Los monjes tibetanos que sorprendieron a los científicos de Harvard
Herbert Benson fue un cardiólogo y célebre profesor de medicina en la Universidad de Harvard. En 1967, llevaba años estudiando las culturas orientales, pero en aquel entonces el tema causaba todavía muchas aprehensiones. Por eso, esperó hasta después de media noche para infiltrar a 36 monjes tibetanos en su laboratorio.
Benson quería comprobar por sí mismo qué tanto de mito y qué tanto de realidad había en lo que se decía de los monjes tibetanos. En aquellos tiempos, Bruce Lee fascinaba en las pantallas, pero más allá de ello se hablaba de los meditadores trascendentales como personas con características sobrehumanas. Benson era un científico y no podía creer en nada que no probara la ciencia.
Lo que descubrió esa noche cambió su vida para siempre. Tres años más tarde escribió un libro que se convertiría en un gran bestseller: La respuesta de relajación. No solo eso, sino que creó una nueva corriente en la medicina en la que se aseguraba que la fe es capaz de curar y que el efecto placebo tiene un elevadísimo poder terapéutico.
“El mundo objetivo es solo la mitad del universo. Lo que percibimos mediante nuestros sentidos no es el mundo en su totalidad”.
-Swami Rama-
Los monjes tibetanos de Benson
Lo que encontró Herbert Benson, y luego él mismo con su equipo era que, efectivamente, los monjes tibetanos tenían algunas capacidades que llegaban incluso a contradecir algunas afirmaciones científicas.
Por ejemplo, un grupo de esos monjes que practicaban una técnica de yoga llamada g Tum-mo podían reducir hasta en 17 grados la temperatura de sus manos y sus pies. Hasta el momento no existe una explicación científica para este fenómeno, pero ese experimento y otros posteriores fueron reseñados en la Gaceta de Harvard.
Se dice que los monjes tibetanos eran capaces de subir su temperatura corporal hasta el punto de secar sábanas mojadas con su cuerpo. Esto no fue lo único. Benson también comprobó que los meditadores avanzados de otra técnica llamada Sikkim también eran capaces de reducir la velocidad de su metabolismo hasta en un 64 %.
Algunas aproximaciones teóricas
En el artículo Ciencia y meditación, escrito por la profesora Ana María Krohne, de la Universidad Antonio Nariño, se dice que hasta el momento hay alrededor de 500 estudios sobre los efectos fisiológicos, psicológicos y sociológicos de la meditación trascendental inspirada en las tradiciones de los monjes tibetanos.
Menciona que el primer estudio al respecto fue publicado por la revista Science en los años 70. En el mismo, se indica que en los monjes se había encontrado un estado de conciencia diferente a los ya conocidos.
La ciencia habla de los estados de vigilia, de sueño con sueños y de sueño profundo. Aparentemente, en los monjes había un cuarto estado que combina el reposo y la alerta de manera simultánea.
En 1971, Daniel Goleman, el famoso creador del concepto de inteligencias múltiples, escribió un artículo llamado Unstressing. En este postula la existencia de un quinto tipo de estado de conciencia en el que no hay solo reposo y alerta simultáneas, sino también acción.
Swami Rama
El tema de las capacidades superiores de los monjes tibetanos y de otros meditadores trascendentes es uno de esos asuntos que siempre caminan por la delgada frontera que separa la ficción y la realidad. Por eso, no es raro encontrar información verificada, al lado de muchos mitos y leyendas. No siempre es fácil distinguir unos y otros.
Uno de los ejemplos de esto es el caso de Swami Rama, autor de Vivir con los maestros del Himalaya. En esta obra, se asegura que hay yoguis y monjes tibetanos capaces de permanecer durante varias horas en total quietud, pero que además levitan.
No hay ninguna evidencia de que eso sea cierto. De lo que sí hay evidencia es de los estudios que la Fundación Menninger, en Estados Unidos, le practicó a Swami Rama.
Los doctores Elmer y Alyce Green fueron los encargados de estudiar sus aparentes poderes. En los resultados que dieron a conocer dijeron que Rama era capaz de producir las mismas ondas cerebrales del sueño en momentos de vigilia. También que voluntariamente había logrado detener el bombeo de su corazón durante 17 segundos sin que dejara de latir.
Aunque estos fenómenos fueron registrados por los medios de comunicación entonces, poco se ha hablado del tema luego de ello. En todo caso, el resultado de los estudios apareció publicado en la obra BEYOND BIO-FEEDBACK de Elmer y Alyce Green.
Quizás todo esto no sea más que un timo, sofisticado e ingenioso. O, tal vez, la mente es absolutamente maravillosa y apenas empezamos a descubrirlo.
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- Giuffra, L. (2009). El Monje y el Psiquiatra: Una conversación entre Tenzin Gyatso, el 14o. Dalai Lama, y Aaron Beck, fundador de la Terapia Cognitiva. Revista de Neuro-Psiquiatría, 72(1-4), 75-81.