¿Sabes cómo los medicamentos afectan a la empatía?
Nuestra capacidad para entender a otras personas y ponernos en su lugar dictará en gran medida la manera, nuestra manera, de vivir las experiencias. Una forma que se verá condicionada por nuestros aprendizajes, pero también por nuestra personalidad o, incluso, como os contamos en este artículo, el consumo de ciertos medicamentos que parecen afectar a la empatía.
No obstante, Molly Crockett, neurocientífica de la Universidad de Oxford, estima que necesitamos más investigación para ver cómo afectan realmente los medicamentos a determinados aspectos de nuestra mente, y por extensión, de nuestra conducta.
Dicho esto, es evidente que pueden tener su réplica en decisiones tan importantes como la actitud con la que se afronta un problema, las elecciones que realizamos ante un dilema moral e incluso nuestra capacidad para empatizar con personas de nuestro entorno. Es decir, que nuestra percepción del mundo puede verse muy influida por la medicación que tomemos.
“Una conducta desarreglada aguza el ingenio y falsea el juicio”
-Louis de Bonald-
Un demuestra la influencia de los medicamentos “empáticos”
En un experimento llevado por Escuela Universitaria de Londres y la Universidad de Oxford, un grupo de investigadores encabezado por la neurocientífica Molly Crockett han demostrado definitivamente y de forma empírica la influencia de la medicación en las conductas empáticas de los diferentes pacientes.
El modelo puesto en práctica dividió a los participantes voluntarios en dos grupos. En un primer conjunto encontramos personas que recibieron un antidepresivo. El resto recibió un fármaco recetado para la Enfermedad de Parkinson.
El primer grupo que había tomado un antidepresivo -que aumenta los niveles de serotonina- demostró actitudes altruistas. De hecho, incluso estaban dispuestos a pagar un precio más alto si así lograban evitar el dolor ajeno, pero también el propio.
Mientras tanto, el grupo que había tomado el fármaco indicado para el Parkinson, que actúa directamente sobre la dopamina, mostró una actitud mucho más egoísta y retraída que el otro grupo.
Conclusiones del estudio
Ya se conocía que neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, tienen relación directa con la conducta. Anteriormente otros estudios habían mostrado que la primera promueve la agresividad y el comportamiento psicopático, mientras que la segunda actúa sobre el civismo, reduciendo las actitudes violentas.
“Hay hombres cuya conducta es una mentira continua”
-Barón de Holbach-
Ahora bien, ¿en qué medida influyen los medicamentos sobre estos neurotransmisores?, ¿realmente tienen una importancia tan grande en la conducta y las decisiones que toma un ser humano en particular? De ahí que este estudio quisiese tratar de establecer un ámbito práctico para la influencia de los medicamentos que afectan a la empatía y las decisiones.
Así pues, las personas que tomaron el fármaco antidepresivo se mostraron generosas, evitando que los demás sufrieran. Un sufrimiento que incluso eran capaces de evitar a costa del propio.
Mientras tanto, el grupo que recibió el fármaco para el Parkinson mostró menos generosidad, pero sí trataba de evitar tanto el sufrimiento propio como el de otras personas. No priorizaban a los demás, pero intentaban que nadie sufriera.
¿Ahora qué?
Según estima Molly Crockett, este descubrimiento será la piedra sobre la que se edificarán grandes avances, especialmente en el control de comportamientos antisociales. Gracias a los resultados obtenidos, sabemos mejor cómo los fármacos actúan sobre los niveles hormonales.
Dicho lo cual, todo apunta a que las personas con un alto grado de serotonina son más altruistas. Aunque no se sabe qué hay detrás de este descubrimiento y los niveles reales que tenía cada voluntario durante el estudio, parece evidente que han descubierto una nueva línea de investigación.
Sea como fuere, es evidente que debemos ser cautos ante estos resultados. Hay mucho por hacer y por descubrir, aunque está claro que los fármacos pueden afectar de manera decidida y en mucho mayor grado de lo que se creía en la personalidad y conducta del individuo.
¿Serviría esta investigación para crear una sociedad más justa, altruista y generosa? Tal vez sí, sin embargo, hay muchas implicaciones que hemos de tener en cuenta aunque los resultados llegasen a buen puerto. Por ejemplo, la ética.
¿Es ético administrar un fármaco en particular a sabiendas de que actuará sobre la personalidad y conducta de un individuo?, ¿realmente alguien tiene la suficiencia moral sobre otro ser para decidir la prescripción un medicamento en contra de la voluntad de alguien, o incluso aunque esa persona esté de acuerdo?
De momento hay mucho por andar en este sentido. No obstante, es evidente que hay medicamentos que afectan a la empatía, a la conducta y nuestra forma de actuar en sociedad. No olvides tenerlo en cuenta la próxima vez que decidas medicarte o tu doctor te recete algún tratamiento en particular.