Los falsos empáticos, personas de las que desconfiar

Muchos narcisistas e incluso psicópatas pueden evidenciar un tipo muy concreto de empatía. Es esa que busca conectar para manipular, la que dicen entendernos para obtener algo a cambio.
Los falsos empáticos, personas de las que desconfiar
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 26 febrero, 2021

Hay muchos tipos de personas que dominan por completo el arte de la falsedad. Sin embargo, los falsos empáticos configuran una categoría aparte, una en la que se alzan como exquisitos manipuladores. Esta dimensión define personalidades capaces de sintonizar con las emociones ajenas, pero con un fin muy concreto: hacer daño, controlar o abusar psicológicamente del otro.

Lo cierto es que esta conducta no deja de causarnos cierto desasosiego e incluso tristeza. De algún modo, cuando hablamos de la empatía nos viene a la mente una dimensión maravillosa, una competencia que actúa como pegamento social. También como esa habilidad que nos hace humanos al preocuparnos por quienes tenemos delante al tomar contacto con sus sentimientos.

Sin embargo, el empático falso tergiversa todos estos principios básicos al instrumentalizar dicha dimensión para usarla en beneficio propio. Es más, muchos estudios nos señalan que este tipo de perfiles evidencian a menudo a un narcisista e incluso a un psicópata. Lo analizamos.

Hombre pensando en la falsos empáticos

Características de los falsos empáticos

Los falsos empáticos usan la empatía como un arma. Saben bien que pocas cosas hay más poderosas que decirle a alguien “te entiendo, sé por lo que estás pasando, comprendo lo que sientes”. Esa supuesta conexión emocional es, en buena parte de los casos, un umbral de entrada para ganarse a alguien y entonces sacar algún tipo de beneficio.

Hacíamos referencia hace un momento a los psicópatas. Es cierto que este tipo de personalidad es la que más suele aplicar dicha característica. Es más, estudios como el publicado en la revista Brain hace unos años y realizado por los doctores Harma Meffert y Valeria Gazzola, señalan algo destacable.

Sabemos que las neuronas espejo son las que nos permiten conectar con las realidades emocionales ajenas. Ahora bien, es probable que demos por sentado que un psicópata e incluso un narcisista carecen de empatía. Sin embargo, asumir esto sería un error porque hay pequeños matices.

Sí experimentan empatía, es decir saben que quien tienen en frente sufre o les sucede algo, pero no les importa. No se compaceden ni sienten la emoción del otro. Lo que experimentan es empatía instrumental, es decir, saben que manipulando los estados emocionales del otro pueden obtener algo cambio.

Veamos no obstante más aspectos sobre los falsos empáticos.

Presentan empatía cognitiva pero no empatía emocional

La falsa empatía entiende, pero no siente. En otras palabras, cualquiera de nosotros podríamos estar ante alguien que lee nuestros gestos, que atiende nuestro tono de voz y que comprende también lo que le estamos diciendo. La empatía cognitiva, definida por la comprensión de lo que el otro siente, es algo que sí domina el falso empático.

Sin embargo, le traen sin cuidado nuestros sentimientos porque carece de empatía emocional. Esto sin duda facilita mucho las cosas. Porque si no siento nada por ese amigo o por ese conocido que tengo frente a mí, pero entiendo que sufre o que está preocupado me es más fácil controlar o manipular.

Solo ven tus emociones negativas

La persona narcisista, egoísta o incluso con un perfil psicopático nos prefiere vulnerables. Le interesa más que nos sintamos solos, decepcionados, frustrados, dolidos o incluso enfadados. Estas emociones son formas fabulosas con las que conectar con alguien para influenciarlo o manipularlo. “Sé cómo te sientes, solo yo puedo entenderte de verdad, así que no dudes en confiar solo en mí y contarme lo que te ocurre”.

Muchas veces, son ellos los que dicen cómo te sientes y lo que te pasa

Los falsos empáticos son estrategas en la manipulación psicológica porque se valen de esa engañosa conexión para lograr algo. Así, algo común que llevan a cabo en muchos casos es anticipar cómo nos sentimos.

Estos serían unos ejemplos de este mecanismo: “a ti lo que te pasa es que ya no quieres a tu pareja, por eso eres tan desgraciado y estás tan decepcionado con todos y todo. Solo yo te entiendo, confía en mí”.

mujer simbolizando a los falsos empáticos

¿Qué busca una persona con falsa empatía?

Los falsos empáticos evidencian un rasgo que en muchos casos define a la tríada oscura. Es decir, son personas que integran tres rasgos más o menos significativos como es el maquiavelismo, el narcisismo y la psicopatía. Esas tres dimensiones tienen una serie de componentes comunes como es la frialdad emocional y esa empatía instrumental o distorsionada de la que hemos hablado.

Por tanto, en muchos casos, lo que se busca es manipular para dominar, tener bajo control a alguien u obtener de esa persona algo concreto. Ahora bien, no podemos concluir en que el 100 % de los individuos que son falsos empáticos están dentro del espectro de la tríada oscura.

A veces, estamos ante alguien que simplemente ha dejado de conectar emocionalmente con nosotros. Nos hace creer que nos comprende cuando, en realidad, no le importa si somos felices o no. Esto puede darse cuando una relación de pareja ya está rota y uno de sus integrantes camufla sus sentimientos haciéndonos ver que aún conecta con nosotros.

También hay amigos que son falsos empáticos, que están con nosotros por alguna razón concreta o que simplemente evidencian un elevado narcisismo y solo se preocupan por ellos mismos.

¿Qué hacer ante una persona con estas características?

La empatía instrumental y engañosa es altamente perjudicial. Es muy fácil caer en las redes de la manipulación ajena cuando alguien dice comprendernos, cuando una persona parece conectar con nosotros a la primera. Sin embargo, siempre hay pistas que nos hacen sospechar.

Aparecen las demandas, las peticiones extrañas e incluso tarde o temprano percibimos que son ese tipo de figuras que no se alegran de nuestros triunfos o momentos felices porque nos prefieren desgraciados y así tener control sobre nosotros. En estas circunstancias siempre es conveniente estar alerta y poner distancia de quien lejos de respetarnos, nos instrumentaliza…


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