Konrad Lorenz, un legado para despertar a la vida
Konrad Lorenz fue, sin duda alguna, uno de los científicos e investigadores más importantes del siglo XX. Estudió, prácticamente como ningún otro, el comportamiento animal. Se le conoce como el “padre de la etología”, que es precisamente la disciplina que estudia la conducta animal. Sus investigaciones han enriquecido notablemente lo que sabíamos acerca de las leyes de la adaptación y la supervivencia.
Este notable científico nació en Viena, en 1903. Desde muy pequeño mostró un especial amor por los animales . Tenía numerosas mascotas y dedicó una buena parte de su tiempo a cuidarlas con esmero. Curiosamente, sentía una gran atracción por los gansos salvajes y de esa fascinación nacieron sus primeros descubrimientos. Por todo ello, siempre quiso estudiar zoología, pero su padre esperaba que fuera médico y Konrad no quiso contrariarlo.
Fue así como Konrad Lorenz terminó estudiando medicina en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Sin embargo, tan pronto se graduó continuó con sus pesquisas en zoología. Esto lo llevó a completar los estudios de doctorado en esa disciplina, en la Universidad de Viena.
“El vínculo con un perro es el más duradero de esta tierra”.
-Konrad Lorenz-
Konrad Lorenz y la etología
Konrad Lorenz era un gran observador. Pasaba buena parte de su tiempo mirando lo que hacían los gansos salvajes y otras aves. En 1936 conoció a Niko Tinbergen, biólogo y ornitólogo. Ambos compartían la misma fascinación por los animales, así que comenzaron a trabajar juntos. Entre los dos sentaron las bases de lo que después vendría a ser la etología, ciencia que estudia el comportamiento animal.
La etología es una ciencia netamente biológica, pero que guarda una estrecha relación con la psicología. Esto, porque también estudia las bases del comportamiento. Lo hallado en los animales se contrasta con el comportamiento humano y viceversa.
Uno de los aspectos más relevantes de los estudios de Konrad Lorenz fue que diseñó, con la ayuda de su maestro, Oskar Heinroth , el concepto de “patrones fijos de conducta”. Como el nombre lo indica, se trata de una serie de pautas de comportamiento invariables, que encontraron en buena parte de las especies animales.
Descubrió que existían unas respuestas instintivas, que estaban marcadas por la programación genética. Ante determinados estímulos, se ponían en marcha esas conductas, muchas de las cuales incluían verdaderos rituales. Es el caso de los rituales de apareamiento de las aves.
La impronta, un interesante concepto
Otro de los conceptos más importantes desarrollados por Konrad Lorenz es el de la impronta. Se trata de una especie de marca o huella que se fija en algunos animales desde el mismo momento de nacer. Lorenz descubrió esto observando a las crías de ganso y de pato recién nacidas.
Detectó que los polluelos salían del cascarón y seguían al primer objeto en movimiento que veían. No se fijaban si ese objeto era su madre o no. Simplemente actuaban de forma automática, persiguiendo a lo que se moviera delante de ellos. A ese comportamiento lo llamó impronta.
Konrad Lorenz también notó que dicha importa no se limitaba a los primeros minutos de vida, sino que se mantenía a lo largo del tiempo. Llegando a un punto tal que los animales improntados podían llegar a intentar aparearse con seres humanos al alcanzar la madurez. Incluso rechazan a miembros de su misma especie, dando prelación a los humanos. Esto no se presenta en todas las especies animales, pero sí en varias.
Un gran legado
Los estudios de Konrad Lorenz tuvieron grandes impactos en la psicología. Uno de los más importantes fue el de haber demostrado que el instinto juega un papel muy importante en todos los animales, incluyendo al ser humano. Esto contradecía algunas tesis conductistas, en las cuales se postulaba que todos los comportamientos humanos eran aprendidos.
De la misma manera, el concepto de “impronta” ha permitido definir nuevos puntos de vista respecto al impacto que tienen las circunstancias en el comportamiento. Demostró claramente que en determinadas condiciones, hasta el instinto es capaz de conducirnos por caminos insospechados gracias a sus resortes.
Las investigaciones de Konrad Lorenz, globalmente, aportaron valiosos elementos para comprender las leyes de adaptación y supervivencia en el reino animal, las cuales se pueden extrapolar a los humanos. De esta manera, ganó el Premio Nobel de Medicina en 1973 y se convirtió en el responsable de la creación de una nueva disciplina: la etología. Su huella está viva en los conocimientos actuales y su nombre ya tiene un lugar indiscutible entre los grandes de la historia.