Narcisistas en el trabajo: ambientes tóxicos y poco productivos
Clima laboral marcado por la tensión, la ansiedad, las críticas, baja productividad… Los narcisistas en el trabajo socavan toda dinámica, iniciativa y hasta la más simple actividad. Son esos perfiles que necesitan ser siempre centro de atención y llevarse todos los méritos mediante una estrategia tan elemental como destructiva: saboteando los derechos y el bienestar de los demás.
Los expertos en psicología de la personalidad nos indican que todos, en algún momento de nuestra vida, nos encontraremos con un perfil narcisista. Ahora bien, cuando damos con un compañero de trabajo, directivo o con cualquier otro cargo en un contexto laboral, la situación se vuelve tan complicada como desgastante.
Pensemos que nuestras jornadas laborales abarcan gran parte de nuestro tiempo. A ello, debemos añadirle el factor económico, el productivo y esa proyección personal que deseemos hacer en nuestra carrera o dentro de una empresa. Así, el hecho de contar con una presencia vetadora, dañina y tóxica puede hacer que todos estos propósitos se vean claramente diezmados.
“Unirte a gente mediocre es unirte a gente tóxica, sin darte cuenta de que el aire viciado entra por tus poros y te enferma”.
-Bernardo Stamateas-
No es fácil lidiar en el día a día con los narcisistas en el trabajo. Su comportamiento es a menudo tan irracional como agotador y si no contamos con estrategias para defendernos, nuestra calidad de vida puede verse afectada. De hecho, a pesar de que haya estudios, como el llevado a cabo por la Universidad de Illinois y publicado en la revista Psychological Science , que nos digan que el perfil narcisista se está reduciendo en los últimos años, hay un hecho que no podemos dejar de lado.
Es imprescindible saber manejar a los que ya conviven con nosotros, sin sucumbir y sin perder ni un ápice de terreno frente a los que lo quieren todo: los narcisistas. Veamos cómo.
Narcisistas en el trabajo, ¿cómo reconocerlos?
Los narcisistas en el trabajo tienen muchos nombres. Son los trepas, los abusadores, los que escampan rumores, los egoístas, los que no saben hacer equipo, los que toman decisiones individuales sin contar con nadie. Son, en esencia, los que crean un clima asfixiante y poco productivo hasta el punto de apagar nuestra motivación, iniciativa y ganas de incorporarnos a nuestro trabajo cada mañana.
Asimismo, conviene entender un aspecto. Hay personas que pueden presentar algún que otro rasgo narcisista. Otros en cambio, entran dentro de ese pequeño porcentaje de la población que presenta un claro trastorno narcisista de la personalidad. Hay por tanto un espectro donde ciertas personas evidencian cada característica y otras pueden llegar a ser más manejables e incluso corregir un tanto su comportamiento cuando se le hace alguna advertencia.
Veamos, no obstante, cómo son los narcisistas en el trabajo, esos perfiles más clásicos que ocasionan estragos entre los compañeros y para la propia organización.
- Buscan ser el centro de atención.
- Ansían llevarse todos los méritos.
- Hacen uso de las mentiras para lograr lo que quieren.
- No dudan en poner a los demás en evidencia y ridiculizarles.
- Jamás admitirán que hemos hecho algo bien.
- Sabotean el trabajo de los demás.
- No se responsabilizan de sus errores, se las ingenian para que los demás asuman la culpa de sus fallos e incompetencia.
- Estamos ante una personalidad marcada por la envidia.
- A menudo, empujan a los demás a que lleven a cabo comportamientos poco éticos.
Asimismo, en un estudio publicado por los psicólogos Sander Thomaes y Bram Bushman de la Universidad de Utrecht se señala que es muy común que el narcisista nos deslumbre en un primer momento. Puede ser ese jefe o ese compañero accesible, asertivo y agradable con el que congeniar en un inicio. Sin embargo, con el tiempo se acaban desvelando sus intenciones reales.
¿Cómo sobrevivir ante los narcisistas en el trabajo?
Los narcisistas en el trabajo pueden hacer que nos sintamos quemados, agotados, hundiendo nuestras esperanzas de crecer a nivel laboral. El tema es incluso más complejo cuando este perfil define a nuestro superior o a ese directivo que siempre está por encima de los derechos de sus trabajadores. Así, y cuando estas situaciones llegan a ser extremas, siempre será recomendable pedir asesoramiento laboral.
Por otro lado, es recomendable también tener muy claros ciertos aspectos. Dimensiones muy básicas que nos pueden ayudar a no hipotecar nuestra motivación o nuestros objetivos.
Conoce al narcisista, entiende sus puntos débiles
La primera clave es básica: evitar caer en el juego del narcisista. Así, es interesante recordar que lo que más ansía este perfil es admiración y reconocimiento. Su punto débil es su autoestima, no lo olvidemos nunca. Por ello, nos será de ayuda tener en cuenta los siguientes aspectos.
Un narcisista siempre exige atención inmediata: se alimenta de ella. No se la prestes. Hazle ver que para ti su presencia es secundaria, tu prioridad es tu labor, tu trabajo y objetivos. Si el narcisista es nuestro superior, evitaremos obedecer a la primera o cumplir sus demandas de forma inmediata (especialmente si no son relevantes y si busca solo ponernos en evidencia).
Tus necesidades están por delante
El narcisista demanda, exige, humilla, miente, solo se tiene en cuenta a sí mismo y no ve más terreno que el que rodea su propia persona. Ante esa conducta, hagamos valer nuestras necesidades y derechos. Si algo no nos parece bien justifiquemos el porqué hablando en primera persona de forma asertiva para evidenciar su falta de empatía; no cedamos ni caigamos en su red asfixiante.
Todo por escrito
Los narcisistas en el trabajo como ya sabemos practican una sola tarea: exigir a los demás. Por tanto, lo mejor es que toda demanda quede por escrita de la forma que sea, por correo electrónico, mensajería, etc. Si en algún momento aparece una información contradictoria o surge una incidencia, necesitamos poder demostrar de donde partió cierta orden o exigencia.
No caigas en sus trampas
El narcisista siempre ansía saber cosas de nosotros para usarlas a su favor. Asimismo, es común que al inicio busque nuestra cercanía para crear complicidad y obtener información. Evitemos caer en sus trampas, evitemos hablarle de nuestra vida personal, seamos cautos a la hora de compartir información y opiniones con este tipo de perfil porque en cualquier momento, lo puede usar en nuestra contra.
Ten claros tus valores y derechos laborales
Uno de los problemas más comunes asociados a esta personalidad es su falta de ética. Sabotea los derechos ajenos y, lo que es peor, puede empujar a otros a moverse en la ilegalidad.
Por ello, es vital que recordemos cuáles son nuestros valores y que estemos bien asesorados sobre nuestros derechos laborales. Los directivos narcisistas, por ejemplo, saben cómo manejar a sus mandos intermedios y empleados para lograr objetivos por vías poco legales y nada éticas. Así, evitemos lamentar hechos que podamos impedir siendo asertivos y recordando dónde están los límites.
Para concluir, los narcisistas en el trabajo pueden ser altamente problemáticos. A veces, se pueden derivar en claras conductas de acoso o mobbing, en otros casos, y para evitar estas situaciones muchos trabajadores optan por abandonar su puesto. No es fácil, lo sabemos, pero en la medida que nos sea posible es necesario poner límites y no ceder a este tipo de comportamientos que en la actualidad siguen siendo frecuentes.
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- Eunike Wetzel, Anna Brown, Patrick L. Hill, Joanne M. Chung, Richard W. Robins, Brent W. Roberts, The Narcissism Epidemic Is Dead; Long Live the Narcissism Epidemic, https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/0956797617724208