Los 3 efectos del estrés laboral más peligrosos

Los 3 efectos del estrés laboral más peligrosos
Sergio De Dios González

Revisado y aprobado por el psicólogo Sergio De Dios González.

Última actualización: 18 mayo, 2018

Todos tenemos muchas exigencias diarias provenientes de la actividad laboral que desempeñamos. Cuando estas exigencias son mayores que nuestros recursos personales -o al menos así lo percibimos-, podemos llegar a experimentar estrés laboral.

Ahora bien, este trastorno no tiene efectos negativos en nuestra salud psicológica, siempre y cuando sea puntual o durante un período de tiempo breve. Esto se debe a que las personas tenemos mecanismos adaptativos (estrategias de afrontamiento) que nos permiten hacer frente a desafíos y exigencias.

Sin embargo, si las exigencias a las que nos vemos sometidos se extienden a lo largo del tiempo, se produce un efecto de agotamiento por estrés y los recursos que tenemos dejan de funcionar porque ya no son adaptativos. Dicho de otro modo, la mente entra en una fase de agotamiento que da lugar a la aparición de la sintomatología del estrés laboral, la persona se bloquea y no puede poner en marcha sus estrategias de afrontamiento porque su sistema psicológico está quemado.

Cabe destacar que el estado de agotamiento psicológico por estrés laboral es muy frecuente en nuestra sociedad. Aproximadamente el 60 % de los casos que se atienden en terapia experimentan un nivel muy alto de estrés laboral. De hecho, a medida que la terapia avanza y el paciente mejora, es necesario trabajar con estrategias de manejo y control del estrés.

Si no se trabaja en el manejo del estrés, los cambios no se mantendrán a largo plazo, ya que volverán los efectos del estrés laboral. Así, el cuadro clínico del paciente volverá a ser negativo. Para concienciar de este problema e intentar prevenirlo, en este articulo explicamos cuáles son los 3 efectos del estrés laboral más peligrosos.

Los efectos del estrés laboral van desde ligeros problemas de concentración y memoria hasta síntomas de ansiedad y depresión.

Mujer representando la tensión

Problemas de concentración y memoria

Entre los efectos del estrés laboral más comunes se encuentra el desgaste neuropsicológico, es decir, el grado de afectación de funciones cognitivas como la atención, el razonamiento, la memoria y la toma de decisiones fruto del estrés.

Ahora bien, ¿por qué afecta el estrés a las funciones mentales? La razón se encuentra en la constante realización de tareas de supervisión y monitorización en el tiempo por parte de nuestra mente debido a la sobrecarga experimentada y la necesidad de control que de ello se deriva.

“El que vive en armonía consigo mismo vive en armonía con el universo”.

-Marco Aurelio-

¿Cómo perjudica el estrés laboral a los procesos de mentales?

Otro de los efectos del estrés laboral es la disminución de la capacidad de dirigir la atención sostenida (concentración). Lo más frecuente es que cuando una persona tiene un alto nivel de estrés en su trabajo, adquiera el hábito de hacer varias tareas a la vez, utilizando una dinámica de trabajo conocida como multitasking.

El multitasking es muy perjudicial para nuestra capacidad de concentración, ya que nos enseña a funcionar bajo estimulación múltiple. Cuando queremos fijar la atención en un solo estímulo, la mente tiene el hábito de “saltar” de una tarea a otra. Por ello, aunque la orden sea de concentrarse en una sola tarea, la fuerza de un hábito como el multitasking acaba ganando la partida y nos distraemos constantemente.

En este punto es muy importante entender que la atención es un proceso de entrada de información en nuestro sistema psicológico, si la atención está alterada siempre se verá alterada la memoria. Dicho de otro modo, para recordar hay que atender: si la información no entra correctamente en nuestra mente es muy complicado que sea retenida (memorizada) de forma adecuada. Por ello, el estrés laboral perjudica la memoria a través del desgaste atencional y las dificultades de concentración.

Ansiedad

El estrés provoca que nuestro sistema nervioso simpático nos prepare constantemente para huir o luchar. Incluso, aunque el objeto de estrés no sea cuestión de vida o muerte, nuestro cuerpo segrega hormonas como el cortisol (la hormona de estrés), adrenalina y noradrenalina. Se trata de hormonas que están encargadas de elevar la tasa cardíaca, el estado de alerta, la sudoración y la respiración, entre otras funciones.

De este modo, si nuestro cuerpo se activa constantemente, el resultado de esta activación acumulada será la ansiedad. La preocupación continua junto a un cúmulo de expectativas futuras hacen que la ansiedad debida a estrés laboral sea sostenida en el tiempo y que vaya acompañada de una angustiante sensación de incertidumbre y malestar, pudiéndose manifestar a través de presión en el pecho, dolor de estómago y taquicardia.

Hombre con ansiedad

Bajo estado de ánimo y síntomas depresivos

Los síntomas depresivos son el resultado de una simple regla aritmética: momentos positivos – momentos negativos = estado de ánimo (alegría o tristeza). El estrés laboral carga la mochila de momentos negativos. Si no tenemos o no podemos inclinar la balanza de los momentos hacia el lado de los positivos, la experiencia puede ser la siguiente: “me esfuerzo, trabajo mucho, me estreso y no tengo momentos de placer”.

“El bienestar y la salud son un deber, de otra manera no podríamos mantener nuestra mente fuerte y clara”.

-Buddha-

Asimismo, el estrés hace que segreguemos cortisol, y los altos niveles de esta hormona están directamente relacionados con la depresión. No se sabe exactamente qué es causa de qué, pero sí se sabe que depresión y cortisol están directa y altamente relacionados. Por tanto, si sumamos un alto nivel de exigencia laboral, la sensación de urgencia y exigencia por cumplir con tareas que nos sobrepasan, no tener tiempo para cargarnos de momentos positivos y altos niveles de cortisol, tenemos el combinado perfecto para un estado de ánimo depresivo.

Finalmente, es muy importante entender que los efectos más peligrosos del estrés laboral que hemos explicado en este artículo aparecen en el orden en que los hemos mencionado. Es decir, primero aparecen los problemas de concentración y memoria, en segundo lugar aparece la ansiedad y finalmente los síntomas depresivos.

Por todo ello, es muy importante aprender a gestionar el estrés laboral. Si lo intentas y no puedes, o no sabes cómo, acude a un psicólogo. Los psicólogos cuentan con multitud de herramientas para que puedas maximizar tu rendimiento y minimizar el estrés.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.