El lenguaje corporal de la seducción: el arte de seducir sin palabras

El lenguaje corporal de la seducción es la manera en la que expresamos nuestro interés -no solo romántico- por otra persona. Ahora, ¿de qué gestos nos valemos para seducir?
El lenguaje corporal de la seducción: el arte de seducir sin palabras
José Padilla

Escrito y verificado por el psicólogo José Padilla.

Última actualización: 01 agosto, 2022

Entendemos por lenguaje corporal de la seducción al conjunto de expresiones no verbales que utilizamos para demostrarle a otro nuestro interés. Esta forma de comunicarnos se manifiesta de manera involuntaria; sin embargo, podemos llegar a tener cierto control sobre ella si somos buenos observadores.

De hecho, en muchos casos, el conocimiento intuitivo de la práctica hace que juguemos con ella de manera acertada. Por ejemplo, podemos sentirnos tentados a sonreír, y de hecho lo hacemos, pero también actuamos de manera consciente para controlar la curva de la sonrisa o la apertura de los labios, interviniendo así sobre nuestro rostro para que adopte la forma que pensamos que nos favorece.

El lenguaje corporal de la seducción en mujeres

Moore (1985) realizó una investigación en la que observó a más de 200 mujeres adultas para construir una lista de comportamientos de coqueteo o seducción. El contexto de las observaciones fue variado: bares para solteros, bibliotecas, universidades.

Con esta metodología, la investigadora logró identificar 52 comportamientos, encontrando que estos aparecen con más frecuencia en los bares que en los demás contextos. Entre estos 52 comportamientos, los más habituales fueron los siguientes.

Mujer y hombre mirándose en la distancia

1. La danza solitaria

Sentada o de pie, la mujer mueve el cuerpo al son de la música. La respuesta típica que se observó en la investigación fue que esta expresión corporal facilitaba que los hombres se acercaran a pedirle un baile.

2. Mirar la habitación

Este comportamiento solía producirse al principio de la noche. Consiste en no establecer contacto visual con nadie y mover la cabeza rápidamente, recorriendo el lugar con la mirada. Este movimiento es seguido por otro movimiento de cabeza que reorienta el rostro de la mujer a su posición original. La duración total de la mirada es breve, 5-10 segundos, sin que se llegue a producir el contacto visual.

3. Mirada rápida y corta

Esta mirada se dirige a un hombre en particular y luego la retira rápidamente (en 3 segundos).  En el estudio se halló que la rotación horizontal de la cabeza durante la mirada fue de aproximadamente 25-45 grados. Por lo general, este comportamiento se repite durante tres veces.

4. Mirada fija

El contacto visual se prolonga por más de 3 segundos. La mujer mira directamente al hombre y este le devuelve la mirada. Durante la investigación, este comportamiento se observó varias veces a lo largo de un minuto.

5. Voltear la cabeza

La mujer voltea la cabeza hacia atrás de tal modo que la cara se inclina hacia arriba brevemente, para después regresar a su posición inicial. Con frecuencia este comportamiento se combina con el de hacer oscilar levemente el pelo.

6. Movimiento del pelo

La mujer levanta una mano y empuja sus dedos a través del cabello. En el estudio se observó que algunas mujeres solo hicieron una vez este movimiento, mientras que otras lo hicieron varias veces en un intervalo de 30 segundos.

7. Sonreír

Las sonrisas fueron uno de los comportamientos más observados en las mujeres del estudio. La sonrisa consiste en elevar la comisura de los labios. Esto provoca la exposición parcial o total de los dientes. En algunas mujeres la sonrisa puede durar mucho tiempo.

8. Inclinarse hacia delante

La mujer mueve la parte superior de su cuerpo hacia adelante; por lo general, es una señal de interés, de cercanía. Este tipo de comportamientos suelen ser bien interpretados por las potenciales parejas.

El lenguaje corporal de la seducción en hombres

Aunque hombres y mujeres coinciden en algunos aspectos a la hora de seducir, los hombres tratan de llamar la atención de una manera más explícita que estas, pero disimulada. A continuación, lo vemos:

1. Llamar la atención

El hombre puede intentar llamar la atención tensando su musculatura (Givens, 2008). Así, para que sea evidente, puede utilizar ropa más ajustada.

Hacer gala de la fuerza física o del estatus social y económico son estrategias que, aunque no sirvan para conquistar, sí pueden servir para llamar la atención. Quizás no elijamos a alguien como pareja porque tiene más o menos dinero, pero la mayoría preferiríamos tener una pareja rica antes que una pareja pobre.

2. Piernas abiertas

Abrir las piernas y mantenernos con ellas abiertas demuestra confianza en uno mismo, transmitiendo relajación y seguridad. También es señal de dominancia que socialmente se le ha atribuido al carácter del hombre y a su masculinidad.

3. Maximización del espacio

El hombre intenta ocupar la mayor parte del espacio con el fin de captar la atención de la persona que le gusta. Este comportamiento lo hace más visible ante los demás y es también una señal de dominancia.

4. Inclinarse hacia delante

Al igual que las mujeres, los hombres también adoptan esta postura para demostrar interés. Es una estática corporal muy básica, pues, por lo general, tendemos a alejarnos de lo que nos desagrada y acercarnos a aquello que es de nuestro gusto.

5. Mostrar los brazos

Muchos hombres desnudan sus brazos cuando quieren llamar la atención de una mujer. Culturalmente, los brazos son un símbolo de poder y fuerza, por lo que expresan la capacidad de proteger físicamente tanto a la potencial pareja como a su futura descendencia.

6. El contacto visual

Los hombres también juegan con la mirada cuando quieren seducir. El contacto visual es una señal clave en el lenguaje corporal de la seducción tanto de hombres como de mujeres. Nuestra mirada tiende a quedarse en aquellos lugares que nos interesan y a escapar de aquellos que nos desagradan.

Hombre mirando a una mujer sonriendo

Para finalizar, es necesario resaltar que las señales que hemos revisado pueden tener otros significados, dependiendo de la situación, de la cultura o de otros rasgos personales. Por eso, a la hora de interpretarlas, es mejor actuar con prudencia, intentando descifrar su significado en conjunto y teniendo en cuenta el entorno en el que nos encontramos.


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  • Givens, D. (2008). El lenguaje de la seducción.  RBA.
  • Moore, M. M. (1985). Nonverbal courtship patterns in women: Context and consequences. Ethology and sociobiology6(4), 237-247.

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