¿Cómo aprender a tener mejores conversaciones triviales?

Las conversaciones triviales no son solo una forma de pasar el rato, también resultan un medio de conexión con otros y la posible apertura a grandes oportunidades. Descubre algunas claves para dominar la charla ligera.
¿Cómo aprender a tener mejores conversaciones triviales?
Elena Sanz

Escrito y verificado por la psicóloga Elena Sanz.

Última actualización: 25 julio, 2023

Tener buenas conversaciones triviales reporta grandes beneficios, por lo que conviene manejar este arte. Es cierto que algunos individuos dominan con destreza esta clase de charla. Son aquellos que disfrutan conociendo gente nueva, por ejemplo, quienes entablan diálogos con cualquier extraño en la fila del supermercado y conectan de manera fácil con clientes o compañeros de trabajo.

Para otras personas, este tipo de intercambios resultan insustanciales e incómodos, por ello procuran evitarlos. Entonces, está claro que no todos somos amantes de las conversaciones ligeras o intrascendentes. Esto es más propio de las personas extrovertidas, quienes se recargan con el contacto y la interacción social. Para las introvertidas, en cambio, es tedioso y agotador.

Además, hay casos puntuales como el de las personas dentro del espectro autista, quienes suelen no entender los matices o el propósito de dichas charlas y prefieren compartir información más profunda. Pero estos intercambios o comunicaciones ligeras son necesarias y ventajosas en diferentes ámbitos. ¿Cómo manejarlas mejor? Te lo contamos.

¿Qué son las conversaciones triviales?

Las conversaciones triviales (small talk, en inglés) son charlas ligeras, sobre temas neutrales y poco íntimos que establecemos con quienes tenemos poca confianza. Estas versan sobre temas como el clima, programas televisivos, gustos musicales o actividades e intereses compartidos, pero no nos colocan de ningún modo en una posición abierta o vulnerable respecto al otro.

Al seguir la teoría de la penetración social de A. Taylor, entendemos que tales conversaciones son propias de los estados iniciales de una relación. Con el tiempo, estos intercambios superficiales dan paso a otras interacciones más íntimas, a medida que se desarrolla la confianza y se comparten contactos repetidos y positivos.

En otras palabras, todo vínculo se construye con base en la autorrevelación (compartir con el otro información propia sobre pensamientos, emociones o intenciones que son de interés y que no conocería de otro modo). Pero esta crece de manera progresiva y seguir el ritmo apropiado resulta clave.



¿Cuáles son sus beneficios?

Mantener charlas triviales nos reporta grandes beneficios. En primer lugar, ayuda a sentirnos conectados con otros seres humanos y a sentir que formamos parte de una comunidad.

Como seres sociales que somos, necesitamos sentir que podemos confiar en los otros y que no estamos solos, por lo que un pequeño intercambio de palabras con un vecino, con el dependiente de la tienda o con quien se sienta a nuestro lado en el autobús, contribuye a suplir esta necesidad.

Por ejemplo, un estudio publicado en Social Psychological and Personality Science encontró que, a la hora de pedir un café, las personas que interactuaron y tuvieron una pequeña charla con el barista experimentaron un mejor humor y mayor sentimiento de pertenencia que las que no lo hicieron.

Aparte, estas relaciones, que podríamos denominar vínculos débiles, como indica un artículo de la Universidad de Chicago, dan acceso a información y a oportunidades únicas. Si solo nos relacionamos con nuestro círculo cerrado, perdemos el chance de aprender y descubrir, de conectarnos con otras realidades y ampliar perspectivas.

A nivel profesional, la small talk supone también una ventaja. Un estudio de la Rutgers University señala que quienes entablan con facilidad charlas triviales y relaciones ligeras, son percibidos de forma más positiva por sus compañeros y superiores. Igualmente, están en una mejor posición para relacionarse con los clientes y crear una experiencia satisfactoria para ambos.

¿Cómo tener mejores conversaciones triviales?

En definitiva, conversar con los demás, aunque no hablemos de nada trascendente, nos hace más felices y facilita el camino hacia el éxito. Sin embargo, no todos somos iguales de hábiles al respecto.

Nuestra personalidad y la socialización primaria que recibimos en la familia contribuyen a sentirnos más cómodos en estos contextos. Incluso, sin estos elementos, podemos aprender y mejorar a cualquier edad. Estas son algunas sugerencias que inciden en tener mejores conversaciones triviales:

  • Haz preguntas: a las personas nos gusta sentir que los demás se interesan por nosotros y, cuando esto ocurre, somos más proclives a abrirnos y mantener una conversación agradable.
  • Prepárate: si no eres muy dado a mantener charlas banales, piensa en algunos temas que puedes tocar, cuando te encuentres en esta situación. Procura evitar tópicos controvertidos, como la política o la religión, y opta por otros más amables y neutros.
  • Analiza el contexto: no es lo mismo conversar con tu peluquera que con un nuevo compañero de trabajo, por lo que los temas apropiados serán diferentes en cada caso. Darle un toque más personal o más profesional es algo a considerar, así como basarte en experiencias compartidas, intereses comunes o elementos que tienen lugar en ese mismo instante.
  • Mantén una actitud abierta y receptiva: de igual modo, trata de contribuir a que la conversación fluya. En ocasiones, la timidez o el miedo al rechazo nos paralizan y nos llevan a responder de forma muy escueta, lo que estanca la conversación. Así, cuando la otra persona te pregunte, intenta ofrecer algo más de información de modo que el diálogo continúe.


Recomendaciones finales

Aunque este tipo de charlas son positivas, no de manera necesaria tienes que permanecer en el plano superficial. De hecho, un trabajo divulgado en Journal of Personality and Social Psychology encontró que las personas disfrutan teniendo conversaciones más profundas e íntimas con desconocidos; incluso, les ayuda a sentir una mayor conexión y simpatía hacia el otro.

Por tanto, evalúa el contexto y procede de la forma que sientas adecuada o cómoda. En cualquier caso, ten presente que una sencilla conversación sobre el clima puede mejorar tu ánimo ese día, conducirte a una nueva relación de amistad o llevarte a una oportunidad de trabajo que no habrías conocido de otro modo. ¡Te animamos a practicar!


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