Las 4 sendas del yoga
El yoga es una técnica milenaria oriental que hoy en día se practica en occidente casi como cualquier otra disciplina deportiva. Podemos encontrarla en centros especializados o en gimnasios, combinada con otras prácticas deportivas, como el pilates. Sin embargo, si lo que buscamos es una práctica correcta del yoga, debemos seguir una serie de pautas teniendo en cuenta que en su práctica hay dos componentes igual de importantes: tanto el físico como el mental. Así, para un desarrollo integral se recomienda seguir las 4 sendas del yoga.
Estas 4 sendas del yoga estimulan nuestro desarrollo en deferentes planos: la acción, la espiritualidad, la sabiduría y el control mental y físico.
Karma yoga, primera senda del yoga
Este es el denominado “yoga de la acción“. Se basa, como su nombre indica, en la actuación consciente de quien lo practica. Está asociado a aspectos como la actitud, el deber, la motivación o la renuncia.
El principal objetivo de la primera de las 4 sendas del yoga es la devoción religiosa: el individuo debe entregarse incondicionalmente a aquello en lo que cree, dejando a un lado las hipótesis sobre el resultado. Así, se ejemplifica una máxima: el camino es mucho más importante que el destino, y en él se debe cumplir con el dharma o deber religioso. El karma, es decir, la acción, debe tener como destino a Dios, de forma que se produzca moksha (liberación).
Existen diferentes formas de entender esta clase de yoga, aunque todas confluyen en el trabajo desinteresado (que puede ser material o no). El resultado de ese trabajo será correcto, sin importar si es beneficioso o no en función del grado de devoción de la persona.
Bhakti yoga, segunda senda del yoga
Esta clase de yoga se relaciona con la espiritualidad. En ella, cobra importancia la relación entre Dios y el creyente. Esta relación se establece recitando el nombre del dios en forma de mantra; los devotos también alcanzan esta relación mediante el canto de himnos, incluso con emblemas. Otra parte importante es la peregrinación a sitios religiosos.
Todas estas acciones acercarían a la persona a su deidad, y se traduciría en relaciones de toda índole. Por eso hay quienes consideran esta clase de yoga como una disciplina religiosa y no religiosa a la vez. Entablar relación con Dios mediante el bhakti yoga puede suponer convertirte en amigo de la deidad, a la vez que generas un deber con ella.
Jñāna yoga, tercera senda del yoga
También denominado gñana yoga, es la rama que considera que la sabiduría o el conocimiento absoluto es la forma más adecuada de acercarse a Dios. En esta disciplina, discernir entre lo material o inmaterial, entre lo que es real o no. También se practica el control de los sentidos y de los impulsos como prueba de sabiduría. La renuncia del placer y la concentración son asimismo fundamentales.
Los seguidores de esta doctrina deben tener control total de sus emociones, de sus experiencias sensoriales y dedicar su existencia al conocimiento. Esto forma parte de su devoción por Dios.
Raya yoga, cuarta senda del yoga
La última de las 4 sendas del yoga, el rāja yoga , es descrito en el libro más antiguo de yoga conocido: el Yoga sūtra. Esta doctrina considera elemento fundamental el control mental y físico como método para acercarse al Dios. No está muy clara su doctrina, por lo que muchas veces se ha confundido o fusionado con otras clases de yoga. Entre las clases de yoga que se relacionan con esta doctrina está el hatha yoga, uno de los métodos de yoga más difundido en todo el mundo, basado en ásanas o posturas.
La práctica del raya yoga supone en muchos casos la meditación. Para practicarlo se debe buscar un lugar tranquilo en el que, sentado, el individuo pueda centrarse en el presente y alejarse de ruidos externos. Al llegar a un estado de paz mental, el practicante debe aprender a conseguir ese estado de paz mental en su día a día.
Estas 4 sendas del yoga son prácticas religiosas muy antiguas, descritas en libros de difícil interpretación. Hoy en día, nuestra concepción del yoga pasa por interpretarlas desde nuestra perspectiva occidental, tomando aquello que nos interesa. Podemos querer simplemente alejarnos del estrés, aliviar dolores de espalda o conectar con nuestra espiritualidad de otro modo.