Niños reflexivos y La educación prohibida
Recientemente, abordábamos en un artículo anterior, la importancia de alentar la capacidad de reflexión en los niños. Veíamos cómo ciertas características de la comunicación familiar, influyen a la hora de criar niños reflexivos, con mayores oportunidades de comprender e interactuar de forma más constructiva con el entorno.
En estas líneas, hoy quiero compartir contigo un material diferente, que abarca éste y otros aspectos pero desde la escuela. Se trata de “La educación prohibida“, una película documental independiente argentina, que trata sobre la educación que predomina actualmente en occidente y sistemas educativos alternativos. Para ello, cuenta con entrevistas a educadores de España y Latinoamérica especializados en dichos sistemas.
“La educación prohibida“, fue estrenada en 2012 y desde entonces ha captado el interés de millones de personas. Abarca pedagogías como la Waldorf, Montessori, Cossettini, Educación Popular, entre otras dentro de la llamada educación progresista.
La educación progresista, consiste en un grupo de movimientos pedagógicos surgidos a finales del siglo XIX y desarrollados durante el XX, que analizan y critican la educación tradicional. Estos sistemas alternativos, entienden que el modelo vigente en las escuelas hasta hoy día, es autoritario, formalista, fomenta la competitividad y reduce el aprendizaje a una transmisión de conocimiento, que muchas veces no se relaciona con los intereses del estudiante y donde éste tiene un rol pasivo. De ahí que apuntaran a una educación participativa, activa, colaboradora, práctica, democrática, vital, motivadora y que atendiera las necesidades de cada niño.
Esquemáticamente, podemos decir que en general afirman que:
* Si bien a nivel humano todos somos iguales, las necesidades individuales varían mucho y requieren atención.
* En la educación tradicional, los contenidos están divididos por áreas sin interrelacionarse. Por lo que es pertinente conectarlos, para que inviten al aprendizaje constante.
* Las calificaciones son subjetivas, cambian de un docente a otro, no reflejando fielmente el desempeño infantil. Es el niño, quien debiera evaluar cómo se siente ante los trabajos que realiza, de forma de mantener conexión y control sobre su propio proceso.
* Si un niño no puede avanzar en un área, es conveniente permitirle que avance en otra que le resulte más accesible, así como facilitar que los pequeños se ayuden entre sí.
* Un docente que no dé tantas órdenes y escuche más, dejará mayor lugar para que el niño haga propuestas, y se vaya acostumbrando a reflexionar y decidir en su vida.
* Muchas de estas pedagogías, entre otras cosas, prefieren no agrupar los infantes por edades por entender que no necesariamente tendrán las mismas preferencias y capacidades. De ahí que proporcionen un contexto que facilite la comunicación entre todos, más allá de la edad.
Por otro lado, y también en líneas generales, algunos de los argumentos opositores a los sistemas alternativos sostienen que “La educación prohibida”, parece más una propaganda de dichos sistemas, ya que hubiese sido necesario incluir posturas a favor del sistema convencional, a fin de lograr imparcialidad y mayor rigor intelectual.
Igualmente, hay quienes consideran que sería conveniente buscar una interrelación de estos sistemas alternativos con la educación tradicional, entendiendo que de esta manera se lograrían procesos más ricos que beneficiarían ambos enfoques.
Lo cierto, es que se trata de una película que expone abierta y bastante claramente, experiencias educativas distintas con las que muchas personas no tienen contacto. Desde La Mente es Maravillosa, mantenemos una postura neutral sobre el tema, siendo como siempre nuestro único objetivo, acercar herramientas a nuestros lectores, que ayuden a visibilizar y reflexionar sobre distintos aspectos de la vida cotidiana.
Dividida en diez episodios, que introducen y pasean al espectador por las prácticas de estos sistemas alternativos, dentro y fuera de las escuelas, “La educación prohibida” es una película con la particularidad de que sus creadores alientan su libre difusión, invitándonos a disfrutarla mientras cuestionamos la educación.