La felicidad según Charles Chaplin, un ejemplo a seguir
El personaje de Charles Chaplin nos va a dar pie para hablar de la felicidad. ¿Dispones de un buen cargamento a día de hoy? Puede que tus bolsillos anden algo vacíos, es posible que no vivas en esa casa que siempre soñaste o que, ahora mismo, no tengas ya a esas personas que ayer, tantas sonrisas arrancaron de tu rostro.
Pero la felicidad no siempre está en esos planos físicos donde tan habitualmente marcamos nuestros objetivos. La felicidad tampoco es una entelequia difícil de conseguir. No es un Santo Grial que poseer tras emprender una cruzada personal. La verdadera felicidad, la auténtica, es simplemente una actitud. Una visión. Un modo desde el cual, observar la vida.
La felicidad está dentro de uno y debe cultivarse cada día. A través de las cosas más sencillas, más simples. Más elementales.
Puedes por ejemplo elegir andar por el camino más angosto y cargarte de negativismo, rendirte, o puedes, simplemente, acercarte a ese lado donde sacar fuerza de uno mismo e inclinarte por lo positivo. Por la motivación cotidiana. Por la ilusión sencilla que pone propósitos en el mañana y que disfruta de su presente.
Te aseguramos que la felicidad es un sano ejercicio que practicar cada día. Y uno modo de conseguirlo es mediante la visión que nos dejó un mito de la historia del cine: Charles Chaplin. Es posible que seas un fiel admirador de su obra, o puede que su figura, te sea ya demasiado lejana y carente de brillo.
Hoy, queremos devolverte una parte Charles Chaplin, de ese hombre real que se escondía tras el personaje. Porque estamos seguros de que te va a encantar.
Charles Chaplin, el hombre detrás del personaje
Seguro que conoces obras inolvidables como La quimera del oro, Tiempos modernos o El gran dictador. Son legados culturales que forman ya parte de nosotros, de nuestra historia y de esa parte del cine que edificó su avance. Un humor que hablaba de humanidad y que se enredaba a veces con lo trágico, para arrancarnos siempre una sonrisa. Una muestra de aliento.
Para muchos, y puede que suene algo exagerado, sin Charles Chaplin el cine no hubiera sido lo mismo. No lo sabemos, puesto que este medio siempre se ha nutrido de grandes nombres con grandes ideas, nuevas perspectivas desde donde innovar el mundo del celuloide, y con él, nuestras fantasías. Nuestras emociones. Puesto que el cine, no deja de ser lo que todos hemos dicho alguna vez, “una fábrica de sueños“.
Pero no perdamos el hilo de nuestra idea. Estamos hablando de felicidad. De la felicidad entendida desde el punto de vista de un icono del cine. Charles Chaplin. ¿Sabes quizá qué se escondía detrás de ese hombrecillo de andares extraños? Este británico fue un superdotado de las artes y de la escena. Era una acróbata con un afinado instinto para la comedia. Pero una comedia vista desde un plano algo trágico. Agridulce.
Una vida dura
Era el hombre de los mil rostros: actor, director, músico, guionista, productor, montador y ante todo… un hombre que superó la adversidad desde muy joven. Creció en la precariedad más absoluta. Casi sin recursos sobrevivía como podía en los escenarios, siempre en el mundo del espectáculo, pero con la maldición del hambre y la desnutrición rondando a su alrededor.
Su familia era un ejemplo más de esos lazos rotos donde no se encuentra seguridad para crecer. Sin apego, sin aliento. Su padre nunca se preocupó demasiado de él y de sus hermanos, y su madre, a pesar de ser una artista más en los escenarios, sufría graves trastornos mentales que la obligaban a estar recluida en sanatorios durante largas temporadas.
Detrás del personaje, detrás de esos grandes zapatones, su bastón y su chaleco polvoriento, estaba su propia historia. Ese mundo personal que esconder a medias, porque en esencia, formaba parte de él y perfilaba lo que en realidad era.
Fue un hombre que supo sobrevivir e inventarse. Alguien que sabía sacar una sonrisa de la tragedia y conectar con un público que sabía muy bien de lo que estaba hablando.
Chaplin fue un artesano de las emociones, y como tal, nos dejó un digno legado no solo en el mundo del cine, también a través de sus palabras. Y aquí te dejamos un gran ejemplo que esperamos te sirva:
Reflexión de Charles Chaplin
La vida es una obra de teatro que no permite ensayos…
Por eso, canta, ríe, baila, llora
y vive intensamente cada momento de tu vida…
…antes que el telón baje
y la obra termine sin aplausos.
¡Hey, hey, sonríe!
más no te escondas detrás de esa sonrisa…
Muestra aquello que eres, sin miedo.
Existen personas que sueñan
con tu sonrisa, así como yo.
¡Vive! ¡Intenta!
La vida no pasa de una tentativa.
¡Ama!
Ama por encima de todo,
ama a todo y a todos.
No cierres los ojos a la suciedad del mundo,
no ignores el hambre!
Olvida la bomba,
pero antes haz algo para combatirla,
aunque no te sientas capaz.
¡Busca!
Busca lo que hay de bueno en todo y todos.
No hagas de los defectos una distancia,
y sí, una aproximación.
¡Acepta!
La vida, las personas,
haz de ellas tu razón de vivir.
¡Entiende!
Entiende a las personas que piensan diferente a ti,
no las repruebes.
¡Eh! Mira…
Mira a tu espalda, cuantos amigos…
¿Ya hiciste a alguien feliz hoy?
¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?
¡Eh! No corras…
¿Para que tanta prisa?
Corre apenas dentro tuyo.
¡Sueña!
Pero no perjudiques a nadie y
no transformes tu sueño en fuga.
¡Cree! ¡Espera!
Siempre habrá una salida,
siempre brillará una estrella.
¡Llora! ¡Lucha!
Haz aquello que te gusta,
siente lo que hay dentro de ti.
Oye…
Escucha lo que las otras personas
tienen que decir, es importante.
Sube…
Haz de los obstáculos escalones
para aquello que quieres alcanzar.
Mas no te olvides de aquellos
que no consiguieron subir
en la escalera de la vida.
¡Descubre!
Descubre aquello que es bueno dentro tuyo.
Procura por encima de todo ser gente,
yo también voy a intentar.
¡Hey! Tú…
ahora ve en paz.
Yo preciso decirte que… TE ADORO,
simplemente porque existes.
-Charles Chaplin-