El nuevo corto de Disney sobre una niña con dismorfia corporal
La protagonista del nuevo y exitoso corto de Disney se llama Bianca. Su sueño, como el de muchas otras niñas de todo el mundo, es ser bailarina. Esto no tendría nada en particular si nuestra chica no evidenciara cierta inseguridad corporal. Su figura no es como la de la mayoría de bailarinas de ballet. Sin embargo, eso no le resta ni un ápice de gracia ni de virtuosidad técnica a sus movimientos.
Ahora bien, la incomodidad, las dudas y hasta el rechazo a la propia imagen están ahí. En un mundo que nos intenta convencer de la existencia de “cuerpos normativos y no normativos”, los niños no tardan demasiado en integrar estos mensajes nocivos. Lo hacen al mirarse a un espejo y compararse con esas figuras irreales que les trae la industria del cine y la publicidad.
Bianca lucha contra su propio reflejo porque nuestra cultura le ha hecho creer que hay algo incorrecto en ella. Su talla grande, sus formas y su imagen no están en sintonía con los modelos de belleza a los que ha dado validez. ¿Cómo disfrutar y crecer con el baile cuando se es niño y se sufre dismorfia corporal? Ese es el interesante mensaje que nos envía la última producción de Disney.
Reflect se estrenará en Disney+ y es el resultado de un paso más en el intento por normalizar tanto la diversidad en esta factoría de animación.
Bianca, la niña con dismorfia corporal
En el 2016, la factoría Disney inició un interesante proyecto denominado Short Circuit de Disney . Consistía en que los propios empleados de la empresa podían presentar ideas para cortos animados. Cada temporada se seleccionan una serie de propuestas y se materializan en bellísimas películas. Este año, entre todas las realizadas, ha destacado una.
Reflect ha sido el corto que más atención y visualizaciones ha logrado. Su directora es Hillary Bradfield, una destacada artista de animación que ya estuvo detrás de títulos como Frozen 2 o Encanto. A las pocas horas de su estreno, se volvió viral en TikTok, convirtiéndose en el tema de conversación de millones de jóvenes que explicaban haberse visto en la misma situación que la protagonista.
Hillary Bradfield comentó que para la creación de este corto se inspiró en el movimiento del body positive. Insistió también en que, a veces, las personas debemos hacer un viaje hacia ese otro lado más oscuro del espejo. Solo cuando tocamos fondo y damos paso a la autoaceptación, emerge lo más hermoso que hay en nosotros.
Del reflejo a la reflexión
Bianca es bailarina y no encaja en la imagen de los cuerpos hegemónicos que dominan la publicidad, el cine y la televisión. Mientras está en el aula y ve a sus otros compañeros, se siente cohibida. Se percibe diferente, además de insegura. Falla en los pasos de baile, y no puede seguir el ritmo. Nuestra pequeña protagonista sufre dismorfia corporal, esa condición en que la persona rechaza su propio cuerpo.
En un momento dado, sucede algo; el espejo se rompe y la niña entra en otra dimensión dominada por la fantasía. También por su universo mental, tan abigarrado de miedos, inseguridades y odio al reflejo que le devuelven siempre los espejos. Ahora esa superficie está rota, está hecha añicos; sin embargo, ella se sigue observando en ellos y equivocándose de nuevo en sus movimientos.
Sin embargo, poco a poco nuestra bailarina se deja llevar por la música y a medida que lo hace, los espejos se desvanecen. Sus movimientos son gráciles y perfectos. Ella es perfecta, se siente bien y cuando se da cuenta, está bailando con sus otros compañeros en perfecta armonía. Confía en sí misma.
Los espejos son esas superficies en las que volcamos nuestros odios y rechazos hacia la imagen que en ellas se refleja: nosotros mismos. Lo hacemos debido a una sociedad que distorsiona nuestros pensamientos al hacernos creer que hay algo defectuoso en la propia apariencia física.
Disney y la diversidad
Reflect forma parte de un conjunto de producciones que buscan fomentar la diversidad. El body positive defiende que cualquier cuerpo es aceptable, normativo y hermoso, más allá de su tamaño, su forma y hasta color de piel.
Disney quiere ser pionera en temas de diversidad y lleva varios títulos profundizando en esta temática. Ahí tenemos Vaiana, Encanto, Red o Coco, siendo un conjunto de atractivas muestras de la variedad cultural, étnica y estética. Lightyear, por su parte, buscaba ser un guiño al colectivo LGTB, al mostrar, por primera vez, a dos mujeres dándose un beso.
La necesidad de empoderar a los niños en autoestima y autoaceptación
Hay quien todavía se pregunta si era necesario realizar un corto sobre una niña con dismorfia corporal. Hemos pasado mucho tiempo vendiendo a los niños imágenes de príncipes y princesas ideales con vidas fantásticas. Y lo cierto es que Disney ha contribuido a distorsionar muchos modelos corporales y hasta afectivos, convenciéndonos, por ejemplo, de las maravillas del amor romántico.
Es momento de romper tabúes y ampliar el espectro de quienes merecen también ser protagonistas en una producción Disney. Creaciones como Reflect sí son necesarias porque son un “reflejo” de nuestra población, tan diversa en cuanto cuerpos. Los niños de talla grande también existen, también sueñan con bailar, con triunfar, son talentosos, hermosos y capaces de cualquier cosa.
Necesitamos empoderar a los más pequeños en autoestima, en amor propio y en la aceptación corporal. Los trastornos como la dismorfia corporal son el origen de depresión, ansiedad, conductas autolíticas y trastornos de la conducta alimentaria (TCA). Cortos como el de Bianca son un modelo de inspiración y de normalización.