Las heridas emocionales impulsan la creatividad
Comprender la complejidad de la vida puede ser un camino especialmente fructífero para el bienestar psicológico. Abrazar el dolor, y en general las emociones consideradas negativas, viéndolas como parte fundamental de nuestra existencia, es una característica inherente de la creatividad.
En las últimas décadas, la sociedad occidental ha tenido como uno de sus rasgos característicos la aversión al dolor en casi cualquiera de sus manifestaciones. En una cultura que nos ha habituado al consumo inmediato y a la satisfacción instantánea, emociones como la tristeza, el enojo, el desánimo o la frustración no tienen cabida.
Estas emociones, son percibidas como alteraciones disfuncionales, que nos sacan de los circuitos de la producción y el consumo. Cuando no renunciamos al dolor, sino que lo incluimos como un elemento que nos constituye y nos forma, se inicia y se expresa la creación.
“La creatividad es permitirte a ti mismo cometer errores”
-Scott Adams-
¿Qué emociones nos hacen ser más creativos?
A lo largo de la historia, han sido muchos los artistas y científicos que han señalado que, en los momentos de menor felicidad de sus vidas, ha sido cuando mayores niveles de creatividad han experimentado.
La neurociencia ha arrojado algo de luz sobre las conexiones que abre las puertas de la creatividad. Un estudio dirigido por el doctor Roger Beaty apunta a que las personas con mayores niveles creativos presentan una mayor conexión entre dos áreas del cerebro que no suelen estar muy de acuerdo.
De esta investigación se desprende además que las personas que poseen un mayor compromiso afectivo, es decir, gente abierta a profundizar en sus emociones, están más abiertas a la inspiración; siendo este un indicador más fiable de la creatividad, que el del nivel intelectual.
Otros estudios han encontrado que cuando los individuos se encuentran en ambientes inusuales en los que se contraponen emociones, la creatividad aumenta. Esto sucede gracias a que el cerebro se ve obligado a realizar asociaciones que en situaciones normales nunca realizaría.
En cuanto a las emociones, también se ha demostrado que los estados emocionales positivos pueden impulsar la creatividad, permitiendo producir más ideas, aunque no necesariamente más originales. En el caso de las emociones negativas, como la tristeza, rabia, melancolía y desengaño, estas ayudan a las personas a producir más ideas cuando la tarea creativa es considerada interesante. De forma que el individuo en un estado de ánimo negativo encuentra en el proceso creativo un remedio para volver a un estado emocional neutro o positivo.
Para vivir una vida creativa debemos perder nuestro miedo de estar equivocados
-Joseph Chilton Pierce-
Educación emocional y creatividad
Sir Ken Robinson es un educador, escritor y experto en asuntos relacionados con la creatividad. Fue nombrado sir por la reina de Inglaterra por incorporar clases de arte al currículum escolar. Denunció en la charla TED más vista de la historia que la escuela con un planteamiento educativo tradicional mata las emociones y la creatividad.
En su investigación muestra cómo el 90% de los niños de preescolar presentan altos niveles de pensamiento creativo. En el transcurso de sus años de escuela, de esos mismos niños ya con 12 años, apenas un 20% logra mantener esos niveles de pensamiento divergente.
Sin embargo, la creatividad es, cada vez más, una cualidad requerida en la sociedad del siglo XXI. Muchos estudios han demostrado que las características emocionales del individuo tienen un impacto específico en su capacidad creativa y artística.
Muchos son los procesos psicológicos que influyen en la manifestación de esta capacidad, entre ellos, la tendencia a mantener estados de ánimo positivos. Estos se relacionan con la liberación de dopamina, lo que facilita el desarrollo flexible de la atención y la capacidad para desarrollar más perspectivas cognitivas.
Los estados emocionales negativos influyen en la creatividad, pero en otra dirección. Durante la fase de dolor y tristeza, el impulso creativo suele estar relacionado con un tipo de tarea más específica y de producción creativa, como la música y la escritura.
A pesar de que las emociones están relacionadas con la creatividad, lo están en un modo que depende mucho del tipo de tarea. Algunos investigadores entienden que los estados de ánimo positivos afectan a las fases de percepción y a la fase final del proceso creativo artístico, mientras los negativos afectarían a las primeras fases de preparación, incubación e ideación.
“Cada niño es un artista, el problema es seguir siendo un artista cuando creces”
-Pablo Picasso-