¿Qué pasa contigo? Algunas razones por las que no sabes lo que sientes
Sentirse confuso ante las propias emociones es algo que ocurre con frecuencia. Si no sabes lo que sientes en determinadas circunstancias no es porque tengas ningún problema ni porque haya algo que vaya mal. Este fenómeno es mucho más común de lo que la gente suele pensar, y no debes que sentirte mal por ello.
Sin embargo, esto no quiere decir que no puedas hacer algo para remediar la situación. Conocer por qué a veces estás a ciegas respecto a tus propias emociones te ayudará a entender qué te pasa y a actuar de manera consciente. Para ello, existen una serie de pasos que puedes seguir para comprender mejor qué sientes en cada momento.
Para empezar, es importante aclarar que mucha gente no sabe lo que siente porque no sabe interpretar bien las señales de su cuerpo. Normalmente relacionamos emoción con sentimiento. Sin embargo, todas las emociones empiezan con una sensación fisiológica. Esto significa que, independientemente de que sepas o no lo que te pasa, puedes ser consciente de una emoción atendiendo a lo que te está sucediendo físicamente.
“Tu inteligencia puede ser confusa, pero tus sentimientos nunca te van a mentir”.
-Roger Ebert-
Por qué no sabes lo que sientes
Hay diferentes razones que explican por qué no sabes lo que sientes o lo que te está pasando por dentro. A veces, esta desconexión con tus emociones puede hacerte sentirte frustrado o perturbado por tener un “vacío de sentimientos”, sin ser consciente de que eso es en sí mismo una forma de sentir.
A continuación vamos a ver una explicación sencilla sobre por qué a veces no sabemos que sentimos. Conocer esta teoría te ayudará a identificar mejor las emociones, a gestionarlas más eficazmente y a vivirlas de manera más consciente.
1- La emoción está en proceso
En los primeros momentos en los que comenzamos a sentir una emoción, no siempre es sencillo identificarla. La reacción física (la primera respuesta de nuestro cuerpo) puede confundirse o puede no identificarse como consecuencia de un estado emocional.
A veces, la reacción es tan inesperada que no entendemos qué pasa. Incluso hay momento en los que ser conscientes de que estamos experimentando una emoción es casi más importante que identificar la emoción en sí misma.
2- Experimentas más de una emoción en una extraña “fusión” de sentimientos
Si en ocasiones no sabes lo que sientes cuando tan solo hay una emoción dentro de ti, imagina lo complicado que es comprenderte cuando dos de ellas se han fusionado. Ambas pueden dar lugar a una mezcla complicada de entender.
Esta competición de emociones puede dar lugar a malestar y confusión, al no saber qué está ocurriendo en nuestro interior. Por ejemplo, cuando sientes dolor e ira a la vez, los sentimientos pueden ser tan poderosos que te sientas paralizado o impotente ante ellos.
3- No hay una forma verbal de expresar lo que sientes
A veces lo que sientes es una mezcla de emociones a las que no puedes ponerle nombre, bien porque no lo sabes, bien porque no hay una forma de denominarlo, al menos no en tu idioma.
En este caso, ayuda separar tus sentimientos en las emociones básicas que los componen, para ser capaz de entenderlos mejor.
4- Es la primera vez que experimentas esa emoción
Es normal sentirse confuso cuando experimentas un sentimiento por primera vez. Puede incluso asustar. También puede dar lugar error, confundiéndose con otra cosa.
Esto, por suerte, se cura con la experiencia: cuanto más veces hayas experimentado una sensación, más fácil te será reconocerla.
5- Estás experimentando un desapego total de tus sentimientos
La disociación puede producirse por muchos motivos, pero el más común es que en el pasado has reprimido tus sentimientos como un mecanismo de defensa. Esto provoca que te sea mucho más complicado entender lo que sientes en ocasiones futuras.
En general, esto comienza como un intento por no experimentar emociones negativas, pero acaba expandiéndose hasta que somos incapaces de sentir nada.
Qué hacer para conectar con lo que sientes
Lo primero que necesitas hacer para conectar con tus emociones es ser consciente de que están están presentes y dejar que emerjan. Y aunque esto no siempre es fácil, a veces es tan simple como respirar y dejar que las emociones fluyan. Cuando esto resulta complicado, la meditación o el mindfulness pueden ayudar.
Conectar con lo que sentimos requiere conectar con nosotros mismos. Pero por supuesto, si ves que la situación se ha vuelto muy complicada, no hay ningún problema en que pidas ayuda. En ocasiones, lo único que necesitamos para volver a conectar con nuestros sentimientos es el apoyo de alguien externo.
“Cuanto más abiertos estemos a nuestros propios sentimientos, mejor podremos leer los de los demás”.
-Daniel Goleman-