Jack London, biografía del maestro del género de aventuras

Jack London fue el maestro del género de aventuras. Escribió de la misma manera en la que vivió, con pasión, curiosidad y explorando el lado salvaje de la naturaleza.
Jack London, biografía del maestro del género de aventuras
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 23 enero, 2024

Jack London representó esa esencia literaria en la que lo salvaje se volvía físico e inspirador. Nunca el género de aventuras y libros como Colmillo blanco o Lobo de mar marcó a tantas generaciones con un estilo único e inconfundible. Este periodista, activista y aventurero escribió tal y como vivió: siempre al límite, con tesón, unido a la naturaleza y al desafío.

Es posible que muchos no sepan la razón por la cual Jack London se inició en el oficio de la escritura: por dinero, por salir de la pobreza. Así, y sin apenas formación, puso todo su empeño en dos tareas básicas siendo todavía un adolescente: leer y escribir. No obstante, tenía claro que para triunfar en la literatura debía ser capaz de ofrecer algo nuevo, algo no visto hasta el momento.

Obtuvo una vieja máquina de escribir que solo funcionaba con mayúsculas y empezó a viajar. Quería seguir esos vientos que sabían a aventura, que susurraban historias no conocidas por la mayoría de la gente. Vagabundeó por Oriente, se fue Alaska, conoció a contrabandistas e incluso estuvo en la cárcel.

Jack London no solo nos regaló esas novelas más clásicas del género de aventuras. Este escritor comprometido nos habló también sobre temas sociales de gran relevancia como la explotación sexual, el alcoholismo o las enfermedades mentales. Decían que en su interior, siempre habitó un lobo hambriento de aventuras e historias que contar.

Lamentablemente, ese estilo de vida demasiado apresurado, apasionado y peligroso, se lo llevó de este mundo de manera temprana: falleció con 40 años.

“La función del ser humano es vivir, no existir. No voy a gastar mis días tratando de prolongarlos, voy a aprovechar mi tiempo”.

-J. London-

Jack London

Jack London, el niño que aspiraba a ser escritor

Jack London nació el 12 de enero de 1876 en San Francisco, California. Su madre era Flora Wellman, una joven con gran habilidad para la música que se enamoró de un astrólogo, William Chaney. Cabe decir que el padre de London, fue una de las figuras más serias y reputadas de este ámbito. Sin embargo, también fue ese hombre que jamás reconoció su paternidad.

Flora terminó casándose con John London, un veterano de la Guerra Civil estadounidense de quien su hijo tomó el apellido. Los recursos económicos de los que disponían era mínimos, tanto, que apenas pudieron dar una educación al pequeño Jack. Sin embargo, desde bien temprano tuvo muy claro en aquello en lo que deseaba convertirse: quería ser escritor.

Con ese propósito en mente pasó toda su infancia y adolescencia. Trabajó en la industria ferroviaria, limpiando ostras, cargando carbón y en fábricas de conservas. Compaginaba todas esas tareas con sus constantes visitas a las bibliotecas, nutriéndose de todas las novelas y libros de viajes que caían en sus manos.

Las primeras aventuras y los primeros libros

En 1892, Jack London se unió al departamento de California Fish Patrol de la Agencia de Recursos Naturales de California. Ello le permitió viajar en goleta hasta Japón, conocer esas tierras y vivir en piel propia los efectos de un tifón. Aquella primera experiencia lo dejó con ganas de más. Su hambre de aventuras ya no se vería saciada nunca más.

Jack London

Solo un año después, se convirtió en miembro del Ejército de Kelly, luchando por los derechos sociales de los desempleados del país. Fue encarcelado por ello, pero esos meses le sirvieron para escribir su primera novela: El camino. Aquella pequeña obra le permitió ganar un concurso literario y le hizo pensar que estaría bien matricularse en la Universidad de California para tener una formación más académica.

Ahora bien, los problemas económicos y la “llamada” de lo salvaje le impulsaron una vez más a huir lejos, a embarcarse en nuevas aventuras. Viajaría hasta Canadá, concretamente hasta Klondike, ahí donde se inició la fiebre del oro. Esta experiencia, no le confirió beneficio material alguno, no encontró oro. Sin embargo, fue la mejor vivencia que tuvo, la que inspiró buena parte de sus libros.

El periodista comprometido y el escritor

Jack London volvió a su hogar en 1898. A partir de entonces, tendría un solo objetivo en mente: que publicaran sus historias. Lo consiguió con To the Man On Trail. Más tarde vendría The Overland Monthly, pero por ambas le ofrecieron poco más de 10 dólares. Por Un millar de muertes le dieron ya 40 dólares.

Ahora bien, su despegue literario llegó cuando las revistas empezaron a publicar sus relatos de viaje, sus experiencias y aventuras. En  1900, ganó casi 2500 dólares y gracias a ello, ya podía mantener a sus padres y disfrutar de una buena vida. Su nombre empezó a ser mundialmente conocido cuando cumplió los 27 gracias a La llamada de lo Salvaje (1903). En ella explicaba la historia de un perro que encuentra su lugar en el mundo tirando de un trineo en el Yukón.

Más tarde vendría Lobo de Mar, Colmillo blanco (1906)  y John Barleycorn (1913), un libro a modo de reflexión en el que detallaba su batalla contra el alcohol. Cabe destacar su labor como periodista social, cubriendo por ejemplo acontecimientos como la guerra ruso-japonesa, la vida de la población Hawai, la explotación social en el mundo o la lucha de los trabajadores por obtener derechos sociales.

Jack London

Jack London se casó dos veces y tuvo dos hijas. Dejó una herencia de 50 libros y 200 historias, dio conferencias hablando sobre el capitalismo, la naturaleza, los animales… Lamentablemente, no pudo ampliar su obra porque su salud no se lo permitió. Falleció con 40 años, a causa de sus problemas con el alcoholismo y problemas renales.

Muchos historiadores piensan que quizá, se habría quitado la vida él mismo, como lo hicieron también buena parte de sus personajes literarios. Sus restos se encuentran en el Parque Histórico Jack London, en California.


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  • London, Jack (2002) John Barley Corn: memorias alcohólicas.  Valdemar
  • Kingman, Russ (1979). A Pictorial Life of Jack London. Crown Publishers

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