Qué no decir jamás a una persona motivada

Qué no decir jamás a una persona motivada
Gema Sánchez Cuevas

Revisado y aprobado por la psicóloga Gema Sánchez Cuevas.

Última actualización: 28 agosto, 2019

Atendiendo a la frase de Paul G. Thomasayuda a los demás a convertirse en personas motivadas guiándolos a la fuente de su propia energía”

, ¿imaginas qué es lo que nuca deberías decir a una persona motivada?

En las próximas líneas nos haremos eco de algunas sentencias que los especialistas en motivación y liderazgo empresarial recomiendan no decir nunca a un empleado. Estas frases cobran especial importancia si esa persona es laboralmente productiva y aporta buenos valores a la compañía.

En este caso, dado que la motivación no solo es necesaria a nivel laboral, sino que hace falta en cualquier faceta o proyecto de la vida, es importante considerar cómo no se debe actuar ante una persona motivada para no caer en lugares comunes y actitudes reprobables.

“La vida es 10% de lo que me ocurre y 90% de como reacciono a ello”

-Charles Swindoll-

Frases que jamás debes decir a una persona motivada

Recuerda que lo primero eres tú. Si no te gusta que te traten de una forma determinada, empieza por hacerlo con los demás. Así pues, si a ti te dijeran cualquiera de estas frases y sabes que te harían sentir mal, debes preguntarte por qué lo haces con los demás. Respeta a todo el mundo, motivado o no:

  • No haces nada bien: si sueñas con hundir la vida de una persona o empleando, esta frase es la adecuada. No conseguirás nada y te sentirás peor, pero lograrás tu objetivo. Así pues, jamás uses esta sentencia con nadie, especialmente con niños, pues ataca directamente a su seguridad, autonomía y capacidad para un desarrollo correcto.
Mujer criticando a otra
  • Deberías dar las gracias porque te dejo trabajar aquí: nadie se merece que le den las gracias por trabajar porque un empleado se gana su sueldo de forma honrada con su esfuerzo, valor y experiencia. Es una relación bilateral completamente sensata. Tampoco se debe usar a nivel de colectivos sociales, en familias o cualquier entorno en el que haya una persona con más poder que otra.
  • Ese es tu problema: otra de las frases prohibidas para un buen líder. En un equipo, ya sea de trabajo, estudio, colaborativo, etc., los problemas son de todos y se solucionan en grupo. Jamás se ha de dar la espalda a las preocupaciones de cualquiera de los miembros que forman el todo. La empatía y la comunicación son vitales en este sentido para saber que el equipo es más fuerte que la individualidad.
  • Te pago para eso: otra de las grandes frases que jamás se deben usar. En un momento en el que la horizontalidad es cada vez más importante, ya que se valora más al colaborador y se reparten responsabilidades, fortaleciendo así el desarrollo personal y profesional de cada miembro, decir este tipo de sentencias son enormemente contraproducentes.
  • Así se debe hacer porque así es como siempre se ha hecho: nuevamente una frase perniciosa por obsoleta. Vivimos en un mundo cambiante en constante evolución. Lo que antes era dogma ahora resulta improductivo. No todo cuanto se hacía antiguamente tiene validez en el tiempo actual. Así pues, fortalecer la creatividad y capacidad de innovación de la persona es positivo en todo proyecto.
Jefe criticando a sus empleados
  • No te pago para que pienses: si no se paga a un empleado para que piense, ¿entonces para qué lo quieres? Toda persona debe superar la actitud autómata y entregar siempre lo máximo de lo que sea capaz. No valorar y potenciar las capacidades de una persona va en detrimento del éxito de todo proyecto, tanto laboral como vital. Todos tenemos algo interesante y válido que aportar.
  • No te traigas tus problemas: hasta donde la ciencia puede descubrir, el ser humano aún es incapaz de desdoblarse. Así pues, todo trabajador o persona que tiene problemas los lleva siempre consigo. Si en lugar de rechazarlos, empatizamos con el individuo que se siente mal y le ayudamos a superar los malos tragos, es más probable que estos le pesen menos en el trabajo.
  • Aquí el que manda soy yo: otra de las grandes frases que todos hemos oído en algún momento dentro del lugar de trabajo, en un proyecto en grupo e incluso en el hogar. Además, un error mayúsculo, pues la repartición coherente de responsabilidades es mucho más productiva y válida para que todo el mundo se sienta parte del equipo y cada persona motivada dé el máximo.

“Cualquier cosa que la mente del hombre puede concebir y creer, puede ser conseguida”

-Napoleon Hill-

Todas estas frases están especialmente contraindicadas por los especialistas, pues en una persona motivada jamás surtirán un efecto positivo , más bien todo lo contrario. Usar la empatía y tratar al prójimo con justicia es una política mucho más productiva y adecuada.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.