No eres lo que logras, sino lo que superas
En ocasiones, solemos caer en la falsa creencia de que en la vida, hay que acumular logros. Las personas nos establecemos metas a corto y largo plazo casi cada día, y eso, sin duda, es bueno. Como positivo es despertarse cada mañana con una motivación y una ilusión, no cabe duda.
Nos encanta conseguir propósitos y demostrarnos de lo que somos capaces de hacer: conseguir ese trabajo, ese ascenso, comprar esa casa, ese coche, conquistar a la mujer o al hombre que deseas. Vamos hilando y construyendo nuestra vida a base de pequeños y grandes logros. Ahora bien ¿nos define realmente todo eso que hemos ido consiguiendo a lo largo de la vida?
Muchos de nosotros diremos que en efecto, así es. No obstante, existe un valor aún mejor que la capacidad de logro. ¿Adivinas cuál es? La capacidad de superación. Lo que asumes por doloroso que sea, y que finalmente, logras superar, haciéndote aún más fuerte.
Hablemos hoy de ello, comprendamos un poco mejor esta interesante y fundamental capacidad.
La diferencia entre lograr y superar
Diferenciemos en primer lugar la capacidad de logro de la superación personal. Para entenderlo, definamos a través de unos sencillos enunciados lo que construye generalmente la voluntad de logro, esa dimensión que a día de hoy, suele valorarse tanto en esta sociedad tan competitiva:
-La capacidad de logro es el esfuerzo y lo que una persona está dispuesta a invertir para conseguir un objetivo.
-Se trata generalmente de una personalidad que tiene claros sus deseos y sus necesidades, y que lucha por ellos manteniendo unas altas expectativas de logro.
-Se requiere constancia y tenacidad.
-Fijan su día a día mediante objetivos que cumplir, ahí donde queda implícita una gran autoexigencia.
-Las personas con una alta capacidad de logro, generalmente, suelen tener éxito profesional.
Éstas, son sin duda unas dimensiones muy positivas, fomentan nuestra autoestima y fortalecen notablemente la percepción que tenemos de nosotros mismos. Ahora bien, ¿podríamos decir que es precisamente nuestra capacidad de logro, lo que mejor define a la persona? ¿Es un rasgo realmente enriquecedor?
En ocasiones, suele decirse que la auténtica fortaleza, la mejor valentía de una persona, es su capacidad para superar las adversidades. Y más aún, el superar los propios miedos, las propias limitaciones, ésas que solo nosotros conocemos. Ese esfuerzo personal, es a veces mucho más satisfactorio que lograr un objetivo.
Los pilares de la superación personal
“No eres lo que logras, sino lo que superas”. Y ahora dinos ¿qué has superado tú a lo largo de tu vida? Estamos seguros de que muchas cosas, que has afrontado con entereza numerosas dificultades, ésas que ahora te definen tal y como eres, tal y como ahora te ves ante el espejo. Con todas esas cicatrices internas que solo tú adviertes.
Veamos ahora qué dimensiones suelen edificar esa capacidad instintiva que tenemos muchos de nosotros para superar esos “muros” cotidianos, que nos regala la vida en ocasiones:
1. Actitud positiva
Disponer de una actitud positiva es esencial para superar cualquier dificultad. El mantener la entereza y la esperanza, nos da fuerzas para ser valientes. Para confiar en nosotros mismos.
2. Afrontamiento
Esos vacíos, esas amenazas, problemas o pérdidas con los que hemos de batallar en ocasiones, son enemigos a lo que tratar, pero nunca evitar. Coge fuerzas, confía en ti y hazles frente, nunca escapes o rehuyas de los problemas.
3. Resiliencia
Te hablamos de la resiliencia en numerosas ocasiones en nuestro espacio. Tanto, que ya sabemos que la aplicas en tu día a día. No importa lo traumático que sea un hecho, lo complicado o devastador… De toda condición difícil podemos obtener un aprendizaje y salir fortalecidos del proceso. No hay nada más enriquecedor que superar cualquier situación estresante o amenazante con resiliencia.
4. Autoestima
¿Cómo definiríamos la autoestima de modo sencillo a la vez que práctico? La autoestima es una balanza donde se halla la confianza, el respeto por uno mismo, las ganas de vivir y de ser feliz con lo que uno tiene y se merece.
Estamos seguros de que estás de acuerdo.
5. Emociones positivas
Las emociones positivas nos hacen florecer, a la vez que nos “arraigan” a nuestra realidad mediante la empatía, el amor, el equilibrio, el bienestar y la Inteligencia Emocional.
Todas estas dimensiones son esas semillas con las que hacer germinar nuestra capacidad de superación, una de las dimensiones más enriquecedoras del ser humano.¡Ponlas en práctica!