La mediación narrativa, una técnica para resolver conflictos
La mediación narrativa es un método para resolver conflictos basado en la forma en que las personas estructuran y describen las discrepancias o contradicciones en las que se hallan inmersas. Hay que anotar que el lenguaje personal refleja la manera como se entiende el mundo y que este suele dar pautas muy valiosas acerca de la verdadera naturaleza de un conflicto.
En general, la mediación narrativa se implementa para facilitar la expresión de los intereses y necesidades personales de cada una de las partes y para intervenir de modo que se favorezca la comprensión intrapersonal e interpersonal, a través de una deconstrucción de las narrativas individuales.
Un conflicto comienza a solucionarse cuando es posible precisar su esencia. A veces, una persona piensa que lo que le molesta de otra es, por ejemplo, su falta de colaboración. Sin embargo, a través de la mediación narrativa se logra establecer que en realidad la molestia surge de la manera en que esa persona solicita tal colaboración. Esto se hace visible si se propicia y se analiza la forma en la que cada uno narra el conflicto.
Nuestras discordias tienen su origen en las dos más copiosas fuentes de calamidad pública: la ignorancia y la debilidad.
Conceptos básicos en la mediación narrativa
Para entender cómo se puede aplicar la mediación narrativa, primero es necesario precisar algunos conceptos que son inherentes a este método. Dichos conceptos son los siguientes:
- Narrativa del conflicto: corresponde a cómo cada persona elabora la historia de la situación conflictiva. Esta da pistas sobre los elementos o aspectos que considera más problemáticos y define la posición que adopta en ese marco.
- Narrativa alternativa: se refiere a la situación ideal que permite la superación del conflicto según cada parte. Nuevamente, aquí cada quien expresa a través del lenguaje lo que desea y la forma como está dispuesto a aportar para solucionar la situación.
- Metanarrativas: son las reglas y valores que aparecen implícitamente en la narrativa del conflicto y en la narrativa alternativa.
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Los elementos de las narrativas
Las características de las narrativas son otro de los aspectos a tener en cuenta antes de entrar a aplicar la mediación narrativa. Tales elementos son la base para hacer el proceso de deconstrucción del conflicto real. Los elementos característicos de las narrativas son los siguientes:
- Trama: comprende la forma como, en líneas generales, una persona describe el origen de la situación, el cambio que origina el conflicto, lo que lo complica y aquello que permitiría darle solución.
- Tema: es el aspecto concreto al que está referido el conflicto.
- Contexto: hace referencia al entorno físico y social en donde tiene lugar el problema.
- Personajes: se refiere a todos aquellos que, de un modo u otro, participan en la situación problemática.
Es usual que el conflicto narrado por una persona sea muy diferente al narrado por su contraparte. En ocasiones, es como si estuvieran hablando de dos realidades diferentes.
La mediación narrativa consiste precisamente en lograr la unificación de lenguajes.
Técnicas de mediación narrativa
La mediación narrativa se vale de varias técnicas para lograr la resolución del conflicto. El objetivo último es lograr que se construya una historia común entre las partes, que se las represente y conduzca a una narrativa alternativa común. Para ello, se puede hacer uso de alguna o varias de las siguientes técnicas:
- Doble escucha: consiste en tomar nota de las descripciones negativas de la contraparte, para convertirlas en afirmaciones en positivo. Por ejemplo, si alguien dice: «Me molesta que ella sea egoísta», el objetivo es que logre plantearlo así: «Quisiera que ella fuera generosa».
- Parafraseo: consiste en sintetizar al máximo lo que cada parte cuenta. Se debe hacer tomando como base la trama y resumiendo primero el origen, según cada parte; luego, el cambio y, después, la complicación. Esto favorece la escucha entre las partes, valiéndose del mediador.
- Replanteamiento: consiste en recoger las expresiones agresivas entre las partes y plantearlas de manera conciliatoria. Si alguien dice: «Él es un mentiroso», el mediador interviene y dice: «Lo que quizás quiere decir usted es que percibe inconsistencias en lo que el otro dice».
- Externalización: consiste en identificar el sentimiento negativo más intenso que genera o produce la otra parte. Así, si por ejemplo el sentimiento es la ira, se indagará en cómo se experimenta o se manifiesta.
- Inclusión de otras narrativas: es una técnica similar a la del juego de roles. Se le pide a cada parte que se ubique en el lugar de alguien externo para ver desde allí el conflicto. Por ejemplo: ¿qué opinaría un policía frente a lo que usted acaba de decir?
Todas estas técnicas buscan deconstruir la narrativa de cada una de las partes. Persiguen restarle rigidez a la misma y hacerla más comprensible para todos los interlocutores. Estas técnicas suelen funcionar bien en los contextos organizacionales.
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- Garrido Soler, S., & Munuera Gómez, P. (2014). Contra la neutralidad. Ética y estética en el modelo circular-narrativo de mediación de conflictos.
- Revista Telemática de Filosofía del Derecho
- , (17), 139-166.