Las 4 leyes de la atracción en las relaciones de pareja
Las leyes de atracción en las relaciones de pareja nos dicen que el modo en que hallamos a esa persona especial no responde siempre a la simple casualidad. Aparecen pequeños indicios, conectores, espacios de complicidad que nos impulsan a sentirnos atraídos por esa persona y no otra; pistas donde lo biológico, lo social, lo emocional y hasta lo inconsciente hilan el tejido del amor.
Si hay algo que siempre ha intentado entender la ciencia psicológica es el misterio de la atracción humana. Si nos limitamos a explicar la pasión y la atracción por los ya clásicos mecanismos de las hormonas, neurotransmisores y demás universo químico, asumiríamos una perspectiva algo reduccionista. Porque en cierto modo, todos tenemos la sensación de que hay ‘algo más’…
Helen Fisher, la célebre antropóloga, bióloga y experta en relaciones afectivas, nos señala en su libro Por qué amamos, naturaleza y química del amor que enamorarnos nunca es una elección personal. Hay determinados hombres y mujeres que nos impresionan casi sin saber por qué y así, casi sin darnos cuenta, se pone en marcha poco a poco la maquinaria de la atracción.
Resulta por tanto muy dificultoso para el campo de la ciencia y la psicología dar una explicación única sobre cómo se orquesta el amor. Por ello, es común que se recurra a una serie de leyes que, desde cada una de sus perspectivas, nos aportan un discurso, un origen y una definición sobre el misterio de la atracción humana. Analicemos esos datos en detalle.
“Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después todo el amor pertenece a los pensamientos”.
-Albert Einstein-
Las 4 leyes de la atracción en las relaciones de pareja
Las leyes de la atracción en las relaciones de pareja responden a principios sociales, biológicos y antropológicos. Un modo acertado de entender el misterio del amor es viéndolo desde distintas perspectivas, ahí donde es muy posible que unas nos parezcan más acertadas que otras, pero donde todas nos ofrecen una visión global altamente interesante.
Cabe decir que en los últimos años el mundo de la psicología se ha interesado en tener en cuenta otras visiones más allá del punto de vista de la neurociencia. Así, estudios como el llevado a cabo por la doctora Vanessa J Bonhs, de la Universidad de Berlín, nos señala que a día de hoy comprendemos el mecanismo de la atracción sexual, pero en realidad, no todo puede explicarse a través de la neuroquímica. Veamos por tanto en qué se basan las 4 leyes de la atracción en las relaciones de pareja.
1. La ley de la personalidad
Hay formas de ser, de expresar y comportarse que atraen y esto es un principio innegable. Como bien suele decirse, más allá del físico está la personalidad, y a menudo, hay perfiles que cautivan por múltiples razones.
La inteligencia, la cercanía, el arte de saber conectar a través del diálogo, de la calidez, de ese ingenio que deja impronta y que nos desafía mentalmente… Todo ello configura un artesanía capaz de enamorar.
2. Ley de la proximidad
Dentro de las leyes de la atracción en las relaciones de pareja, esta nos puede parecer la más simple, pero no por ello es menos cierta. El ser humano comparte espacios comunes durante muchas horas al día: universidad, trabajo, gimnasios, edificios comunitarios, etc. Lo queramos o no, acabamos interaccionando con un número reducido de personas, ahí donde el trato puede volverse poco a poco, más significativo e íntimo.
Son muchas las personas que han terminado iniciando relaciones después de años siendo, por ejemplo, compañeros de clase o de trabajo. Así, según este principio, es común que acabemos eligiendo pareja entre alguien que tenemos cerca en el día a día.
3. La ley de la semejanza
¿Es verdad que los polos opuestos se atraen? Lo es, en ocasiones sucede. Ahora bien, la ciencia nos señala que lo más común, lo que sucede con mucha más frecuencia es que nos sintamos atraídos por esas personas con quienes compartimos aficiones comunes.
Así, siempre resulta reconfortante dar con alguien que comparte con nosotros esas pasiones tan singulares, quien coincide en nuestros valores y armoniza con muchas de nuestras metas, sueños y deseos.
4. Ley de la apariencia o el aspecto físico
Sabemos que dentro de las leyes de la atracción en las relaciones de pareja, el aspecto físico es a menudo un elemento clave. Sin embargo, hay un matiz que vale la pena tener en cuenta. En gran parte de los casos nos fijamos claramente en personas que nos resultan agradables a la vista, pero a su vez, casi sin que nos demos cuenta, esos hombres y mujeres suelen presentar rasgos similares a los nuestros. Hay algo familiar.
Es decir, a pesar de que abunden las parejas con diferencias físicas (uno de los miembros puede ser muy alto y el otro muy bajo, uno muy atractivo y el otro mucho menos, uno de una raza y otro de otra, etc.) por término medio, suele haber cierta homogeneidad. Según esta teoría, buscamos o nos acaba atrayendo esa persona con un componente familiar, alguien que de algún modo armoniza con nosotros.
Para concluir, podemos o no podemos estar de acuerdo con estas leyes de la atracción en las relaciones de pareja. Sin embargo, la mayoría hemos experimentado en algún momento esas realidades, ahí donde fijarnos en quien tenemos cerca, ahí donde a menudo la personalidad termina cautivando mucho más que el aspecto físico.
Sea como sea, y a pesar de que la ciencia siempre busque dar una explicación objetiva a toda experiencia humana, podríamos decir que el universo de la atracción sigue trazando líneas que tal vez solo los poetas y los artistas puedan definir…
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- Bohns, V. K., Scholer, A. A., & Rehman, U. (2015). Implicit Theories of Attraction. Social Cognition, 33(4), 284–307. https://doi.org/10.1521/soco.2015.33.4.284