El poder de las grandes olvidadas: las emociones positivas
Las emociones son esos procesos innatos que forman parte de nuestra vida y a los que muchas veces no les prestamos la suficiente atención… Desde hace algunos años, y cada vez más, se insiste en la relación directa que tienen con nuestra salud. De hecho, las emociones positivas pueden potenciar nuestra salud del mismo modo que las negativas pueden debilitarla.
Tal y como demuestran numerosos estudios, nuestro sistema nervioso central y nuestro sistema inmunológico se comunican directamente. Esto quiere decir que las emociones y el cuerpo no están separados, sino muy conectados e interrelacionados.
“Una mente lúcida y un buen corazón acompañados por sentimientos cálidos, son las cosas más importantes. Si la mente no se dirige a los pensamientos positivos y elevados, nunca podremos hallar la felicidad”
-Dalai Lama-
Lo que sí es cierto es que en las informaciones y publicaciones que nos llegan, se insiste en la repercusión que tienen las emociones negativas. Es decir, se nos advierte de la influencia negativa que tienen ciertas emociones en nuestra salud y se nos orienta sobre la conveniencia de evitar emociones negativas como el miedo, la ira… Sin embargo, lo que no es tan popular es el hecho de que bloquear estas emociones puede ser fuente de problemas de salud.
Emociones que cuidan nuestra salud
De un tiempo a esta parte, algunos expertos del ámbito de la salud han realizado un giro en la visión y abordaje emocional. Es decir, han realizado sus planteamientos en positivo. En vez de centrarse y enfocarse en las emociones negativas, han dirigido su mirada al poder de las emociones positivas.
Arturo Agüero, médico y director del Hospital Nacional Diego Alcorta, asegura en su libro “Emociones que curan” que las emociones positivas pueden desalojar la carga negativa de aquellas otras sensaciones que, ancladas en nuestro cuerpo, amenazan nuestra salud.
De la misma manera, la doctora estadounidense B. Fredrickson, ganadora del “Highest templeton prize in Positive Psychology”, tras años de investigación científica descubrió el efecto potenciador de la salud que tienen las emociones positivas.
“La risa es tremendamente relajante, es una gran meditación. La risa es de una belleza tremenda, te da ligereza, te da alas para volar. Y la vida está llena de oportunidades para reír. Solo necesitas tener sensibilidad”
-Osho-
De la misma manera, la Universidad de Kentucky ha realizado una investigación longitudinal. El resultado ha demostrado una relación entre las emociones positivas y la longevidad. Así mismo, tras décadas de investigación tenemos pruebas que evidencian la relación de las emociones positivas con nuestro estado de salud y esperanza de vida. De hecho, está comprobado que quienes experimentan más emociones positivas tienen menor tensión arterial y un sistema inmunológico más fuerte.
Algunas emociones y sentimientos positivos…
Alegría y diversión
La alegría es quizá una de las emociones más rápidas. Sucede en un instante, cuando nos encontramos en un ambiente que resulta placentero. Aparece en aquellos momentos “perfectos” donde sentimos que las cosas son exactamente como deberían de ser y estamos donde deberíamos estar.
De igual importancia, la diversión es la emoción asociada al placer y se encuentra en aquello que nos hace reír y permite nuestra recreación. La diversión, en este sentido, es un poderoso relajante natural.
“Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían importancia”
-Anatole France-
Gratitud
Esta emoción debe ser entendida en su más amplio sentido. Dar las gracias a la vida, a la naturaleza, a nuestros compañeros de vida… Sentirnos agradecidos por la salud, por el lugar donde vivimos, etc.
Dar gracias al mismo tiempo es un motivo de alegría. Significa que alguien nos cuida o que la suerte nos sonríe. Y… ¿A quién no le reconforta esto?
“La gratitud es una flor que brota del alma”
-Beecher-
Serenidad
La serenidad es una emoción más relajada, sostenida y sutil que la alegría. Se disfruta cuando estamos totalmente presentes y conscientes de lo que estamos viviendo. Además, la serenidad es la emoción que facilita que veamos el bosque y no solamente el árbol cuando hay un problema, aumentando así las probabilidades de encontrarle una solución.
Interés
El interés es un estado más elevado que motiva las conductas de exploración e investigación. Gracias al interés tenemos el deseo y la motivación para aprender y desarrollar nuestros conocimientos, cualidades y habilidades.
Amor
En el estado de enamoramiento, en nuestros cuerpos se produce una reacción biológica que incrementa nuestros niveles de oxitocina y progesterona. La consecuencia es inmediata: aumenta nuestra sensación de bienestar y se reduce nuestro nivel de estrés. De este modo, mejora nuestra salud y calidad de vida.
“El odio no disminuye con el odio. El odio disminuye con el amor”
-Buda-
En conclusión, las investigaciones apoyan un cambio de enfoque en la forma de entender las emociones, los sentimientos o los estados emocionales más prologados. Así, no se trataría tanto de bloquear las emociones negativas como de potenciar las positivas, ya que estas neutralizan las anteriores. De hecho, este nuevo punto de vista no deja de poner en valor a todas las emociones, con independencia de la valencia que tengan.
Las emociones negativas tienen un valor adaptativo incuestionable. Y las emociones positivas tienen un objetivo trascendente y evolutivo que va más allá de las sensaciones agradables que nos proporcionan.