Personas altamente enfocadas: ¿qué las hace diferentes?
Las personas altamente enfocadas tienen una virtud mental: concentrarse en un aspecto concreto de manera sostenida. Es casi una competencia fuera de serie. Porque en esta realidad tan caótica y llena de estímulos, cuesta lo indecible no despistarse, no dejar que la mente vagabundee y se vuelva cada vez más errática.
Podríamos decir que esta habilidad necesita una gran fuerza de voluntad. Sin embargo, hay mucho más que mero esfuerzo y compromiso interno. En realidad, las personas altamente enfocadas han desarrollado una serie de hábitos que todos podemos implementar. Es cuestión de práctica y de entrenar a un cerebro habituado a “irse por las ramas”.
Asimismo, tengamos presente un sencillo aspecto. Quien logra controlar su enfoque y lo dirige allí donde desea, goza de una mejor calidad de vida. La mente no navega en esa deriva de los pensamientos negativos, no divaga hasta perderse en el infinito. La atención es nuestra mejor herramienta para lograr la excelencia y el bienestar.
“La atención, en todas sus variedades, constituye un valor mental que todos debemos desarrollar”.
-Daniel Goleman-
Características de las personas altamente enfocadas
Algo que señala Daniel Goleman en su libro Focus es que la atención o el enfoque es un activo mental poco conocido y hasta subestimado. De hecho, se asume casi que cada uno de nosotros llegamos al mundo con unas buenas o malas capacidades atencionales de base, lo que condicionará, entre otras variables, nuestro rendimiento académico.
Pasamos por alto que la atención se educa, se entrena y se desarrolla. Adquirir una buena destreza en nuestro enfoque mental nos permitiría desde mejorar nuestro universo mental y emocional, hasta lograr mejores hitos profesionales y laborales. Sin embargo, en los entornos escolares seguimos sin educar en esta dirección. E incluso en el ámbito de la psicología y la neurociencia siguen existiendo desacuerdos importantes sobre qué es realmente la atención.
Una investigación del University College London nos recuerda que desde que William James inició sus estudios sobre la atención en los albores de la psicología experimental, apenas hemos avanzado en su definición. Sabemos que es la capacidad que tiene el cerebro de controlar sus recursos de manera flexible. Sin embargo, ¿cómo desarrollarla al máximo?
No es fácil lograrlo, pero es necesario hacerlo. En un mundo cada vez más lleno de estímulos, es recomendable educar a nuestra mente para que sitúe su mirada interna en lo que es importante para nosotros. Imitar lo que hacen las personas altamente enfocadas puede ser una forma. Descubramos qué características las definen.
1. Tienen propósitos claros
Sabemos que la atención es la capacidad para usar nuestros recursos mentales hacia un objetivo concreto de manera duradera. Sin embargo, el enfoque va un poco más allá, porque además de los recursos cognitivos, utiliza los emocionales. Es decir, si hay algo que define a esta personalidad es tener claros sus propósitos y sentirse motivado para ellos.
Las metas que se establecen las personas enfocadas son siempre muy claras, objetivas y realistas.
2. Crean rutinas organizadas y poseen una adecuada gestión del tiempo
Los hábitos y las rutinas son formas eficaces de organizar el tiempo y las tareas. De este modo, el cerebro, el cuerpo y la mente se habitúan a unas costumbres concretas sin resistencias. Asimismo, es necesario que esas rutinas estén bien organizadas, de manera que existan tiempos de descanso y de ocio.
Por otro lado, y no menos importante, para desarrollar un buen enfoque mental es prioritario evitar la multitarea.
3. Controlan los distractores externos
La actualidad está plagada de estímulos que roban nuestra atención y nos arrastran al laberinto de la distracción permanente. Es necesario que cada uno identifique sus distractores más comunes. Por ejemplo, el móvil y sus notificaciones son los antagonistas más poderosos de nuestra atención.
No dudemos en establecer estrategias para limitar la presencia e irrupción de esos estímulos.
4. Dominan su diálogo interno (distractor interno)
Otra presencia perversa para el enfoque mental es el diálogo interno negativo. Es esa voz que no solo nos despista, sino que pone en duda lo que hacemos.
Pensemos en esa persona que estudia para aprobar una oposición. Tiene sus rutinas marcadas y sus elementos distractores externos bajo control. Sin embargo, su diálogo interno es como un bufón travieso que le lleva de la mano hacia un recuerdo, un comentario o un pensamiento al azar. Adora despistarlo e incluso hacerlo sufrir. Porque, en algunos momentos, puede ser incluso altamente perverso y decirle cosas como “¿para qué estudias si no vas a aprobar?”, “¿no sería mejor darte un paseo o echar una siesta?”.
Las personas altamente enfocadas son hábiles para dominar su diálogo interno y lograr que este sea su mayor apoyo y motivador. No dudan en darse autoinstrucciones y refuerzos como “lo estás haciendo muy bien, este esfuerzo vale la pena”.
Las personas altamente enfocadas y productivas saben que la autocrítica boicotea su capacidad para mantener la atención y para salvaguardar la confianza en ellos mismos.
5. Saben descansar y conectar con su entorno para inspirarse
Este tipo de personas no trabaja en sus metas 24/7. Sabe que descansar, relajar el cuerpo y la mente es esencial para reducir el estrés, para regular las emociones y reducir tensiones. Sin embargo, otra característica que les define es la capacidad para conectar con todo lo que les rodea: son curiosas, apasionadas, atentas a lo que sucede.
Cualquier evento, cualquier pequeña circunstancia, imagen o palabra les inspira. Atienden la vida con sumo interés, esperando aprender cosas que les pueda servir para lograr sus objetivos.
Las personas altamente enfocadas no necesitan validaciones externas
Es posible que un “estoy orgullos de ti” o “lo estás haciendo maravillosamente” sea bien recibido de vez en cuando. Sin embargo, estos hombres y mujeres no necesitan refuerzos o validaciones externas para enfocarse en su trabajo. Ellos son su única referencia y su brújula, ellos son los que valoran su trabajo y sus esfuerzos para ofrecerse retroalimentación.
Evitan compararse con otros, son fieles a sus esencias y procuran mejorar cada día un poco más, ser su mejor versión en la medida de lo posible. Para concluir, si bien es cierto que todos podemos aplicar estas estrategias, la clave no está solo en su implementación. Es el compromiso con uno mismo y el trabajo diario lo que favorecerá el auténtico desarrollo de una mente focalizada.
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- Goleman, Daniel (2013) Focus: desarrollar la atención para alcanzar la excelencia. Kairós
- Madore, K. P., & Wagner, A. D. (2019). Multicosts of Multitasking. Cerebrum : the Dana forum on brain science, 2019, cer-04-19.
- Lindsay G. W. (2020). Attention in Psychology, Neuroscience, and Machine Learning. Frontiers in computational neuroscience, 14, 29. https://doi.org/10.3389/fncom.2020.00029