Liderazgo de Zelensky: ¿por qué ha calado tanto su mensaje?

Muchos esperaban que al estallar la guerra, Volodymyr Zelensky dejara el país. Pero no lo hizo. Se quedó. Ahora es quizás es el símbolo más potente de un país que se resiste a rendir sus fronteras... y con ellas, su futuro y su ilusión.

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 julio, 2022

El liderazgo de Zelensky se basa, sobre todo, en una comunicación efectiva, reflexiva y poderosa. Utiliza los canales habituales con eficacia, sin despreciar o descuidar a los más actuales. Además, dispone de un recurso natural que sabe explotar muy bien: la inteligencia social y emocional. Es un líder que ha logrado traspasar fronteras y conectar con medio mundo, hablando con rotundidad, pero desde el corazón.

Casi nadie esperaba demasiado de este político de 44 años que, no hace mucho, se ganaba la vida como actor cómico. Incluso hay quien dice que antes de la guerra su presidencia era débil. Sus índices de popularidad habían bajado y las críticas a su forma de gobernar empezaban a germinar. Su promesa de poner fin al conflicto del Donbás, por ejemplo, no se había materializado.

Así, a pesar de haber luchado también por reformar el poder judicial y por frenar el control de los oligarcas, su nombre apareció en los Pandora Papers por tener patrimonio en uno de los llamados paraísos fiscales. Y entonces ocurrió lo que casi nadie esperaba: Vladimir Putin inició su invasión a Ucrania el 24 de febrero.

El líder ruso esperaba una guerra de poca duración al dar por sentado que Volodymyr Zelensky dejaría de inmediato el país ayudado por occidente. Pero esto no sucedió. Zelensky no solo se quedó, sino que es el aliento cotidiano de su pueblo. También una figura de referencia para el resto del mundo al mostrar un tipo de liderazgo que no deja indiferente a casi nadie.

Las claves del liderazgo de Zelensky

A pocos les gustaría estar en la piel del 6.º presidente de Ucrania. Este licenciado en derecho, además de guionista, productor, director de cine y televisión, vive una situación de lo más compleja. No es fácil ser un líder en medio de un conflicto bélico. No es sencillo mantener el coraje ante un asedio tan descarnado, y donde, además, él es el objetivo político que el enemigo busca asesinar a toda costa.

Sin embargo, lo que peor lleva es ver el sufrimiento de su gente. Como también, ser informado de los ataques, de las ciudades conquistadas, de las fosas comunes encontradas llenas de cadáveres o del número de niños fallecidos. No pasa desapercibido el dolor en su cara. Es inevitable no empatizar con su compleja situación y sentir, además, una profunda admiración por su figura.

¿Qué es lo que tiene el liderazgo de Zelensky para haber conquistado ya a medio mundo? Lo analizamos.

La integridad de un líder que predica con el ejemplo

En efecto, Volodymyr Zelensky hubiera podido aceptar la propuesta de Estados Unidos y dejar Ucrania junto a su familia. Sin embargo, su respuesta fue contundente: “la lucha está aquí”. Más de 200 días después, con miles de muertos, millones de desplazados y varias ciudades tomadas por las tropas rusas, el presidente ucraniano resiste junto a su pueblo.

Los buenos líderes dan ejemplo, se quedan junto a su equipo e intentan afrontar los problemas de manera conjunta. Y esto es lo que hace Zelensky desde el inicio. Ese apego a los suyos, el soportar cualquier situación por dura que sea con coraje y esperanza, revela su integridad y autenticidad.

Trabajos de investigación como los realizados por Goffee & Jones, 2005 inciden en algo interesante. Explican que el liderazgo auténtico es aquel que está altamente sintonizado con su ambiente, con su equipo humano. Es alguien que, además, practica lo que predica. El presidente de Ucrania es un gran ejemplo de ello.

Una comunicación efectiva (y efectista)

Podríamos decir aquello de que el líder ucraniano tenía una ventaja: era actor y domina el arte de la comunicación. También de los medios. Sin embargo, ser un buen comunicador en un contexto adverso es una cualidad que no todos dominan. En este caso, sus habilidades son indudables. Hace llegar una visión clara de lo que quiere mediante mensajes muy nítidos y rotundos

Zelensky se vale de los recursos básicos de los que dispone: un teléfono móvil y una conexión a Internet. Después, manifiesta esas competencias que son el sustrato y la raíz de su éxito. Dispone de una adecuada inteligencia social y emocional: habla con rotundidad y asertividad, pero apelando a las emociones.

En su ronda de comunicaciones con los distintos países de la OTAN, no dudó en traer a la memoria esos eventos más simbólicos y emocionales de cada pueblo para buscar su ayuda. En Estados Unidos no dudó en hablar de Pearl Harbor o el 11 de septiembre. En España, recordó al bombardeo de Guernica en el 37, por la legión cóndor alemana.

Su propósito no era otro que lograr que todas las naciones, se metieran en la piel de los ucranianos. En su sufrimiento. El liderazgo de Zelensky es muy efectivo en el plano emocional, de ahí su éxito.

El liderazgo de Zelensky: abanderado de la esperanza y la no rendición

El liderazgo de Zelensky transmite una visión: la de que saldrán victoriosos. Aunque muchos vean esta invasión por parte de Rusia como un conflicto entre David y Goliat, Ucrania busca resistir a toda costa. Y su presidente es ese David que con su voz alienta a su pueblo y que busca convencer a los países aliados para que sigan apoyándolos.

Su influencia, su veracidad y la confianza que desprende, hacen creíble su mensaje de esperanza. “Cuando nos ataquen verán nuestras caras, no nuestras espaldas”, insiste, elevando cada día su carisma y altura moral. Esta es sin duda otra gran cualidad de los buenos líderes, ese mensaje de confianza con el cual, alentar a la resistencia y a la luchar por la supervivencia e integridad del país.

Ante el miedo, certidumbre y soluciones

Volodymyr Zelensky no ha dejado ni un día de hablar para su gente. La comunicación con los suyos es constante porque sabe que es necesario para que su pueblo no se quede sin luz frente al resto de circunstancias que se reproducen en forma de amenazas y sombras nada tranquilizadoras. No solo intenta trasmitir coraje, aliento y esperanza. Además de dar el parte de guerra, trabaja cada día para reunir más apoyos que consigan detener la guerra.

El líder ucraniano se alza como una referencia fundamental para su pueblo porque es capaz, incluso, de proyectar una visión de futuro (Zelensky sabe, y buena parte de la humanidad también, que el día que la esperanza deje de respirar en su país, habrá perdido la guerra). No basta con luchar y sobrevivir, también apela a la paz del mañana, momento en el que en Ucrania se podrá hablar de reconstrucción y progreso. Esa estrategia es un fantástico mecanismo para apaciguar la incerteza presente, ese aquí y ahora marcado por la angustia más absoluta.

Para concluir, es evidente que Zelensky deberá tomar decisiones muy difíciles en un futuro. Momento en que se negocie el final de esa invasión. Así, y como bien sabemos, las guerras no las gana nadie, todos acaban perdiendo. Lo más probable es que tenga que sopesar líneas rojas y llevar a cabo algún sacrificio. Sea como sea, su historia ya se habrá escrito y quedará para siempre como una figura con la que empatizamos, y de la que aprendimos claves valiosas sobre el liderazgo.