que vale la pena conocer. Los más frecuentes son la amnesia y la hipermnesia.
Amnesia típica
Se define como una incapacidad parcial o total para recordar algo. También cobija las funciones de registro y retención de la información. La amnesia puede ser masiva, cuando se olvidan absolutamente todos los recuerdos, o parcial, si se pierden de vista solamente algunos hechos o alguna etapa del pasado. En esta última siempre opera un fuerte componente afectivo.
Amnesia lacunar
Se refiere a un tipo de amnesia parcial en el que se borran de la memoria los episodios comprendidos en un lapso muy específico. Puede abarcar minutos, horas, o días. Es lo que popularmente llamamos “lagunas mentales” y se generan por diversas causas. Puede haber un golpe o trauma físico o emocional que la provocan. También se puede derivar del abuso del alcohol u otras drogas psicoactivas.
Amnesia de evocación
Es una forma de amnesia en la que se olvidan los nombres de los objetos o las personas. Quien la padece, conoce las características de un objeto y puede definirlas, pero no sabe cómo nombrar ese objeto.
Lo mismo ocurre si olvida el nombre de una persona: sabe quién es y todo lo referente a ella, pero es incapaz de recordar su nombre. Si le presentan un nombre equivocado, tendrá la certeza subjetiva de que se trata de un error; aún así, no recordará el sustantivo que realmente corresponde.
Amnesia afectiva
Se produce cuando hay fuertes factores emocionales o afectivos que condicionan la memoria. Es el caso típico de las personas que olvidan todo justo antes de un examen que es crucial para ellas. Es tanta la ansiedad que llega a afectar las funciones de memoria y se produce un bloqueo.
Hipermnesia
Se trata de un aumento anormal de la capacidad para recordar. Al contrario de la amnesia, parece como si toda la información estuviera plenamente disponible. Generalmente es un estado que aparece en las personas que sufren de epilepsia o que viven experiencias cercanas a la muerte.
La memoria es otra de esas realidades fascinantes que nos recuerdan lo infinito que es el horizonte del cerebro humano.
Imagen cortesía de Landahlauts