¿Qué es el Neurofeedback y en qué nos puede ayudar?

¿Qué es el Neurofeedback y en qué nos puede ayudar?
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 12 agosto, 2019

El neurofeedback es un tipo de técnica avanzada que de forma gradual entrena al cerebro para autorregularse y mejora así determinados problemas psicológicos como la ansiedad, el estrés o el insomnio. Además, permite en muchos casos potenciar el rendimiento de nuestros procesos cognitivos para mejorar la atención, la memoria y el aprendizaje.

Es muy posible que para muchos solo con pronunciar la palabra “neurofeedback” visualicen casi de inmediato a una persona con diversos electrodos colocados en la cabeza a punto de recibir una descarga. Cabe decir que no tiene nada que ver. El neurofeedback no es invasivo, es indoloro, no se emite electricidad ni basa su efecto en ningún tipo de medicación.

“El neurofeedback es tecnología de vanguardia que nos pone frente a frente ante el espejo de esa dimensión más íntima de nuestra persona: el cerebro”

-Barry Sterman-

Se limita al uso de unos sensores conectados a un ordenador. Una ingeniería sencilla que nos permite hacernos una idea a los pocos segundos la actividad cerebral y su conectividad. Gracias a este software asombroso de análisis cerebral (o QEEG brain mapping) se puede identificar, por ejemplo,  que áreas presentan una sobreestimulación o qué zonas no están coordinando su actividad con la sincronicidad que esperaríamos.

Cabe decir que la técnica del neurofeedback no es nueva. Todo empezó a finales de los años 1950 y principios de los 60, con Joe Kamiya (doctor en la Universidad de Chicago) y Barry Sterman (doctor en la Universidad de California). Ambos trabajaban en un proyecto para la NASA y entrenaron a numerosos astronautas con los parámetros del neurofeedback para mejorar la adaptación del cerebro a la atmósfera exterior. Más adelante, utilizaron este mismo enfoque para reducir hasta en un 60% las convulsiones en pacientes con epilepsia.

En la actualidad, podemos encontrar cada vez más centros especializados en este tipo de terapia. Hay que decir, eso sí, que este enfoque no está exento de críticas, sin embargo, un área en la que se está consiguiendo resultados muy positivos es en el tratamiento de los trastornos por déficit de atención con o sin hiperactividad.

Veamos más datos a continuación.

Chica ante un ordenador recibiendo una sesión de neurofeedback

En qué consiste el neurofeedback

El neurofeedback no es una cura, no es como un fármaco capaz de acabar con nuestra ansiedad o que pueda resolver por sí mismo las secuelas asociadas al impacto de un ictus. Es más bien un método de gestión o regulación de los patrones del cerebro para que funcione de una manera más saludable.

Algo así se consigue mediante un mínimo de 20 sesiones de entrenamiento repetitivo utilizando un programa de neurofeedback computarizado. Este programa enseña a nuestro sistema nervioso central a reorganizar y regular las frecuencias de ondas cerebrales.

Para entenderlo mucho mejor, veamos un ejemplo.

No puedo dormir, lo he intentado todo: mi calidad de vida ha disminuido

Sara lleva casi seis meses sufriendo serios problemas para dormir. Ha llegado un momento en que apenas puede concentrarse, en que ya no se atreve si quiera a coger el coche por las mañanas para ir al trabajo y donde además, percibe que está perdiendo por completo el control de sus emociones.

  • Su médico le ha recomendado que empiece con unas sesiones de neurofeedback.
  • Para ello, se seguirán unos protocolos básicos: el primer paso es realizar una evaluación psiquiátrica, más tarde un test neurológico y por último un mapa cerebral o QEEG.
  • Cuando los especialistas realizan esta última prueba gracias al programa informático, descubre que efectivamente, el cerebro de Sara está en alerta máxima.
  • Las áreas involucradas en la reactividad emocional y la ansiedad trabajan el triple de lo normal. Se descubre por tanto, que es su ansiedad subyacente es la que consume todos los recursos de su cerebro y que por ello, no puede conciliar el sueño ni focalizar su atención ni tener un control eficaz sobre sus emociones.
Tratamiento para la ansiedad con neurofeedback

Tras este primer diagnóstico, los especialistas trazan un plan de formación de neurofeedback específico para Sara. A través de la conexión entre el ordenador y el Sistema Nervioso Central de la paciente se procederá a un entrenamiento donde gracias a una serie de imágenes, sonidos, frases, música y otros estímulos se creará un patrón de actividad cerebral más saludable, más relajado y óptimo para que su calidad de vida sea ahora la que necesita, la que merece.

Nuerofeedback, meditación con alta tecnología

No duele, no molesta, no nos administran nada, ni experimentamos ningún tipo de cosquilleo… El neurofeedback puede compararse más bien a agradables sesiones de meditación donde estamos frente a frente ante un espejo: ese que refleja la actividad de nuestra mente, de esa entidad fascinante, a instantes caótica de la que no siempre tenemos pleno control.

 El neurofeedback nos ayuda a tener un mayor control sobre nuestra actividad cerebral, para gestionar mejor los procesos cognitivos y nuestro mundo emocional.

Basta con sentarnos delante de estas pantallas para aprender a pensar de otro modo, para permitir que el flujo de nuestras ondas cerebrales varíe, creando así un estado de relajación y concentración más profunda, más hábil, más productiva. Hay quien necesitará más sesiones, pero son muchos los pacientes que tras una simple sesión de 30 minutos de entrenamiento de ondas alfa, logran un mayor rendimiento cognitivo al disminuir por completo el efecto de la mente errática.

Cabeza de una persona iluminada

Así, cada persona necesitará un protocolo diferente dependiendo de su situación personal y necesidades. De esta manera, el neurofeedback resulta muy útil en pacientes con depresión, migrañas, trastornos obsesivos compulsivos, insomnio, con dependencia a determinadas sustancias y sobre todo en niños con TDAH.

Con sesiones de poco más de 20 minutos o media hora, una vez por semana, son muchos los pequeños que han logrado mejorar su atención, su concentración y la capacidad de su memoria de trabajo. Cabe decir sin duda que no es la “panacea”, y que en muchos casos, como pueden ser las depresiones o la ansiedad lo que consigue el neurofeedback es reducir la sintomatología, pero nunca el origen del problema.

No obstante, y según nos explican los expertos en el tema, este tipo de terapia sigue en continuo desarrollo, y se espera que en poco tiempo y a medida que se conozca con más profundidad el funcionamiento del cerebro, mejore su efectividad muchísimo más. Estaremos pendientes de estos logros.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.