La mejor edad es cuando dejas de contar años y cumples sueños
Dicen que la edad se va como el humo que escapa por una ventana abierta, dibujando sugerentes formas en el aire hasta que poco a poco, desaparecen. No obstante, las personas no somos humo, ni siquiera viento, somos aliento, somos suspiros, somos vida vivida y sueños que alcanzar cada día.
¿Cuál crees que es la mejor edad del ser humano? En realidad, no hay un año exacto que simbolice el equilibrio perfecto, porque lo que la juventud no sabe la madurez lo advierte, y lo que la madurez ansía en ocasiones lo posee esa inmadura juventud.
La mejor edad es cuando dejas de contar años y cumples sueños, y para ello se requiere algo de valentía, una gota de atrevimiento, y desprenderse a su vez de muchos miedos que durante largo tiempo, nos han puesto su coraza.
En ocasiones nos calzamos con mil excusas, con esas piedras en nuestros zapatos que nos impiden poder avanzar por el camino de nuestros sueños:“Es que ahora no es el momento, es que a mi pareja no le viene bien, es que lo más posible es que me rechacen, es que algo me dice que por mucho que lo desee no me va a salir…”
Las personas, a veces, somos hábiles artesanos a la hora de cortarnos nuestras propias alas. Los pensamientos limitantes, los prejuicios y las inseguridades son en ocasiones los auténticos “radicales libres” capaces de envejecernos por dentro. De darnos más edad de la que en realidad tenemos.
Acumular juventud es un arte que todos deberíamos empezar a poner en práctica desde que tenemos uso de razón. Porque la auténtica finalidad de esta vida es saber vivirla con la máxima intensidad, ilusión y pasión, intentando rozar con la yema de los dedos cada uno de nuestros sueños. Y tú… ¿Lo estás haciendo ya?
La mejor edad está en tu corazón
La mejor edad es aquella en que uno se siente bien con lo que es, con lo que tiene y lo mucho que le queda por alcanzar. Porque quien no tiene sueños es un muerto en vida, porque quien no se ilusiona no ofrece magia a su corazón y luz a sus pensamientos.
La peor de las tragedias no es cumplir años, ni ver una arruga más en el rostro o un kilo más en nuestras caderas. La verdadera tristeza es una vida no vivida, es que esas arrugas no cuenten historias, que esas caderas no se hayan movido en mil mundos…
Y ahora dinos…¿Qué edad tiene tu corazón? Si está lleno de proyectos y sigue bombeando con fuerza feliz por haber conseguido ya una pequeña parte de sus anhelos, entonces ten por seguro que estás en tu mejor edad, y que nadie se atreva a decir lo contrario.
Ahora bien, tenemos claro que no siempre es fácil alcanzar esas cosas llamados “sueños personales”. Hay quien gusta reírse de ellos y decirnos que no son sueños, sino fantasías, y que las fantasías son cosas de niños. No obstante, haz oídos sordos a estas palabras.
Solo los niños conocen el auténtico valor de la vida, porque sus miradas están llenas de curiosidad, inocencia y ganas por experimentar. Las barreras aparecen con la madurez, y con muchos de estos aspectos que debes tener en cuenta:
- La influencia de terceras personas. En ocasiones pueden ser nuestros familiares o nuestras parejas. Personas cercanas y significativas que se encargan de quitarnos ilusiones, de cortar los hilos de nuestros anhelos… Y nosotros, lo permitimos.
- Pensamientos limitantes, esos que nosotros mismos nos propinamos con ideas como: yo no soy capaz, para eso no valgo, me va a salir mal, y sobre todo esa frase de “ahora no es el momento, mejor cuando tenga esto, cuando consiga lo otro…” Y sin embargo, ese día nunca llega.
- Inseguridad: ¿Y si me equivoco? Está claro que en ocasiones, alcanzar alguno de nuestros sueños va a suponer tener que salir de nuestra zona de confort. No obstante, recuerda siempre, que los verdaderos sueños se inscriben unos pasos más allá de este límite… ¡Vale la pena cruzarlo!
Instrucciones para llegar radiantes a la mejor edad
No tengas miedo de cumplir años, lo que de verdad debe causarnos inquietud es no haber alcanzado alguno de nuestros sueños. Porque las personas, al fin y al cabo estamos hechas de ese material tan mágico, frágil pero motivante a la vez.
Cierra los ojos y coge aire con fuerzas mientras te convences a ti mismo de que la vida es atrevimiento y pasión, de que todo lo que te queda por vivir es lo mejor, y de que empieza aquí y ahora.
¿Cuáles son entonces esas instrucciones para llegar radiantes a nuestra mejor edad? Toma nota de estas sencillas dimensiones:
- Diviértete: sea como sea, haz siempre lo que de verdad te apasiona, te define y hace reír a tu corazón.
- No hagas daño a nadie: vive cada día de tu vida con la máxima intensidad pero cuidando de no lastimar a nadie, y protegiéndote también a ti mismo de que te hagan daño.
- No aceptes las derrotas: nunca te des por vencido, nunca vuelvas la espalda a una puerta cerrada. Los trenes seguirán pasando para todos aquellos que den el paso y se atrevan a intentarlo no una, sino diez veces.
- Esfuérzate por ser feliz: te aseguramos que no cuesta nada. En ocasiones, basta con priorizarse un poco más…
Cortesía imágenes de Mariana Calacheva, Isabelle Desrochers, Sylvie Daigneault